Jordi Punt¨ª "reescribe" en castellano 'Animales tristes', un libro de relatos sobre la vida en pareja
Jordi Punt¨ª (Manlleu, Barcelona 1967), uno de los valores m¨¢s s¨®lidos de la joven literatura catalana, acaba de publicar la traducci¨®n al castellano de los seis relatos que componen su ¨²ltimo libro, Animales tristes, publicado por Salamandra.
Animales tristes, que fue muy bien recibido por cr¨ªtica y p¨²blico en su edici¨®n original (Emp¨²ries, 2002), ha sido traducido del catal¨¢n al castellano por el propio Punt¨ª, que se?al¨®: "Para m¨ª no se trata propiamente de una traducci¨®n, sino de una nueva versi¨®n a partir de un texto que me he permitido cambiar en algunos detalles. Ha sido como reescribir los cuentos otra vez".
Punt¨ª, que ha conseguido recientemente la beca Octavi Pellissa para escribir su primera novela, que llevar¨¢ por t¨ªtulo Maletes perdudes, considera que en Animales tristes expresa su opini¨®n de que "en la vida puede hablarse de dos tipos de felicidad: por un lado, la felicidad aut¨¦ntica, que no existe; y por el otro, la felicidad superficial, que se basa en las peque?as cosas y nos sirve para ir tirando".
"En mis cuentos", a?ade Punt¨ª, "los personajes buscan esa felicidad superficial a trav¨¦s de las ilusiones, a partir de lo que podr¨ªamos denominar teor¨ªa del madelman, un mu?eco que en los anuncios de la televisi¨®n puede hacerlo casi todo pero que en la realidad no hace nada si no le echas imaginaci¨®n. Sucede lo mismo con los coches cuatro por cuatro, que en los anuncios se afirma que pueden llevarte al fin del mundo y que en la vida real te llevan tan s¨®lo a las colas del fin de semana. Si aplicamos este desfase a las relaciones de pareja la cosa es a¨²n m¨¢s grave, porque si falla la ilusi¨®n queda muy poco".
En los cuentos de Animales tristes, los personajes no tienen nombres catalanes, ya que, seg¨²n Punt¨ª, aspira "a tratar situaciones universales y no una sociedad determinada". En este sentido, sirve de ejemplo uno de los cuentos, que transcurre en un recorrido por Ikea.
"?ste es un referente que me atrae", sonr¨ªe Punt¨ª, "porque refleja muy bien lo que dec¨ªa antes de la felicidad superficial. Las tiendas Ikea son iguales en todo el mundo, tanto en Barcelona como en Madrid o en Estocolmo. Su lema es 'Redecora tu vida', que ya es decir, y sugieren que si compras all¨ª invertir¨¢s en felicidad. Por eso eleg¨ª un paseo por Ikea para ambientar uno de mis cuentos".
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