Una delicia

De las cuarenta ¨®peras que compuso Francesco Cavalli, La Statira, principessa di Persia se sit¨²a a mitad de camino. En Venecia se estren¨® en 1656; en N¨¢poles una d¨¦cada m¨¢s tarde, sirviendo como celebraci¨®n de la coronaci¨®n del rey de Espa?a, Felipe IV, y de la boda de su hija Margarita Teresa con el emperador de Austria, Leopoldo I. La ¨®pera se presta a este tipo de acontecimientos en su mezcla de batallitas heroicas, mel¨®dicos lamentos amorosos y situaciones de farsa popular napolitana.

El compositor Francesco Provenzale hizo algunos arreglos para la versi¨®n de N¨¢poles. Hace un par de a?os se ofreci¨® una versi¨®n de concierto de La Statira en la Certosa de San Martino de N¨¢poles, el ultimo verano fue la sensaci¨®n del festival de Beaune en la Borgo?a francesa y ahora se ha representado por primera vez con escena en un teatro de dimensiones moderadas dentro de la temporada del San Carlo de N¨¢poles. Paralelamente se ha editado un registro discogr¨¢fico en el sello Na?ve.

El art¨ªfice de la recuperaci¨®n ha sido Antonio Florio, a trav¨¦s del Centro de Estudios de M¨²sica Antigua y el grupo barroco de la Piet¨¤ de Turchini, una combinaci¨®n ideal para unir musicolog¨ªa y teatro, o para trabajar desde un concepto de compa?¨ªa casi artesanal, con todas las garant¨ªas estil¨ªsticas que ello supone. Florio ha querido resaltar las conexiones y correspondencias entre las dos ciudades fundamentales de la ¨®pera italiana p¨²blica en el siglo XVII: Venecia y N¨¢poles.

El proceso se inscribe adem¨¢s en el renacimiento de la m¨²sica de Cavalli en las ¨²ltimas d¨¦cadas, tanto en Italia, con m¨¢s de una decena de t¨ªtulos diferentes, como en otros pa¨ªses. En nuestro pa¨ªs, Barcelona fue pionera con La Calisto. La ¨²ltima incorporaci¨®n es A Coru?a en esta pr¨®xima primavera con Los amores de Apolo y Dafne.

Lectura po¨¦tica

Los resultados art¨ªsticos de La Statira han sido excelentes. En primer lugar, por la hermos¨ªsima lectura orquestal de Antonio Florio al frente de una Cappella de Turchini tan incisiva como po¨¦tica. Entre los solistas vocales ha destacado Roberta Invernizzi, pero no se han quedado atr¨¢s Maria Ercolano y, en general, todas las voces femeninas.

Menci¨®n aparte merece el genial trabajo interpretativo de Giuseppe de Vittorio. El director de escena escoc¨¦s Paul Curran ha optado, a trav¨¦s de una serie de rampas y pasarelas a varios niveles, con el motivo recurrente de un ala de p¨¢jaro a lo Durero, por la conveniencia de narrar con sencillez evocadora la variedad de situaciones. El espect¨¢culo tiene fluidez y no cae en lo esquem¨¢tico.