Miedo

El 16 de enero, se derrumbaba en C¨¢diz una antigua Academia de Artiller¨ªa, ocasionando la muerte a un joven de 15 a?os, y heridas de distinta consideraci¨®n a otros dos, de 14 y 16. Transcribo textualmente la apreciaci¨®n que EL PA?S, en su edici¨®n de Andaluc¨ªa, publicaba el pasado domingo: "El gobierno local justific¨® ayer que no agilizara el derribo de estas instalaciones porque los t¨¦cnicos municipales no apreciaron en sus inspecciones que existiera peligro de derrumbe". Evidentemente, al margen del uso o no uso que en un momento dado se le de a un edificio; al margen de que su no uso, nos haga pensar que, dada la edad de dicho edificio, sea l¨®gico no seguir utiliz¨¢ndolo, lo cierto y verdad es que unos t¨¦cnicos municipales dictaminaron que ese edificio no se caer¨ªa: desgraciadamente se cay¨® ocasionando una v¨ªctima mortal.

No, no me gusta regodearme con el sufrimiento ajeno, pero uno que lleva un a?o, desde que el pleno del Ayuntamiento de Ceheg¨ªn debatiese el mal estado del Colegio P¨²blico P¨¦rez Villanueva; ratificado este oto?o, por el propio Ayuntamiento, con una moci¨®n urgente para reparar un pilar, y como consecuencia de todo ello haber observado con detenimiento todo el edificio comprobando que el n¨²mero y tama?o de las grietas alarmar¨ªa a cualquier persona que tuviese a bien visitar el centro; a lo que hemos de adicionar el posicionamiento del conjunto de padres, que a trav¨¦s de 4 asambleas, en un muy corto per¨ªodo, logr¨® la promesa, por parte de la Administraci¨®n, de que el pasado d¨ªa 8 comenzar¨ªa un equipo t¨¦cnico a realizar un estudio que confirmase o descartase el peligro real del edificio, teniendo en cuenta que la Administraci¨®n Educativa siempre dijo que no existe peligro de que se caiga, es decir, como en el triste caso relatado; tras todo eso, parece l¨®gico encontrar un funesto paralelismo.

Evidentemente la diferencia es abismal, en el edificio de C¨¢diz, a pesar de todo, nunca debi¨® de haber nadie dentro, aqu¨ª seguimos llevando a nuestros hijos sin que ni tan siquiera a d¨ªa de hoy, 20 de enero, hayan dado comienzo los estudios que se nos prometieron. Recuerdo que nuestros hijos volvieron el d¨ªa 8 a clase bas¨¢ndonos en que ese mismo d¨ªa comenzar¨ªan los estudios, seg¨²n la promesa que las autoridades locales hicieron ante la asamblea de padres.

A pesar de todo, moralmente, uno cree no tener dudas: si una desgracia ocurriese, el ¨²nico culpable moral ser¨ªa yo por haber seguido llevando a mis hijos sin la certeza de que no hay peligro.