Jaque al rey
Pese a ser una obviedad, es necesario recordar una vez m¨¢s que Carod Rovira es uno de los l¨ªderes m¨¢s importantes del panorama pol¨ªtico catal¨¢n y, por extensi¨®n, del conjunto del panorama pol¨ªtico espa?ol, en el que por m¨¦ritos propios, pero sobre todo por la voluntad interesada del Partido Popular y las necesidades de su pol¨ªtica de alianzas con CiU, ha llegado a ocupar un primer plano en el debate electoral. Pero al margen de utilizaciones instrumentales, nadie, ni sus enemigos, puede negarle que ha encabezado un proceso de decantaci¨®n aut¨®noma del nacionalismo de izquierdas de la supeditaci¨®n al nacionalismo conservador iniciado en la primera legislatura catalana, consolidando un partido en proceso de crecimiento y un equipo de dirigentes j¨®venes y capaces, y rompiendo la hegemon¨ªa del pujolismo y su subordinaci¨®n m¨¢s o menos enmascarada a la derecha espa?olista. Tampoco puede silenciarse que a la direcci¨®n encabezada por Carod Rovira se debe la decisi¨®n de utilizar la llave que democr¨¢ticamente le hab¨ªa otorgado el electorado para abrir la puerta a las nuevas expectativas creadas por el tripartito.
ETA ha situado el rey de ERC en la inc¨®moda posici¨®n de jaque mate
Sin embargo, la repetici¨®n sincera de todas estas obviedades no puede disminuir la responsabilidad del l¨ªder catal¨¢n en su desafortunada iniciativa de reunirse con representantes de ETA. Bien al contrario, los l¨ªderes pol¨ªticos, y m¨¢s si tienen cargos institucionales, no pueden medir sus acciones con par¨¢metros individuales, sino que, en funci¨®n de las repercusiones colectivas de sus actividades, tienen la obligaci¨®n imperativa de medir previamente el significado de sus actos considerando su repercusi¨®n p¨²blica posterior como una parte importante de su responsabilidad. En consecuencia, el inevitable aprovechamiento demag¨®gico que puedan hacer los adversarios y, a¨²n m¨¢s, las consecuencias negativas que puedan derivarse para los propios y los aliados son hechos que, por ser previsibles, obligan a los protagonistas a responder hasta las ¨²ltimas consecuencias.
Es cierto que despu¨¦s de un periodo inicial de desconcierto, breve pero inquietante, se negoci¨® una salida al error pol¨ªtico de Carod, la cual, si bien no reparaba plenamente la v¨ªa de agua abierta en el PSOE, descartaba al menos las amenazas de fractura inmediata del tripartito, al tiempo que recompon¨ªa la ubicaci¨®n de Carod Rovira ante su organizaci¨®n y ante sus votantes, pese a que la necesidad de no perder pie le llevaba inicialmente a plantear su nueva situaci¨®n como un falso plebiscito y a separar artificialmente en sus explicaciones p¨²blicas el fondo de la forma.
Ahora, la intervenci¨®n p¨²blica previsible de ETA, lanzada en medio de una situaci¨®n pol¨ªtica acelerada por la proximidad electoral, lejos de haber restablecido la normalidad, ha situado al rey de ERC en la inc¨®moda posici¨®n de jaque mate, una situaci¨®n en la que la histeria inicial de la derecha hab¨ªa ya intentado colocar al l¨ªder de ERC pero que ahora, despu¨¦s del terrorismo verbal de ETA, se ha convertido en una situaci¨®n real. Probablemente ser¨ªa ahora un error que quien, al margen de su voluntad, se ha colocado en el centro del hurac¨¢n se enrocase en la nueva situaci¨®n en lugar de darle una salida desde una visi¨®n estrat¨¦gica de futuro.
Para ello habr¨ªa que partir de la consideraci¨®n de que no es bueno, ni para la izquierda espa?ola en general, ni para la estabilidad y la credibilidad del tripartito, ni para el propio l¨ªder, dejar flotando en el aire la posibilidad de que Carod Rovira pueda reclamar su retorno como conseller en cap del Gobierno de la Generalitat. Las especiales circunstancias pol¨ªticas que rodean laactual contienda electoral, el importante papel que el conjunto de representantes de ERC desempe?an ya en el equipo de gobierno y la urgente necesidad de que nada se interponga entre la eficiente labor del conjunto de los consejeros y los ciudadanos exigen, a mi entender, que, una vez aceptado sin dudas tanto entre los amigos como ante los adversarios que Carod Rovira es un s¨®lido l¨ªder pol¨ªtico, proclame sin ambig¨¹edad que su futuro inmediato no est¨¢ en recuperar una conselleria en cap conflictiva y devaluada, sino en liderar su partido desde el Congreso de los Diputados para recuperar su credibilidad ante el conjunto de Espa?a, haciendo pol¨ªtica catalana y a favor de Catalu?a, tal vez sin desde?ar la perspectiva de encabezar, dentro de cuatro a?os, su candidatura como candidato a la presidencia de la Generalitat, midi¨¦ndose d¨ªa a d¨ªa en el mismo hemiciclo con el representante de la derecha catalana y posible candidato en el futuro de CiU a la presidencia de la Generalitat, es decir, con Duran Lleida.
En resumen, desde una reflexi¨®n que desea y pretende ser lo m¨¢s objetiva pol¨ªticamente, creo que es urgente que Carod Rovira defina sin ambig¨¹edad su papel de liderazgo catal¨¢n en Espa?a, donde debe serenamente combatir sin reservas el clima de incomprensi¨®n que se ha creado, contribuyendo al mismo tiempo a la necesaria clarificaci¨®n del escenario en nuestro propio pa¨ªs, pero tambi¨¦n como una acertada inversi¨®n personal y colectiva de futuro.
En el juego del ajedrez parece que, ante las dificultades, existe la posibilidad defensiva de enrocar el rey. Pero ni la situaci¨®n actual es un juego, ni Carod Rovira parece se un l¨ªder defensivo.
Antoni Gutierrez D¨ªaz es ex vicepresidente del Parlamento Europeo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.