La tasa de desempleo ha bajado a la mitad en los ocho a?os del PP
El n¨²mero de ocupados en las dos legislaturas sube en 4,5 millones, aunque uno de cada cuatro empleos nuevos es precario
La Encuesta de Poblaci¨®n Activa (EPA) conocida ayer cierra la segunda legislatura del PP con 4,5 millones m¨¢s de ocupados que hace ocho a?os, cuando el PP lleg¨® al Gobierno. Ese saldo se debe a la creaci¨®n de 3,4 millones de puestos de trabajo, por un lado, y al afloramiento de 1,2 millones de empleos que se detectaron tras los cambios metodol¨®gicos de la EPA, por otro. En el citado periodo se contabilizan 960.720 parados menos y la tasa de desempleo se ha reducido en 11 puntos sobre el 22,2% de finales del segundo trimestre de 1996. Es una radiograf¨ªa muy saludable que, no obstante, tiene sombras: el aumento de la ocupaci¨®n cuenta con un alto componente de precariedad, ya que uno de cada cuatro empleos nuevos es temporal (la tasa del 30,68% es empleo eventual); el desempleo sigue siendo el m¨¢s alto de los Quince, y el paro entre las mujeres duplica el de los hombres.
El PP se encontr¨® con una precariedad que apenas se ha corregido a lo largo de estas dos legislaturas. En el a?o 1996, la temporalidad afectaba al 33,6% de los asalariados y esa tasa tan s¨®lo se ha reducido en tres puntos (hasta el 30,68%). Ha perdido gas el efecto de la reforma pactada en 1996 con los agentes sociales para incentivar la contrataci¨®n fija, mediante la deducci¨®n de cotizaciones sociales y a trav¨¦s de la creaci¨®n de una figura de contrato con despido reducido (33 d¨ªas al a?o, frente a los 45 d¨ªas del contrato general).
J¨®venes y mujeres
La temporalidad afecta sobre todo a los j¨®venes (llega al 65%) y dentro de ese colectivo es m¨¢s aguda entre las mujeres. Una situaci¨®n de precariedad que se extiende tambi¨¦n a otras condiciones laborales dado que los contratados temporales cobran un 45% de media menos que los fijos.
El sector de los servicios y el tir¨®n de la construcci¨®n han sido los generadores de empleo. Los servicios contaban con 7,6 millones de ocupados y ahora trabajan en esa actividad 10,8 millones. En construcci¨®n, han pasado de 1,1 millones a 1,9. La industria ha tenido un impulso relativo y los 2,4 millones de ocupados se han convertido en 3 millones. La agricultura ha experimentado un goteo de p¨¦rdida de empleo y est¨¢ ya por debajo del mill¨®n.
El desempleo femenino se ha corregido en paralelo con el total, pero las cifras siguen poniendo de manifiesto que su tasa de paro (15,56%) duplica la de los hombres (8,20%). Hace ocho a?os la relaci¨®n era el 29,51% (mujeres), frente al 17,72% (hombres), y la tasa general del paro estaba en el 22,2%.
El ¨ªndice de actividad femenina (ocupadas y las que aspiran a estarlo) se ha mejorado y ha pasado del 36,86% de 1996 al 43,90% actual. No obstante, existe una amplia brecha con los hombres (24 puntos m¨¢s) y con la presencia media de mujeres en el mercado laboral de la UE (casi 20 puntos).
Un reto que se propusieron los sucesivos gobiernos populares consiste en estimular la contrataci¨®n a tiempo parcial, como un mecanismo para reducir el paro, e incluso algunos responsables gubernamentales aseguraron que as¨ª se pod¨ªa llegar al pleno empleo. Varias reformas aplicadas sin el consenso de la patronal y los sindicatos han dejado la situaci¨®n pr¨¢cticamente como estaba. En el a?o 1996, trabajaban a tiempo parcial el 7,99% de los ciudadanos ocupados; ahora tiene ese empleo con jornada reducida el 8,15%. En todo caso, la mitad de la poblaci¨®n media de la Uni¨®n Europea con esa relaci¨®n laboral.
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