Lecci¨®n decisiva

El ¨²ltimo eslab¨®n de la cadena de 47.000 grandes embalses del mundo se llama Itoiz y ha sido construido sobre el r¨ªo Irati, en el pre-Pirineo navarro. La gigantesca Hoover Dam, levantada en EEUU durante los a?os 30 del pasado siglo, marc¨® el inicio de estas inmensas obras de ingenier¨ªa destinadas a embalsa(ma)r esos sistemas ecol¨®gicos vivos que son los r¨ªos.

La filosof¨ªa subyacente tras la construcci¨®n de las grandes presas, cuyo paroxismo hasta ahora lo ostenta la megaloman¨ªaca presa china de las Tres Gargantas con sus 200 kil¨®metros de largo y dos millones de desplazados, s¨®lo puede entenderse en el contexto hist¨®rico de la primera mitad del siglo XX, momento en que la sociedad occidental comienza a desplegar su sue?o f¨¢ustico de dominaci¨®n tecnol¨®gica total de la naturaleza.

Los 47.000 grandes embalses ocupan casi un mill¨®n de kil¨®metros cuadrados y han obligado a desplazarse a 80 millones de personas (el doble de superficie y poblaci¨®n espa?olas). Espa?a, quinto pa¨ªs del mundo en n¨²mero de grandes embalses, cuenta con 1.196 y su construcci¨®n ha anegado al menos 500 pueblos.

El embalse de Itoiz ha obligado a desalojar sus viviendas a m¨¢s de 50 personas. Ha afectado a tres zonas naturales protegidas (Potxe de Txintxurrenea, Foz de Gaztelu y Foz de I?arbe), y a dos Zonas de Especial Protecci¨®n de Aves. La flora y fauna del lugar han sufrido un fort¨ªsimo impacto ambiental, desapareciendo extensos encinares, hayedos y bosques de galer¨ªa en excelente estado de conservaci¨®n. La nutria, excelente bioindicador de la salud de los r¨ªos, ya no existe en el Irati. Las poblaciones de buitre leonado, ¨¢guila real y desm¨¢n de los Pirineos se han visto igualmente afectadas.

La historia de Itoiz es, tambi¨¦n, la historia de una gran lecci¨®n para el movimiento ecologista. La principal raz¨®n que explica por qu¨¦ ha sido construido el embalse no es otra que por que as¨ª lo ha querido la mayor¨ªa de la sociedad navarra. El legendario himalayista Reinhold Messner ha dejado escrito que "s¨®lo aprendemos de nuestros errores". Itoiz aporta una lecci¨®n decisiva al movimiento ecologista, que ser¨¢ de trascendental importancia ante la avalancha de 110 grandes embalses contemplados en el Plan Hidrol¨®gico Nacional que el Gobierno del PP ha puesto sobre la mesa.

En Itoiz ha fallado la capacidad para convencer y atraer a sectores sociales amplios, incluyendo a fuerzas parlamentarias navarras. Cuando los ocho solidarios con Itoiz cortaron los cables necesarios para transportar el hormig¨®n, posiblemente cortaron toda posibilidad de que una mayor¨ªa de navarros y navarras apoyase la lucha del movimiento ecologista. Por muchas y espectaculares acciones que se lleven a cabo, la ¨²ltima palabra la tienen las mayor¨ªas sociales y sus instituciones democr¨¢ticas. Sin generar complicidades sociales y pol¨ªticas amplias, el ecologismo podr¨¢ criticar la realidad, pero dif¨ªcilmente podr¨¢ transformarla.

Antxon Olabe es economista ambiental.