La muerte de un joven aborigen desencadena violentos disturbios raciales en Australia
Los manifestantes acusan a la polic¨ªa de Sidney de provocar el empalamiento de la v¨ªctima
La muerte de un adolescente aborigen australiano provoc¨® una violenta revuelta en los suburbios de Sidney, que se origin¨® en la madrugada de ayer (hora peninsular espa?ola) y se prolong¨® durante nueve horas. Durante los enfrentamientos con la polic¨ªa al menos 40 agentes resultaron heridos cuando cientos de abor¨ªgenes tomaron las calles de una empobrecida barriada de la ciudad australiana y se enfrentaron a los polic¨ªas antidistirbios armados con palos, ladrillos y c¨®cteles molotov. Todo se desencaden¨® al conocerse que un muchacho de 17 a?os hab¨ªa muerto empalado en una valla de metal.
Thomas Hickey, un aborigen de 17 a?os, muri¨® el domingo en un hospital de Sidney a consecuencia de las heridas sufridas cuando se cay¨® sobre una valla de metal, una de cuyas varillas atraves¨® su cuerpo. Al parecer el joven hab¨ªa sufrido un accidente mientras montaba en bicicleta. Sin embargo, Gail Hickey, madre del fallecido, acus¨® a la polic¨ªa australiana de haber provocado la muerte de su hijo, ya que una patrulla persegu¨ªa al joven y provoc¨® su ca¨ªda. "Mi hijo hab¨ªa bajado a por dinero y esos perros han terminado mat¨¢ndole. ?C¨®mo termina un joven de 17 a?os sobre una valla de metal? La polic¨ªa ha matado a mi hijo", explic¨® la mujer.
Por su parte, un portavoz policial asegur¨® que el joven sali¨® corriendo cuando vio acercarse a un coche patrulla, y que unos metros mas all¨¢ perdi¨® el control de la bicicleta, cayendo sobre la valla de metal. Bob Carr, jefe de polic¨ªa de Nueva Gales del Sur, prometi¨® una investigaci¨®n independiente y expres¨® a la familia sus condolencias por "la tr¨¢gica muerte de un hombre joven".
La noticia corri¨® como la p¨®lvora por el barrio de Redfern, un depauperado suburbio de la ciudad habitado por abor¨ªgenes y conocido simplemente como El Bloque. Un centenar de personas, muchas de ellas con el torso descubierto -y seg¨²n numerosos testigos tambi¨¦n en estado ebrio-, protest¨® violentamente por la muerte de Hickey. Levantaron barricadas con basuras a las que prendieron fuego y comenzaron a lanzar piedras, c¨®cteles molotov y fuegos artificiales contra la l¨ªnea de antidisturbios que trataba de contenerlos. Los cristales de numerosos comercios resultaron destrozados y hubo algunos peque?os saqueos.
Desinformaci¨®n
"No s¨®lo atacaban a la polic¨ªa, tambi¨¦n lanzaron artefactos incendiarios contra la estaci¨®n de ferrocarril", destac¨® Bob Waites, el vicecomisionado de polic¨ªa, quien culp¨® a la "desinformaci¨®n o la intoxicaci¨®n" como causantes de los incidentes. "Un valiente episodio ha tenido lugar aqu¨ª durante la noche y continuar¨¢ mientras nuestra comunidad sufra el ostracismo y la intimidaci¨®n y sea traumatizada por la polic¨ªa racista de Nueva Gales del Sur", advirti¨® Lyall Munro, una de las figuras principales de los abor¨ªgenes de El Bloque. La polic¨ªa despleg¨® m¨¢s unidades en la zona en previsi¨®n de que pudiera repetirse la revuelta.
Durante nueve horas polic¨ªas y abor¨ªgenes se persiguieron por las estrechas callejuelas del gueto. Los manifestantes lanzaban latas llenas de basura ardiendo contra los polic¨ªas y utilizaban tubos como improvisadores lanzacohetes. Al final, cinco personas fueron detenidas y al menos 40 polic¨ªas resultaron heridos, nueve de ellos tuvieron que ser ingresados en un hospital. La mayor¨ªa de los agentes heridos ten¨ªan alg¨²n hueso roto.
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