Pide m¨¢s respeto a las princesas...
El nacimiento de la hija del pr¨ªncipe heredero del trono de Noruega, Haakon y su esposa Mette-Marit, la peque?a Ingrid Alexandra, tambi¨¦n en la l¨ªnea sucesoria del trono, fue un acontecimiento que tuvo amplia cobertura medi¨¢tica en Europa, especialmente en la llamada prensa del coraz¨®n, que habitualmente da muestras de carecer de ese ¨®rgano que se identifica con el amor y los buenos sentimientos. En Alemania, ese tipo de prensa que ha dado muestras de no tener l¨ªmites en su labor "informativa", el nacimiento de la inocente princesita noruega, fue un buen pretexto para volver a hurgar en la vida privada de Mette-Marit e incluso de la reci¨¦n nacida busc¨¢ndole extra?os parecidos, antes de su encuentro con Haakon. Por m¨¢s que la juventud de Mette-Marit fue un tanto turbulenta y transcurri¨® por carriles que no son los m¨¢s aceptados por algunas mentalidades, el ensa?amiento, sobre todo a prop¨®sito de su segunda maternidad caus¨® cierto desagrado. Al punto de que fue el propio canciller alem¨¢n Gerhard Schr?der quien tuvo que intervenir para pedir a los medios m¨¢s respeto por la vida privada de madre e hija. "Los medios", dijo, "deben mostrar m¨¢s respeto por la esfera privada de las personas, incluidas aqu¨¦llas relevantes" (como es el caso de las princesas). Estas declaraciones las formul¨® en el transcurso de un encuentro con su colega noruego el primer ministro Kjell Magne Bondevik, lo que puede hacer pensar que ¨¦ste pudo haber sugerido "ayuda" a su colega, en la defensa de sus princesas. Tambi¨¦n Victoria de Suecia tuvo recientemente que amenazar con demandar judicialmente a algunas publicaciones alemanas, para detener la ola de rumores, algunos injuriosos, sobre su persona, que rivalizaban en su publicaci¨®n. Lo que oblig¨® a una petici¨®n de excusas.-
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