Falso 'crimen' en la catedral
El Consejo de Monumentos de la Unesco incluy¨® a la catedral de Burgos entre los sitios en peligro por un informe 'espont¨¢neo'
Durante varias semanas, hasta el 28 de enero pasado, la catedral de Burgos, joya del g¨®tico castellano, ha figurado en el dossier de monumentos en peligro que elabora anualmente el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos), -organismo asesor de la Unesco en temas de patrimonio art¨ªstico-, f¨¢cilmente consultable en su p¨¢gina web (www.icomos.org). La inclusi¨®n se basaba en un informe dur¨ªsimo, en el que se acusaba a los responsables de la restauraci¨®n del templo, de haber realizado intervenciones "muy agresivas", entre ellas la limpieza de las fachadas con "chorros de arena a presi¨®n", sin olvidar otros presuntos atropellos como "la colocaci¨®n de canalones taladrando elementos decorativos de los paramentos". Pero el comit¨¦ espa?ol asegura que el informe carec¨ªa de autorizaci¨®n y su env¨ªo a la sede de Par¨ªs no respet¨® las normas preceptivas. De ah¨ª que forzara su desaparici¨®n de la web, aunque, obviamente, no han podido eliminarlo del dossier publicado en papel.
La restauraci¨®n del templo comenz¨® en 1997 y costar¨¢ casi 14 millones de euros
Lo m¨¢s importante es aclarar si est¨¢ en buen estado o no la catedral", dice Petzet
La historia ha dejado un rastro amargo en Burgos, sin que los sucesivos desmentidos y correcciones hayan podido despejar del todo las sombras que proyecta el texto sobre los trabajos realizados en la catedral. Pero, adem¨¢s, las peripecias que permitieron a este informe espont¨¢neo llegar a las p¨¢ginas de una publicaci¨®n, avalada por el prestigio de la Unesco, constituyen un episodio casi de intriga policiaca, digno de la pluma de Agatha Cristie. Aunque en este filme negro, falta el cuerpo del delito.
El incidente empa?a tambi¨¦n el prestigio de Icomos, una organizaci¨®n internacional creada en 1965 y financiada por la Unesco, presente en m¨¢s de un centenar de pa¨ªses y que cuenta con unos 8.000 cualificados miembros.
Todo empez¨® en Navidades cuando lleg¨® a manos de los dirigentes del comit¨¦ espa?ol el volumen sobre Patrimonio en peligro 2002-2003, editado por el secretariado internacional, y pudieron comprobar con horror que inclu¨ªa un informe devastador sobre la restauraci¨®n de la catedral de Burgos. Unas obras ingentes iniciadas en 1997 -y todav¨ªa en marcha-, con un presupuesto de 13,8 millones de euros y financiadas por numerosas entidades nacionales e internacionales (entre ellas el Banco Europeo de Desarrollo, que aport¨® unos 600.000 euros).
El impacto del informe -la prensa difundi¨® la noticia poco despu¨¦s- en una ciudad como Burgos, con apenas 160.000 habitantes, fue comprensiblemente fuerte. Sobre todo porque su autora, Bego?a Bernal, es profesora de Patrimonio en la Universidad local, creada en 1994, y un personaje conocido en la ciudad. Pero, y esto era m¨¢s grave, su informe se presentaba como un trabajo autorizado por el comit¨¦ espa?ol, que qued¨® de inmediato envuelto en la pol¨¦mica. ?Qui¨¦n estaba realmente detr¨¢s de un documento con esc¨¢ndalo asegurado? Y, sobre todo, ?qu¨¦ grado de veracidad hab¨ªa en la tremenda denuncia, m¨¢s all¨¢ de sus evidentes errores?
"A m¨ª me encargaron que hiciera un informe sobre la catedral, porque es preceptivo que se haga un seguimiento de los monumentos que han sido declarados Patrimonio de la Humanidad", dice Bernal, que ha sido suspendida de Icomos -de la que era socia desde 1997-. Su trabajo lo present¨® en un simposio cient¨ªfico, organizado al hilo de la Asamblea Internacional de la organizaci¨®n, que se celebr¨® en Madrid en 2002. Y para la ocasi¨®n, la profesora acompa?¨® su intervenci¨®n con algunas fotograf¨ªas de las obras. No era la primera vez que esta restauraci¨®n era mencionada con no pocas cautelas. En la p¨¢gina web de Icomos Espa?a han figurado hasta hace poco unas l¨ªneas en las que se cuestionaban, aunque brevemente y con mucha menor alarma, estos trabajos.
Bego?a Bernal asegura que el informe que se incluy¨® en el dossier de Patrimonio en peligro 2002-2003 se lo pidi¨® en Madrid el propio presidente del Consejo Internacional, Michael Petzet, probablemente ansioso de contar con material interesante para su publicaci¨®n. Pero si las cosas fueron as¨ª, Petzet lament¨® pronto su decisi¨®n. "Quiero pedir perd¨®n al comit¨¦ espa?ol, porque se public¨® pensando que era un material avalado por ellos", explic¨® el martes en conversaci¨®n telef¨®nica desde su domicilio de M¨²nich. Abrumado por la tormenta desatada, Petzet se mostraba dispuesto a enmendar el entuerto aunque insist¨ªa, "lo m¨¢s importante es aclarar si est¨¢ en buen estado o no la catedral. Las fotograf¨ªas enviadas por la se?ora Bernal parecen elocuentes, me refiero a las bajantes que atraviesan los arcos. Pero estoy esperando que el comit¨¦ espa?ol nos env¨ªe su informe para publicarlo". En espera del nuevo texto -en estos momentos en fase de elaboraci¨®n-, Petzet opt¨® el pasado mi¨¦rcoles por retirar el de Bego?a Bernal de la web, a petici¨®n del comit¨¦ espa?ol, que no lo reconoce como propio, aun sin entrar en "valoraciones sobre su contenido". Enrique Saiz, arquitecto y director general de Patrimonio Art¨ªstico de la Junta de Castilla y Le¨®n (PP), no oculta su satisfacci¨®n. La inclusi¨®n de la catedral de Burgos entre los monumentos en peligro le hab¨ªa parecido poco menos que una monstruosidad. "La situaci¨®n se hab¨ªa planteado err¨®neamente", dice. "Casi todas las cuestiones son opinables, pero en este caso, no creo que el debate sobre la restauraci¨®n de la catedral deba tener un car¨¢cter ciudadano. Con todos mis respetos para la profesora Bernal, el debate tiene que plantearse desde un punto de vista t¨¦cnico y tiene que ser riguroso". Tanto Saiz como el presidente del cabildo de la catedral de Burgos, Mat¨ªas Vicario, aseguran que los trabajos de restauraci¨®n, que siguen las directrices del Plan Director de la catedral, han sido aprobados tras diversos estudios llevados a cabo por un equipo interdisciplinario. Mar¨ªa Rosa Esbert, catedr¨¢tica de Petrolog¨ªa de la Universidad de Oviedo, fue una de las especialistas que trabajaron en el an¨¢lisis de la piedra, aquejada de numerosos problemas, y amenazada por las humedades. "Todo lo que queremos es que la catedral evolucione bien", dice esta profesora. "Las soluciones adoptadas han sido fruto de un estudio y de una evaluaci¨®n muy detenida y minuciosa, no se pueden descalificar todo y de forma general".
Tanto Saiz como Vicario niegan que la piedra caliza haya sido sometida a un lavado a base de "chorros de arena a presi¨®n", como afirma Bernal, quien asegura haber visto apilados junto a la catedral sacos de arena de Arija. "Nos hemos puesto en manos de un equipo t¨¦cnico que no se ha dedicado a experimentar con nada para la limpieza de la catedral. Han usado agua a presi¨®n y cepillos, y en algunos casos part¨ªculas de vidrio", dice el presidente del cabildo, Vicario. Lo que s¨ª reconoce es que s¨®lo las necesidades econ¨®micas justifican el cobro de una entrada al templo. "Tener abierta la catedral nos cuesta 1.800 euros diarios y carecemos de subvenciones". Eso sin contar con los costes de la restauraci¨®n, una obra ambiciosa, pendiente todav¨ªa del examen de Icomos Espa?a. Pero sea cual sea el veredicto, dif¨ªcilmente causar¨¢ tanto impacto como la intriga del falso crimen de la catedral.
Entre el culto y el turismo de masas
Iniciada en 1221 y concluida en 1765, la catedral de Burgos fue declarada Patrimonio de la Humanidad en octubre de 1984. Desde entonces ha sufrido continuas intervenciones para atajar graves problemas de deterioro. En 1997, bajo el impacto que caus¨® el desplome, poco antes, de una de las estatuas del templo, se redact¨® un Plan Director que incluye una restauraci¨®n completa y coordinada del templo. Uno de los elementos m¨¢s llamativos, los canalones colocados en la fachada de la calle Diego Porcelos, han merecido duras cr¨ªticas en el informe de la profesora Bernal. "Puede que no sean, efectivamente, muy est¨¦ticos", reconoce el presidente del cabildo, "pero no hemos hecho m¨¢s que sustituir los que ya se hab¨ªan puesto en la restauraci¨®n de Lamp¨¦rez, a principios de siglo. Los arcos estaban ya taladrados. Y, en todo caso, no creo que ese detalle justifique la inclusi¨®n de la catedral entre los monumentos en peligro". Pero cualquier intervenci¨®n es importante trat¨¢ndose de la catedral, eje est¨¦tico e hist¨®rico de Burgos. Desde el mirador del castillo, la imagen de la ciudad aparece dominada por el se?orial edificio de piedra. Las agujas, con sus delicadas filigranas, recuerdan un pasado de esplendor que Burgos intenta recrear con nuevos proyectos de urbanismo. La masa de edificios de ladrillo rojo, de todas las formas y alturas, que se amontona en el horizonte da una idea de las dificultades de este prop¨®sito. Tambi¨¦n hay cr¨ªticas al entorno urban¨ªstico en el informe de la discordia y a la "museizaci¨®n" que, seg¨²n Bernal, ha llevado a cabo el cabildo, que cobra desde julio pasado la visita al templo y retir¨® del edificio algunas joyas para engrosar la oferta art¨ªstica del museo adyacente. Es el caso de las 15 estatuas de la fachada de Santa Mar¨ªa, sustituidas hace a?os por r¨¦plicas de piedra molida. Pero el presidente del cabildo aduce razones de conservaci¨®n. "Qu¨¦ es mejor, ?colocar r¨¦plicas o permitir que se deterioren los originales? La decisi¨®n se ha tomado despu¨¦s de un largo estudio".
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