El chiste de Patr¨¢s
Su cuaderno de bit¨¢cora habla de ella y del mar. La actriz catalana hizo un viaje en barco por el Peloponeso griego. Y quiz¨¢ cuando termine su compromiso con la obra teatral Se busca impotente para convivir, que representa en Madrid, se saque el t¨ªtulo de capit¨¢n de barco.
Empecemos por las coordenadas de su traves¨ªa, patr¨®n.
Bien. Agosto de 1996. Salida desde Corf¨². Viaj¨¢bamos dos parejas y pretend¨ªamos ir por el canal de Corinto hacia Epidauro, Atenas y la parte este del Peloponeso.
Seguro que a¨²n recuerda los primeros minutos de navegaci¨®n.
Era de noche y sin luna. La oscuridad m¨¢s impresionante que hayas visto. Dej¨¢bamos las luces del puerto para adentrarnos en una pantalla negra total, formada por el mar y el cielo. Era como ir hacia el infinito, al mundo de la verdad, a la naturaleza m¨¢s salvaje. Sent¨ª miedo, excitaci¨®n, felicidad por el reencuentro con el mar.
Cuatro adultos en un barco de 12 metros. ?Estallaron las tormentas?
Es verdad que el barco pone a prueba la convivencia, porque si hay problemas no puedes escapar. Te tienes que aislar espiritualmente. As¨ª que la navegaci¨®n exige mucho respeto, tolerancia y generosidad. Adem¨¢s de disciplina casi militar, porque esto no es un crucero de lujo. Hay que limpiar, hacer guardias y cocinar.
Digo yo que algo de holganza tambi¨¦n permitir¨¢, ?o no?
S¨ª, una vez que est¨¢s en alta mar puedes tomar el sol o dormitar en cubierta, como hacen los perros felices. Yo escrib¨ªa en mi diario, le¨ªa o dibujaba, siempre pendiente de los vientos y del mar, que a veces se enfada.
Entre siesta y siesta, llegaron al canal de Corinto.
Es impresionante. Tiene varios kil¨®metros de largo, pero es muy estrecho. No caben dos barcos. Est¨¢ entre dos monta?as y une el mar Egeo con el J¨®nico. De ah¨ª nos dirigimos hacia Epidauro, que tiene un teatro griego maravilloso. Despu¨¦s quisimos ir hacia las islas de Santorini, Mikonos... pero nos lo impidi¨® el miltemi, un viento de componente norte muy bestia que sopla en verano por esa zona.
?Les jug¨® el mar alguna mala pasada?
S¨ª. ?bamos hacia Atenas y enganchamos un viento brutal que nos parti¨® la vela mayor. El capit¨¢n dijo que volv¨ªamos Patr¨¢s. Al puerto de Patr¨¢s. Parece un chiste, ?verdad? All¨ª pasamos dos d¨ªas cosiendo la vela. Cuando se navega no hay que ponerse plazos de llegada. Importa el trayecto, no el tiempo.
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