El eterno universitario

Pese a aquellas voces que, carentes de nuevos referentes musicales que hagan sombra a los viejos mitos de los a?os sesenta, enseguida empiezan a calificar a casi cualquiera como el nuevo Dylan o el nuevo Marvin Gaye, el sueco-norteamericano Eagle Eye Cherry demostr¨® en su ¨²ltima actuaci¨®n en nuestro pa¨ªs no ser m¨¢s, ni menos, que un alumno aplicado de los dos mencionados y de otros como Bob Marley o Tom Petty.

Acud¨ªa a presentar en directo su ¨²ltimo disco, el continuista Sub Rosa, que es simplemente un paso m¨¢s all¨¢ de la posici¨®n de privilegio conseguida con sus dos primeros ¨¢lbumes, Desireless y Living in the present future. M¨¢s el¨¦ctrico y menos espiritual que su coet¨¢neo Ben Harper, el hijo del trompetista Don Cherry y de la rapera alternativa Neneh apareci¨® al frente de una banda con resonancias sixties, en la que el desbocado sonido de un ¨®rgano Hammond con distorsi¨®n se combinaba con el domesticado sonido de las guitarras el¨¦ctricas ta?idas a la manera de Robbie Robertson de The Band. Por cierto, el hecho de que el grupo trajera su propia mesa digital rest¨® efectividad a un sonido que tal vez hubiera necesitado m¨¢s presi¨®n, menos blandura. Para algunos estilos musicales, los sistemas antiguos de sonorizaci¨®n suelen ser m¨¢s efectivos.

Como cantante, Cherry le sac¨® en esta actuaci¨®n espl¨¦ndido partido a su voz, dylaniana al abordar cl¨¢sicos como Comatose o One good reason; con sabor a rock americano de siempre en canciones m¨¢s modernas como Fallin in love again, Skull tatoo o Long way around. El paisaje sonoro era ecl¨¦ctico, y las baladas, el soul lento, el rock a medio tiempo, se dejaban llevar por una orquestaci¨®n que revelaba tambi¨¦n el uso de loops como puesta al d¨ªa de un estilo que, de no ser por esas aportaciones, tal vez hubiera pasado por resultar excesivamente revivalista.

Cherry, quien tiene la virtud est¨¦tica de lucir como un eterno estudiante universitario, supo conducir de forma sabia y efectiva su actuaci¨®n ante el razonable n¨²mero de espectadores que disfrutaron sobremanera de un repertorio que se lleva estupendamente por su suavidad y su contenci¨®n.

Aunque no llenara un gran recinto, como en anteriores visitas, Eagle Eye Cherry volvi¨® a demostrar que posee un lugar destacado en el rock independiente actual y que comercialmente va a m¨¢s.