"Con s¨®lo ver las ruedas..."
El mal estado de los aviones de origen sovi¨¦tico utilizados para su transporte era un secreto a voces entre las tropas espa?olas desplegadas en Afganist¨¢n. Tanto, que los propios militares de la agrupaci¨®n ASPFOR IV, a la que pertenec¨ªa la mayor¨ªa de los 62 fallecidos en el accidente de Trabzon, lo convirtieron en objeto de bromas macabras. La imagen superior procede de un CD preparado por la agrupaci¨®n para uno de sus mandos, como recuerdo de su estancia en Afganist¨¢n. Bajo el t¨ªtulo "aviones rusos", flanqueado por los escudos de la ISAF (la fuerza de la OTAN para Afganist¨¢n) y de la propia unidad, aparece el tren de aterrizaje de un Ilyhusin 76, probablemente el que vol¨® el 24 de marzo desde Zaragoza a Kabul, con los neum¨¢ticos visiblemente deteriorados.
El propio teniente coronel Jos¨¦ Manuel Solar, jefe del contingente y una de las v¨ªctimas del accidente del Yak-42, elev¨® por conducto reglamentario dos partes de queja, referidos al vuelo de ida a Afganist¨¢n, efectuado el 15 de enero, y al viaje de vuelta de una parte de sus subordinados, el 14 de mayo.
"La compa?¨ªa a¨¦rea contratada no hab¨ªa realizado las previsiones necesarias para realizar un vuelo de estas caracter¨ªsticas (el avi¨®n llega sin carburante suficiente y no ten¨ªa los permisos de vuelo perfectamente asegurados)", denunci¨® Solar.
"Con s¨®lo ver las ruedas y la ropa tirada por la cabina te da la taquicardia", le dec¨ªa el comandante Jos¨¦ Manuel Ripoll¨¦s a su hermano en un correo electr¨®nico enviado pocos d¨ªas antes de subir al Yak-42. "Como te puedes imaginar", explicaba, "no son aviones nuestros, sino alquilados a un grupo de piratas a¨¦reos que en condiciones l¨ªmite trasladan nuestro material y personal, te hablo de los Tupolev, los Yakovlev... Vamos como el avi¨®n, mejor dicho, el vi¨®n que tuvo una apertura fortuita en ?frica y fueron succionados los pasajeros".
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