"Esto no es un experimento universitario"

Ana G¨®mez, profesora titular de Trabajo Social y Servicios Sociales de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, tiene clara cu¨¢l es la filosof¨ªa de la Residencia Flora Trist¨¢n: "Que el centro est¨¦ abierto al barrio, que de forma paulatina nos vayamos integrando y que se cree una vinculaci¨®n fuerte". Para la profesora, no es s¨®lo una vivienda a buen precio para los estudiantes sino que aspira a que ¨¦stos colaboren.

"Siempre en la medida que puedan porque evidentemente son estudiantes y tiene que sacar su carrera", aclara. Ana G¨®mez esta convencida de que el proyecto saldr¨¢ adelante y que sus alumnos, "no s¨®lo vienen a proponer actividades, principalmente vienen a colaborar, se acomodar¨¢n al ritmo vecinal para ver c¨®mo se realizan las cosas".

Explica que la idea de la residencia nace cuando un directivo de la empresa Dragados ofrece a la antigua rectora de la Universidad Pablo de Olavide, Rosario Valpuesta, la posibilidad de comprar un bloque de Viviendas de Protecci¨®n Oficial (VPO) en la barriada del Pol¨ªgono Sur. "Al principio, cuando se realiz¨® la compra, me choc¨®. No ve¨ªa que se pudiese hacer una residencia, aunque luego al conocer el Colegio Mayor que funcionaba en Valencia lo vi claro", explica. "Esto no se debe de entender como que la universidad llega y soluciona los problemas del Pol¨ªgono Sur, porque ni puede ni es de su competencia. Tampoco es un experimento, ni un edificio para hacer pr¨¢cticas. Se trata simplemente de una forma de convivencia", afirma.

La residencia cuenta con un total de 112 viviendas que estar¨¢n listas a partir del pr¨®ximo curso para que vivan cerca de 210 estudiantes de cualquier licenciatura o doctorado de las universidades sevillanas. Los pisos tienen tres habitaciones aunque de momento s¨®lo albergar¨¢n a dos estudiantes, el tercer cuarto servir¨¢ como sala de estudio. Tambi¨¦n habr¨¢ un piso com¨²n donde se reunir¨¢n los estudiantes, aulas de inform¨¢tica, biblioteca y sal¨®n de actos.

En definitiva, una residencia universitaria como otra cualquiera desde fuera aunque desde dentro se busca la implicaci¨®n de los alumnos en los problemas del barrio. De momento, la universidad ya ha contratado a vecinos de la barriada para la seguridad y el mantenimiento del centro.