Promesas electorales

El 24 de enero, en este diario, apareci¨® una propuesta del presidente de la Junta, Manuel Chaves, de crear un registro de bienes, intereses y sueldos de los pol¨ªticos, y que se pudiese acceder a trav¨¦s de Internet para ser conocidos por todos los ciudadanos.

Al d¨ªa siguiente, y en el mismo medio, le contesta el consejero, Antonio Ortega, diciendo que ese tipo de registro no es necesario. Tambi¨¦n manifiesta "que es una cuesti¨®n que va con el individuo, aquel que no tenga honestidad para estar en pol¨ªtica, lo que tiene que hacer es irse". Efectivamente, se?or Ortega, esa es la pura realidad, pero usted, que lleva ya muchos a?os en pol¨ªtica, habr¨¢ observado que d¨ªa a d¨ªa el desencanto de los ciudadanos en la democracia se hace m¨¢s patente, porque d¨ªa a d¨ªa se ve que el pol¨ªtico, que est¨¢ puesto por los ciudadanos con sus votos, s¨®lo se acuerda de ellos cada cuatro a?os y cuando salen de parlamentarios cambian el sentido p¨²blico de servir por el sentido particular de servirse.

Por tanto, la promesa del se?or Chaves es acertada, pero habr¨ªa que ahondar a¨²n m¨¢s en este asunto y no referirse s¨®lo al pol¨ªtico, sino tambi¨¦n obligar a conocer los bienes de familiares, empresas y testaferros, pues pueden estos se?ores no tener nada a su nombre y tener los bienes diversificados a nombre de los de su entorno (la ¨²ltima noticia aparecida sobre el se?or Fabra, presidente del PP y de la Diputaci¨®n de Castell¨®n), y a¨²n m¨¢s, deber¨ªan de seguir presentando sus declaraciones patrimoniales incluso despu¨¦s de ocupar su puesto de servidor p¨²blico, pues pueden haber recibido bienes dinerarios que no tienen ninguna inscripci¨®n registral y con el paso del tiempo poder incrementar su patrimonio.

La persona que tiene vocaci¨®n de servicio p¨²blico siempre tiene que demostrar su honradez. La medida, si no se queda en promesa electoral, es muy acertada y con ella se refuerza la democracia.