Los Oscar de Hollywood se preparan para el previsible "a?o de los anillos"
'El retorno del rey', de Peter Jackson, con 11 candidaturas, parte como favorita en la 76? edici¨®n de los premios, que se conceder¨¢n en Los ?ngeles el pr¨®ximo 29 de febrero
En Hollywood, la 76? edici¨®n de los Oscar ya es conocida como "el a?o de los anillos", en la creencia de que la m¨¢xima aspirante a este premio, El se?or de los anillos: el retorno del
rey, triunfar¨¢, si no en todas, al menos en la mayor parte de sus 11 candidaturas. As¨ª, al menos, ha ocurrido en las otras entregas de premios de esta temporada. Este reconocimiento a las tres entregas de este filme ¨¦pico quedar¨¢ demostrado el pr¨®ximo 29 de febrero en el teatro Kodak de Los ?ngeles si es que en el ¨²ltimo momento no hay una sorpresa por parte de los cerca de 6.000 miembros de la Academia de Artes y Ciencias Cinematogr¨¢ficas con derecho a voto. Los otros candidatos en la categor¨ªa de mejor pel¨ªcula -Lost in translation, Seabiscuit, Master & Commander y, especialmente, Mystic River- siempre podr¨ªan llevarse la estatuilla. Como estos d¨ªas repite machaconamente Clint Eastwood en los anuncios de promoci¨®n de su pel¨ªcula, Mystic River, "es un filme de la vieja escuela en el que los escritores escriben y los actores act¨²an. Sin efectos especiales, s¨®lo historias y gente". Y eso es lo que siempre les ha gustado a los acad¨¦micos.
As¨ª ha sido al menos hasta hace poco, porque en los ¨²ltimos a?os soplan aires de cambio, y a¨²n se recuerda la victoria en la pasada edici¨®n de un pr¨®fugo como Roman Polanski, de un extranjero como Pedro Almod¨®var y de un rapero como Eminem. Aires que este a?o han vuelto a romper fronteras, al menos las geogr¨¢ficas, al incluir en la lista de los candidatos un n¨²mero cada vez mayor de pel¨ªculas extranjeras fuera de la categor¨ªa de mejor filme en lengua no inglesa.
Cuatro candidaturas para Ciudad de Dios, incluida la de mejor director para Fernando Meirelles; dos para la canadiense Las invasiones b¨¢rbaras, entre ellas mejor gui¨®n original, y otras dos para la cinta de animaci¨®n The Triplets of Belleville, incluida la de mejor canci¨®n original, usurpando el puesto tradicionalmente reservado para las pel¨ªculas de Disney.
Un cambio que muchos en esta industria achacan no tanto a una transformaci¨®n de las reglas como a la victoria de Almod¨®var al mejor gui¨®n con Hable con ella. Un hito hist¨®rico. Los aires internacionales tambi¨¦n se reflejan entre los actores candidatos. Desde la iran¨ª Shohreh Aghdashloo hasta la neozelandesa Keisha Castle-Hughes, el puertorrique?o Benicio del Toro o el japon¨¦s Ken Watanabe.
Pero entre todos estos cambios hay uno por el que esta edici¨®n ser¨¢ recordada, a su pesar. Por primera vez, los Oscar se retransmitir¨¢n en diferido. Se trata de un desfase de cinco segundos con el que la cadena ABC, encargada de la retransmisi¨®n, quiere protegerse de la ola de moralidad que afecta a los medios de comunicaci¨®n desde que el seno de Janet Jackson se convirti¨® en el centro de las miradas de la naci¨®n. La Academia ha expresado su preocupaci¨®n por esta forma de censura, con la que en su opini¨®n "perdemos todos". Para hacer olvidar este atentado contra la libertad de expresi¨®n, el productor de la velada, Joe Roth, adem¨¢s de prometer que la censura no afectar¨¢ a los discursos de los ganadores, ha garantizado una ceremonia con clase, con una gran escalinata blanca en el escenario que haga justicia al glamour de las nuevas estrellas, al m¨¢s puro estilo de los a?os dorados de Broadway.
Pero, en ¨²ltima instancia, la mayor preocupaci¨®n es superar unos ¨ªndices de audiencia que el pasado a?o estuvieron en uno de los puntos m¨¢s bajos de su historia, con 33 millones de espectadores en Estados Unidos, 22 millones menos que en 1998, cuando vieron c¨®mo Titanic navegaba en un oc¨¦ano de premios. Para ello, la Academia ha recurrido a un arma infalible: Billy Crystal. Por octava ocasi¨®n ejercer¨¢ las labores de maestro de ceremonias. Adem¨¢s, para ajustar lo m¨¢s posible la longitud de una velada que siempre se alarga m¨¢s de lo necesario, s¨®lo se entregar¨¢ un premio de honor, a Blake Edwards. Con ello se pretende no pasar de las tres horas de retransmisi¨®n y dejar m¨¢s tiempo para las celebraciones fuera de las c¨¢maras, primero en el Baile de los Gobernadores, ceremonia oficial de la Academia que tiene lugar en el edificio contiguo al teatro Kodak, y luego, en las m¨²ltiples fiestas que llenan la ciudad, en especial la que organiza la revista Vanity Fair y la de Elton John en beneficio de la lucha contra el sida. Miramax faltar¨¢ a su cita anual. Ha cancelado su habitual fiesta de celebraci¨®n quiz¨¢ por la decepci¨®n de los hermanos Weinstein de no haber obtenido, por primera vez en una d¨¦cada, ninguna candidatura a la mejor pel¨ªcula para alguna de sus producciones. Decepci¨®n que se acent¨²a por la ausencia de Cold mountain de las principales categor¨ªas. Pero el hueco dejado por Miramax no quedar¨¢ desaprovechado en una edici¨®n en la que los encargados de New Line est¨¢n dispuestos a tirar la casa por la ventana para celebrar con el reparto y el equipo de El se?or de los anillos una victoria que consideran de proporciones "tit¨¢nicas". A menos, claro est¨¢, que haya una sorpresa.
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