El triunvirato marca el paso
Par¨ªs, Londres y Berl¨ªn toman la iniciativa en la pol¨ªtica militar europea ante la par¨¢lisis institucional
Francia, Reino Unido y Alemania han decidido marcar el ritmo militar europeo para proyectos conjuntos, al margen de que la UE se dote o no de un tratado constitucional. La Europa de la Defensa saldr¨¢ adelante con o sin Constituci¨®n, aseguran fuentes diplom¨¢ticas francesas. La ¨²ltima de las iniciativas ha sido la de presentar a sus colegas un proyecto para crear unidades r¨¢pidas de combate, que actuar¨ªan principalmente a instancias de la ONU en misiones de prevenci¨®n, mantenimiento de la paz o gesti¨®n de crisis, especialmente en ?frica. Los tres grandes, que act¨²an cada vez m¨¢s como si fueran un directorio dentro de la Uni¨®n, quieren una respuesta de los dem¨¢s socios este mismo a?o a fin de que estos batallones de ¨¦lite, de un millar y medio de soldados, est¨¦n ya operativos no m¨¢s tarde de 2007.
La Europa de la Defensa saldr¨¢ adelante con o sin Constituci¨®n
Jacques Chirac, Tony Blair y Gerhard Schr?der abordar¨¢n el tema en la reuni¨®n tripartita del pr¨®ximo mi¨¦rcoles en Berl¨ªn. Lo han definido como "documento de reflexi¨®n", pero m¨¢s de uno lo ve como un tr¨¢gala de los l¨ªderes franc¨¦s, brit¨¢nico y alem¨¢n, cuyo prestigio en Europa crece parad¨®jicamente en la misma proporci¨®n que se debilita su figura en sus respectivos pa¨ªses. La idea es cien por cien de brit¨¢nicos y franceses, m¨¢s de los primeros que de los segundos, y a ella se han sumado al final los alemanes. Fue esbozada en la ¨²ltima cumbre franco-alemana el pasado noviembre en Londres, entregada a los embajadores del Comit¨¦ Pol¨ªtico y de Seguridad (COPS) de la UE el pasado d¨ªa 10, y anteayer comenz¨® a ser objeto de preliminar discusi¨®n. En lo militar tiene acento brit¨¢nico, y en lo pol¨ªtico, franc¨¦s, opinan algunas fuentes no oficiales al evocar el proyecto multinacional que durante la primera guerra del Golfo, en 1991, fue realizado en el Kurdist¨¢n bajo mando ingl¨¦s y la voluntad de que disponga del paraguas de Naciones Unidas y de su cap¨ªtulo VII (acciones destinadas a restablecer la paz y la seguridad internacionales).
"El plan concreta bastante los requerimientos y fija tambi¨¦n un gui¨®n preciso", asegura un embajador de uno de los pa¨ªses que no forma parte del directorio y convencido de que su gobierno se sumar¨¢ al mismo: "Nadie quiere perder el tren". "No pienso que suponga un freno al desarrollo de la Fuerza de Reacci¨®n R¨¢pida (FRR)" de la UE, en contra de quienes as¨ª lo creen, comenta otro. La FRR tiene objetivos m¨¢s amplios. Estar¨ªa integrada por 60.000 soldados con capacidad de desplegarse en un plazo de dos meses para operaciones de al menos un a?o de duraci¨®n.
El proyecto tripartito propone la creaci¨®n de batallones de ¨¦lite de unos 1.500 hombres cada uno para desplazarse en menos de dos semanas en misiones de entre 30 y 120 d¨ªas en zonas de crisis, especialmente en ?frica. Es este continente donde franceses y brit¨¢nicos han realizado con relativo ¨¦xito operaciones de urgencia ¨²ltimamente: Congo, Costa de Marfil y Sierra Leona. Los promotores piensan, sobre todo, en la que tuvo lugar el pasado junio en Bunia, en el este de la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo. Fue una misi¨®n muy bien dirigida por Francia con apoyo brit¨¢nico y holand¨¦s, compuesta por m¨¢s de 2.000 soldados, que concluy¨® en septiembre. No requiri¨® el auxilio de la OTAN, como sucedi¨® antes en Macedonia.
El deseo es que se sumen todos los dem¨¢s socios comunitarios, pero con el firme compromiso de que sean capaces de aportar efectivos y log¨ªstica, y realicen ellos mismos el adiestramiento. El plan subraya que estas fuerzas operar¨¢n en colaboraci¨®n con la ONU, aunque no necesariamente. Los tres grandes sugieren iniciar inmediatamente contactos con el secretario general de Naciones Unidas para perfilar la cooperaci¨®n.
La reacci¨®n de los dem¨¢s pa¨ªses miembros ha sido por ahora de "positiva prudencia". Un solo pa¨ªs, B¨¦lgica, exponente m¨¢ximo de impulsar hasta el fondo una pol¨ªtica militar europea, no ha esperado ni un minuto. Su ministro de Defensa, Andr¨¦ Flahaut, la apoya y la considera "indispensable en el contexto estrat¨¦gico actual". Otros han pedido m¨¢s tiempo y han requerido m¨¢s informaci¨®n sobre c¨®mo se articular¨¢ con la Fuerza de Respuesta de la OTAN (20.000 hombres), destinada a misiones rel¨¢mpago para amenazas de terrorismo o de armas de destrucci¨®n masiva, que fue lanzada el pasado octubre pero que no estar¨¢ operativa hasta 2006. El documento de reflexi¨®n indica en su parte final que "estas unidades de combate tendr¨¢n una utilidad potencial para contribuir al desarrollo de la fuerza de la OTAN". "No son excluyentes, son complementarias", afirma una fuente diplom¨¢tica francesa. "No queremos debilitar la OTAN", afirm¨® la ministra de Defensa francesa, Mich¨¨le Alliot-Marie, hace una semana en M¨²nich. El plan franco-brit¨¢nico-alem¨¢n pretende que al menos los seis mayores pa¨ªses de la UE (Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Espa?a y Polonia) aporten cada uno una de esas unidades y los dem¨¢s contribuyan igualmente en otras de car¨¢cter multinacional.
Ahora queda por ver c¨®mo reaccionar¨¢ Estados Unidos. "En principio, no deber¨ªa presentar reservas. Se trata de misiones de baja intensidad en un ¨¢rea sobre la que en principio no tiene previsto actuar", indica un diplom¨¢tico de la UE. Otro, sin embargo, no lo ve tan claro: "Trabajar con la actual Administraci¨®n norteamericana es un quebradero de cabeza. El Pent¨¢gono no entiende la pol¨ªtica de defensa europea". Tras no pocas dificultades, y gracias a la persuasi¨®n de Blair, Washington acept¨® el pasado diciembre que la Uni¨®n disponga de una c¨¦lula militar para planificar misiones en las que la Alianza Atl¨¢ntica no vaya a participar.
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