M¨²sica para Ant¨ªgona y Edipo

En sus conciertos de la presente semana, el director Josep Pons se ha servido de esos programas que labraron su renombre desde el comienzo de su carrera: dos obras sobre mito griego, una del gigante del siglo XX, ?gor Stravinski, y otra, como estreno absoluto, del zaragozano Jes¨²s Torres, que no parte de S¨®focles directamente, sino del tratamiento que le diera nuestra escritora Mar¨ªa Zambrano.

La segunda, que lleva el mismo t¨ªtulo de una obra breve para teatro, esto es, La tumba de Ant¨ªgona, obedece a un encargo de la Orquesta Nacional y es meramente instrumental, con lo que toda alusi¨®n concreta al drama m¨¢s que relativa se detiene en la sugerencia para el oyente; su l¨®gica estructutal y expresiva es "art¨ªstica y creativa", como nos dice ?lvaro Guilbert en sus estupendas y a¨²n ejemplares "notas de programa".

Torres, nacido en 1955, se define d¨ªa a d¨ªa como singular representante de la generaci¨®n de 1961. Su invenci¨®n sinf¨®nica constituye un todo en el que no se hace posible la disecci¨®n de los elementos constitutivos del arte de la m¨²sica, pero en el caso de su hermosa p¨¢gina sobre S¨®focles-Zambrano, resultan evidentes su impulso dram¨¢tico y su mesura, bien ensalzada por una versi¨®n clara y conmovedora.

Recuerdo con intensidad una versi¨®n de Edipo rey, de Stravinski, escuchada en el Festival de Berl¨ªn y dirigida por Ferenc Fricsay poco antes de su muerte y sin comparaciones, m¨¢s que odiosas in¨²tiles, guardo en la memoria el Edipo dirigido por Pons en el Festival de Granada (julio de 2001) en el Patio de Carlos V, incitante como la de ahora, en moderaci¨®n de colores, ritmos, sustancialidad cl¨¢sica y, en definitiva, en potencia impactante. En resumen, una jornada acumuladora de belleza y fruici¨®n est¨¦tica. Y, adem¨¢s, un triunfo total que debe animar a la organizaci¨®n a volver con mayor frecuencia el legado stravinskiano.