La ingenuidad de Carod: debilitar a Maragall, hundir a Zapatero
Si por algo se han caracterizado las dos legislaturas durante las que ha gobernado Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, ha sido por pretender descalificar pol¨ªtica y electoralmente cualquier propuesta surgida desde el nacionalismo vasco favorable a modificar la Constituci¨®n, tild¨¢ndola de ser c¨®mplice de ETA. El segundo mandato de Aznar conclu¨ªa con una ruptura sin igual de la sociedad vasca, entre nacionalistas y no nacionalistas, que no deja casi espacio a quienes, como el socialista y alcalde de San Sebasti¨¢n Od¨®n Elorza, creen en el di¨¢logo, y con alguien como Juan Mar¨ªa Atutxa, presidente del Parlamento vasco -a quien tantas veces intent¨® asesinar ETA-, a un paso de la c¨¢rcel. El PP ha conseguido imponer la idea, incluso en amplios sectores del PSOE, de que llegar a acuerdos con quienes desean cambiar el marco constitucional es hacer el juego a ETA, postergando al olvido que el PSOE y el PNV gobernaron en coalici¨®n en Euskadi. Postergando al olvido que hubo un tiempo en que en las instituciones vascas -fueran provinciales, juntas generales, ayuntamientos o el mismo Gobierno vasco- se formaban las m¨¢s diversas opciones de pactos posibles. Por ejemplo, para decidir la ubicaci¨®n de una depuradora o de un hospital coincid¨ªan en una misma mesa de trabajo pol¨ªticos electos de todo el arco parlamentario. Evidentemente, los asesinatos de concejales frenaron esta colaboraci¨®n y aislaron a Herri Batasuna, pero Aznar, con su criminalizaci¨®n del nacionalismo democr¨¢tico, y acusando a quienes hac¨ªan propuestas como Lizarra o el plan Ibarretxe de ser t¨ªteres y c¨®mplices de ETA, abri¨® una herida que en nada ha ayudado a pacificar Euskadi.
Carod ha pecado de ingenuidad entrevist¨¢ndose con ETA, pero todos los gobiernos han tenido contactos con la banda: desde la UCD al PP, pasando por el PSOE y el PNV
Ahora que el PSOE pod¨ªa remontar sus resultados electorales, el Partido Popular ha tomado el tripartito catal¨¢n como un arma arrojadiza para debilitar la candidatura de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. El PP no se cans¨® de repetir que el pacto de Maragall con ERC era una traici¨®n a la unidad de Espa?a, y el ministro Eduardo Zaplana despleg¨® todo tipo de falsedades sobre los peligros de la presencia de ERC en un Gobierno aut¨®nomo. Josep Llu¨ªs Carod Rovira siempre ha rechazado el terrorismo y tuvo mucho que ver en las negociaciones para conseguir la disoluci¨®n sin contrapartidas de Terra Lliure. En v¨ªsperas del 11 de septiembre de 2002 ya se desat¨® una tormenta pol¨ªtica por el hecho de que Carod se reuni¨® con Arnaldo Otegui y ahora, por aceptar reunirse con dirigentes de ETA, se ha originado una pol¨¦mica que amenaza los cimientos de la campa?a de Rodr¨ªguez Zapatero y debilita en Madrid las propuestas que plantea Pasqual Maragall.
De entrada, todo este esc¨¢ndalo iniciado con la filtraci¨®n de Abc es una hipocres¨ªa absoluta dado que todos los gobiernos que ha tenido Espa?a, tanto de UCD, como del PSOE, como del PP, se han sentado a dialogar con ETA. Tambi¨¦n lo ha hecho en diversas ocasiones el PNV. El mismo Jaime Mayor Oreja explor¨® la v¨ªa de di¨¢logo abierta por Adolfo P¨¦rez Esquivel. Tambi¨¦n el PP intent¨® mediante negociaciones que los terroristas de los GRAPO renunciaran a la violencia. Carod, en un momento en que muchos creemos que pod¨ªa morir de ¨¦xito, no ten¨ªa nada que ofrecer a ETA y tal vez pec¨® de ingenuidad al acudir a la reuni¨®n siendo conseller en cap sin calibrar las consecuencias de la posible filtraci¨®n de la misma. Carod eligi¨® hace dos meses la apuesta de pactar con Maragall confiando en que el PSOE alg¨²n d¨ªa apoyar¨ªa las propuestas de mayores cotas de autogobierno, algo que fracas¨® mientras CiU se supedit¨® al PP.
Ahora, pese a que se pueda defender que no se pierde nada por escuchar a ETA y, en cambio, se puede ganar mucho explicando a ETA que el terrorismo no lleva a ninguna parte, Maragall queda muy tocado, pese a que reconozcamos que todos han hablado m¨¢s de una vez con ETA. Carod tal vez haya sido una v¨ªctima ingenua de una trampa para da?ar a Zapatero. Alguien filtr¨® la reuni¨®n a Abc y, si resulta obvio que los canales de di¨¢logo entre Abc y ETA no existen, el chivato debe de ser el Ministerio del Interior o el Centro Nacional de Inteligencia. Aznar se ha apuntado un golazo y empuja a Zapatero a que rompa el tripartito. Habr¨¢ que ver qu¨¦ beneficio sacar¨¢n Mariano Rajoy y Carod y c¨®mo afectar¨¢ todo ello a Maragall y Zapatero.
Xavier Rius-Sant es periodista.
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