Itoiz afronta sus cuatro a?os de llenado
El embalse navarro comienza su fase definitiva despu¨¦s de casi dos d¨¦cadas de pol¨¦micas
Hoy es dif¨ªcil acceder al entorno del embalse de Itoiz. Los ¨²ltimos pueblos habitados fueron primero desalojados y luego demolidos en 2003. Las carreteras est¨¢n cortadas. Las patrullas de la Guardia Civil y la Polic¨ªa Foral vigilan permanentemente y la pared de 122 metros de altura contiene ya el ¨ªmpetu de los r¨ªos Urrobi e Irati almacenando buena parte de su caudal. Dos d¨¦cadas despu¨¦s de que el Ministerio de Obras P¨²blicas aprobara la construcci¨®n del pantano, Itoiz ha comenzado a llenarse de agua y lo seguir¨¢ haciendo los pr¨®ximos cuatro a?os.
En el acto oficial de inicio de llenado, el 19 de enero, el secretario de Estado de Aguas y Costas, Pascual Fern¨¢ndez, reconoc¨ªa la "singularidad" de este pantano con forma de gigantesca V y brazos de casi veinte kil¨®metros de longitud que anegar¨¢ 1.100 hect¨¢reas de valiosos terrenos naturales. Fern¨¢ndez no ocult¨® la ¨ªntima vinculaci¨®n de la obra con el controvertido Plan Hidrol¨®gico Nacional. Las autoridades centrales y forales siempre han repetido que el agua de Itoiz se destinar¨¢ a satisfacer las necesidades de Navarra en el riego agr¨ªcola, consumo industrial y humano, pero expertos como el profesor de an¨¢lisis econ¨®mico Pedro Arrojo consideran que Itoiz corresponde al reducido n¨²cleo de piezas de regulaci¨®n hidr¨¢ulica entre las que se incluye el recrecimiento de Yesa (Zaragoza) o el pantano oscense de Biscarru¨¦s. De los 120 nuevos embalses programados en el Plan Hidrol¨®gico Nacional s¨®lo los pirenaicos sirven para regular y esos, Itoiz entre ellos, han sido los m¨¢s r¨¢pidos en construirse.
El embalse ha sido el escenario para el enfrentamiento de dos formas de contemplar el mundo
Desde ahora se suceder¨¢n sucesivos almacenamientos y descargas de agua para verificar la obra
Para llegar a su fase de llenado final, los promotores de Itoiz han mantenido 17 a?os de dura pugna judicial con los opositores a la obra, especialmente la Coordinadora de Itoiz. La Audiencia Nacional o el Tribunal Supremo llegaron a dictaminar la anulaci¨®n del proyecto y la prohibici¨®n firme del llenado por distintas infracciones legales. Navarra tuvo que modificar su legislaci¨®n medioambiental para legalizar a posteriori las obras, avaladas finalmente por el Tribunal Constitucional. La v¨ªa jur¨ªdica a¨²n no est¨¢ cerrada del todo desde que hace un a?o el Tribunal Europeo de Derechos Humanos admitiese una demanda contra el embalse cuya resoluci¨®n se conocer¨¢ pronto.
Desde ahora se suceder¨¢n sucesivos almacenamientos y descargas de agua para comprobar la respuesta de la obra. La seguridad ha sido uno de los puntos de especial pugna t¨¦cnica y judicial, al existir informes contrapuestos sobre el posible deslizamiento de uno de los estribos de la presa y los potenciales riesgos catastr¨®ficos que ello causar¨ªa.
Las instituciones aseguran que Itoiz es absolutamente seguro y respetuoso con el medio ambiente. El coste del proyecto es apabullante. El Estado ha invertido 165,58 millones de euros, un 68% m¨¢s de lo previsto en la adjudicaci¨®n. Navarra ha gastado en obras complementarias otros 70 millones. Atr¨¢s han quedado tambi¨¦n el sabotaje a las obras por el colectivo Solidarios con Itoiz o los disturbios en el desalojo de las poblaciones ocupadas por miembros del grupo.
Los principales grupos ecologistas, como Greenpeace, ponen a Itoiz como ejemplo de un desarrollismo sin futuro que da?a gravemente el medio ambiente y s¨®lo genera beneficios a las empresas constructoras e hidroel¨¦ctricas. Los gobiernos central y navarro hace mucho que ignoran tales argumentos. Hecho Itoiz, se afanan en llenarlo y acelerar la construcci¨®n del Canal de Navarra, una cicatriz de 177 kil¨®metros por la que discurrir¨¢n 45 metros c¨²bicos de agua por segundo para regad¨ªos, industrias y el uso dom¨¦stico de 300.000 ciudadanos.
El Canal, que cruzar¨¢ Navarra de norte a sur, es ya una realidad en sus primeros 25 kil¨®metros, en plena construcci¨®n. Los agricultores de la Navarra Media esperan la llegada del agua en 2005. Los principales sindicatos agrarios han integrado la llamada Plataforma del Agua, presidida por el secretario general de UGT de Navarra, Juan Antonio Cabrero, que celebra el llenado, al igual que UPN y el PSN. El resto de formaciones ha atravesado fases diversas de respaldo, de escepticismo, de apoyo condicionado o de prudente silencio, aunque siempre con bolsas de contestaci¨®n.
Los habitantes asisten al llenado con cierta resignaci¨®n te?ida de curiosidad. Es evidente que Itoiz atraer¨¢ visitantes y cambiar¨¢ una zona deprimida buena parte de cuyo patrimonio hist¨®rico-art¨ªstico ha desaparecido ya bajo las excavadoras o lo har¨¢ en breve bajo las aguas.
Itoiz es una realidad, repiten sus promotores. "La pol¨ªtica de hechos consumados no evitar¨¢ que Europa se pronuncie sobre la vulneraci¨®n de derechos que el proyecto ha significado", replican fuentes jur¨ªdicas de la Coordinadora, que aseguran que el llenado es un "experimento" muy arriesgado.
El embalse ha sido, en definitiva, escenario para el enfrentamiento de dos formas de ver el mundo, adem¨¢s de un complejo expediente que ha sacado los colores a ministerios y gobiernos. Pero la m¨¢quinaria p¨²blica no se detiene. A apenas 20 kil¨®metros al sur de Itoiz, la CHE construye ya el recrecimiento de otro gigantesco pantano: Yesa. Pasar¨¢ de 470 a 1.525 hect¨®metros c¨²bicos de agua embalsada. Sus aguas, asegura el ministerio, abastecer¨¢n al 70% de Arag¨®n.
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