Los galeristas no quieren zonas de descanso
Los profesionales se enfrentan a la direcci¨®n de la feria por los espacios p¨²blicos "de verbena"
Las 10 galer¨ªas situadas frente a una zona de descanso del pabell¨®n 9 consiguieron ayer que desapareciera este espacio de los bulevares al considerar que distrae la atenci¨®n de los coleccionistas y compradores. El comit¨¦ de Arco, formado en su mayor¨ªa por galeristas, hab¨ªa aprobado que este a?o no se instalaran las grandes zonas dedicadas al p¨²blico (los llamados chillout), pero la direcci¨®n de la feria ha colocado uno de ellos en cada pabell¨®n y otros nueve propuestos por arquitectos y dise?adores. Algunos galeristas son partidarios de una feria dedicada a los profesionales, con mobiliario neutro, como ocurre en otras ciudades extranjeras, mientras que otros defienden el actual modelo de lugares para el visitante y foros para los expertos.
Uno de los lugares de mobiliario de dise?o se desmonta porque distrae a los expertos
La protesta de galeristas que prefieren una feria de Arco dedicada, sobre todo, a los profesionales y coleccionistas de arte, se ha incrementado en las ¨²ltimas ediciones de las 23 celebradas. El comit¨¦ de este a?o hab¨ªa aprobado que no se dedicaran grandes superficies al descanso de los visitantes y que en los pasillos de acceso a las galer¨ªas no se pusieran objetos que llamaran la atenci¨®n tanto como las pinturas, esculturas, instalaciones y fotograf¨ªas que se ofrecen en venta.
El malestar entre algunos galeristas comenz¨® el mi¨¦rcoles, horas antes de la inauguraci¨®n oficial por la Reina, al comprobar el montaje de los bulevares, en un proyecto organizado y producido por la Sociedad Estatal para el Desarrollo del Dise?o y la Innovaci¨®n (Ddi), del Ministerio de Econom¨ªa, con la colaboraci¨®n del Instituto Espa?ol de Comercio Exterior (Icex), presentados como "fragmentos de una ciudad interior". En el pabell¨®n 7 se ha colocado el chillout Grecia, en la zona de las 15 galer¨ªas griegas, pa¨ªs invitado de este a?o, y otros cuatro espacios en los pasillos con diferentes propuestas de arquitectos y dise?adores, donde figuran sillas, bancos, butacas y alfombras para descansar. En el pabell¨®n 9 se han distribuido el
chillout Andaluc¨ªa y cinco sitios m¨¢s peque?os en el pasillo central y en los laterales.
El del pasillo central, titulado The next big
thing, proyectado por Paco Ortigosa, situado entre dos accesos a los servicios p¨²blicos, con cortinas blancas en el techo y varios asientos de dise?o (Corsini, Gasca, El ?ltimo Grito), est¨¢ situado frente a 10 galer¨ªas. Todas ellas se oponen a la presencia de esta escenograf¨ªa que, dicen, afecta al acceso a las galer¨ªas y distrae la atenci¨®n de los visitantes. La galerista Juana de Aizpuru y otros profesionales de la misma zona protestaron ante la directora de Arco, Rosina G¨®mez-Baeza, y, tras varias negociaciones con la Ddi, se hab¨ªa decidido "trasladar" la zona de descanso, seg¨²n la carta firmada por la directora y enviada ayer por la ma?ana a los afectados.
"Arco deber¨ªa ser la segunda feria europea despu¨¦s de Basilea, pero no tenemos el respeto internacional porque es una feria verbenera", afirma Juana de Aizpuru, primera directora de Arco. No est¨¢ de acuerdo con la decoraci¨®n en los pabellones y no le gustan las "distracciones". "Hemos conseguido crear un coleccionismo, privado y p¨²blico, que es lo m¨¢s dif¨ªcil, que es capaz de mantener Arco, y nos lo estamos cargando con toda esta escenograf¨ªa ajena a la feria. Queremos una feria seria y profesional, y con una direcci¨®n que tenga capacidad de gesti¨®n". Aizpuru intent¨® el mi¨¦rcoles protestar con un apag¨®n en su galer¨ªa (hubo un apag¨®n general por bajada de tensi¨®n) y lleg¨® a retirar algunas piezas del mobiliario, con un enfrentamiento con el dise?ador Cutu Mazuelos, de Stone Designs, que ten¨ªa una butaca de su empresa. Los galeristas Helga de Alvear y Norberto Dotor (F¨²cares) tambi¨¦n pidieron que la feria se centrara en el trabajo de las galer¨ªas. "Lo que hay que ver es lo que hay que ver", declar¨® Norberto Dotor. "Ifema va por un lado y los galeristas no cuentan. En el comit¨¦, con 30 miembros, es imposible ponerse de acuerdo para que la feria sea de galer¨ªas y nada m¨¢s, sin programas, cursos y decoraciones que entorpecen lo esencial. Con una feria popular es imposible trabajar y, adem¨¢s, el jueves tendr¨ªa que estar por completo dedicado a los profesionales", a?ade. La galerista Oliva Arauna, tambi¨¦n afectada, miembro del comit¨¦, se?ala que las zonas de descanso distraen a los visitantes y producen "competencia" con las obras expuestas. "En los dos ¨²ltimos a?os ya ha habido protestas en firme y con raz¨®n". Pepe Cobo, presidente de la Uni¨®n de Asociaciones de Galer¨ªas de Espa?a (unas 430 galer¨ªas asociadas), es partidario de instalar unos bancos "simples y neutros" para el p¨²blico, sin que se pongan proyectos de arquitectos y dise?adores "que incluso tienen parecido con esculturas y obras de artistas contempor¨¢neos".
La directora de Arco, Rosina G¨®mez-Baeza, declara que no quiere hacer una feria "fr¨ªa" y que no se puede superar la superficie de los dos pabellones, que contienen 278 galer¨ªas. "La feria es muy visitada y no puede ser como la de Basilea. Las cosas no se venden solas y todo lo que se ha hecho con esfuerzo no lo valoran los galeristas espa?oles, como la asistencia a la feria de coleccionistas, directores de museos y expertos, que participan en programas que todos nos copian ahora".
La ministra de Cultura, Pilar del Castillo, pas¨® ayer buena parte del d¨ªa en la feria y acompa?¨® durante parte de su recorrido al comit¨¦ de adquisiciones del Reina Sof¨ªa. "El paso de los a?os ha transformado Arco en una feria de referencia en Europa", indic¨® la ministra. "Est¨¢ plenamente consolidada, y en el aspecto art¨ªstico poco a poco se han ido depurando tendencias, con lo que la calidad va aumentando".
Met¨¢foras pol¨ªticas
Un hombre duerme en una estancia destartalada. Entra otro, militar, con una careta antig¨¢s. Comienza un di¨¢logo entre los dos sobre los efectos del gas letal, la responsabilidad de los qu¨ªmicos, la guerra... Duro, denso, literario.
The enigmatic visitor (2003),
v¨ªdeo del argentino Sebasti¨¢n D¨ªaz Morales (Project Room en la galer¨ªa berlinesa Carlier/Gebauer), est¨¢ basado, de hecho, en el ciclo de novelas Los lanzallamas, del escritor Roberto Arlt, y es uno de los alegatos antib¨¦licos m¨¢s directos que pueden verse en la feria. La guerra est¨¢ presente en Arco a trav¨¦s de objetos, im¨¢genes y v¨ªdeos que aluden a ella de forma directa o metaf¨®rica. El italiano Antonio Riello (galer¨ªa Astuni), por ejemplo, exhibe una serie de armas de porcelana decorada; el japon¨¦s Kaneda Showichi (galer¨ªa Beijing Tokyo Art Projects) presenta peque?as esculturas de tiburones aerodin¨¢micos "esponsorizados" por marcas de multinacionales, y el portugu¨¦s Miguel Soares (galer¨ªa Gra?a Brandao) exhibe una fotograf¨ªa digital realizada con el
collage de peque?os anuncios extra¨ªdos de Internet, que forman la imagen de un caza tirando una bomba...
Tambi¨¦n est¨¢n los artistas que aluden a otros temas de alcance pol¨ªtico o social. Son menos que otros a?os, pero aun as¨ª la lista ser¨ªa interminable. Entre ellos figuran, por ejemplo, la ya conocida serie fotogr¨¢fica de Allan Sekula (galer¨ªa Christopher Grimes) sobre la recogida del chapapote del Prestige; el cuadr¨ªptico de Adam Jorquera (galer¨ªa Moriarty) sobre el maltrato a mujeres, tema que tambi¨¦n se aborda en el v¨ªdeo de la performance contra la violencia dom¨¦stica de la brasile?a Beth Moys¨¦s (galer¨ªa Fernando Pradilla), en la que participaron 200 mujeres vestidas de novia; la grotesca escultura de un enano de gran parecido con George Bush que presenta Enrique Marty (galer¨ªa Espacio M¨ªnimo); la cocina con Espa?a quem¨¢ndose, que Mateo Mat¨¦ ha titulado Nacionalismo dom¨¦stico (galer¨ªa Oliva Arauna); el dibujo con un Aznar en una composici¨®n goyesca de David Curto (galer¨ªa Ferran Cano), o la fotograf¨ªa de un decomiso de opio titulada Tr¨ªptico judicial
(1999), del colombiano Juan Fernando Herr¨¢n (galer¨ªa Alcuadrado).
Pol¨ªticas son tambi¨¦n las fotograf¨ªas de la instalaci¨®n que realiz¨® Santiago Sierra en la ¨²ltima Bienal de Venecia (exhibe su obra en las galer¨ªas Enrique Guerrero, Lisson y Helga de Alvear), en la que alud¨ªa al tema de la emigraci¨®n y los sin papeles. Lo aborda, desde otra perspectiva m¨¢s pl¨¢stica y directa, el malague?o Rogelio L¨®pez Cuenca (galer¨ªa Juana de Aizpuru) y tambi¨¦n el puertorrique?o Jes¨²s Bubu Negron (galer¨ªa 7Ucio), que, actuando como comisario, ha contratado a m¨²sicos callejeros, en su mayor¨ªa inmigrantes rumanos, para que toquen en la feria igual que lo hacen en el metro -un intento del artista de "hacer visible" su situaci¨®n-, para lo que les ha facilitado un pase. Su alegre fanfarria se ha concentrado ahora en el
stand de la galer¨ªa, ya que el personal de seguridad de la feria los desaloj¨® el primer d¨ªa, seg¨²n el artista, con malos modos.
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