11.300 familias exigen sus casas en el PAU de Carabanchel tras cinco a?os de espera

Ma?ana tomar¨¢n el ensanche (PAU) de Carabanchel sus futuros vecinos para exigir que se les entregue "de una vez por todas" sus viviendas. La entrega de muchas de ellas lleva acumulada cinco a?os de retraso. Denuncian, adem¨¢s, el cobro de sobreprecios en viviendas de protecci¨®n oficial, cuyo valor tope fija la Comunidad de Madrid y es siempre m¨¢s bajo que el del mercado.

Nadie vive a¨²n en el nuevo barrio, que fue proyectado en 1995 para albergar en 11.350 casas a otras tantas familias (unas 30.000 personas). M¨¢s de 2.000 viviendas de una de las unidades de ejecuci¨®n -hay tres- ya est¨¢n acabadas, pero el Consistorio no da la licencia de habitabilidad porque est¨¢ sin urbanizar del todo la zona (faltan viales, alumbrado y alcantarillado).

Los afectados acusan a Manuel Dapena, presidente de la Junta de Compensaci¨®n, organismo que debe acometer estas obras, de retrasarlas a prop¨®sito para conseguir que los vecinos paguen m¨¢s por sus viviendas.

Pero Dapena, cuya empresa, Caisa, posee el 60% de los 1.335 pisos a construir en un sector del nuevo barrio, acusa a su vez a la Gerencia Municipal de Urbanismo de mala gesti¨®n.

Adem¨¢s, las zonas verdes del ensanche han quedado sensiblemente reducidas por las nuevas construcciones de la M-45 y R-5 y por las que se reflejan en el proyecto de ampliaci¨®n de la M-40. Estos parques ten¨ªan que servir de barrera ac¨²stica entre las viviendas y las carreteras, que producen ya un ruido muy superior al que establece la ley.

Este nuevo barrio de Madrid ser¨¢ el ¨²nico al que no llegar¨¢ el metro. La ampliaci¨®n de la l¨ªnea 1 se quedar¨¢ a unos dos kil¨®metros de distancia, tan lejos como est¨¢ ahora la estaci¨®n m¨¢s cercana: Pan Bendito.