Pol¨ªticas que pasan factura
La presentaci¨®n de las perspectivas financieras 2007-2013 en la Uni¨®n Europea ha servido para darnos cuenta de la enorme cantidad de dinero que hemos recibido de nuestros socios comunitarios en los ¨²ltimos 17 a?os. En el a?o 2002, el saldo nos fue favorable en 8.400 millones de euros, casi 1,3 billones de las antiguas pesetas. Aunque esos 8.400 millones de euros de 2002 son la diferencia entre lo que pagamos a Bruselas -7.000 millones de euros- y lo que recibimos -15.400 millones-, la atenci¨®n se ha centrado fundamentalmente en c¨®mo van a disminuir estos ¨²ltimos a partir de 2007. Es normal que las ayudas empiecen a disminuir, puesto que, desde que entramos en la Comunidad en 1985, Espa?a ha estado creciendo todos los a?os -excepto dos- por encima de la media europea. Adem¨¢s, los pa¨ªses que ahora entran en la Uni¨®n son m¨¢s pobres que nosotros y es l¨®gico que Espa?a vea disminuidos los fondos que recibe.
No obstante, aunque ¨¦sa es la direcci¨®n inevitable, siempre cabr¨ªa, como sucede en toda negociaci¨®n comunitaria, introducir aplazamientos o suavizaciones en inter¨¦s de Espa?a. Pero, desgraciadamente, la absurda pol¨ªtica exterior del Gobierno de Aznar nos va a pasar factura en esta negociaci¨®n. La arrogancia de insultar a Francia y a Alemania -los viejos- nos costar¨¢ dinero. Estamos muy lejos de aquella pol¨ªtica de ser simp¨¢ticos con nuestros vecinos que nos permiti¨®, por ejemplo, conseguir para Espa?a el Fondo de Cohesi¨®n.
Pero se ha prestado menos atenci¨®n al otro componente que explica la disminuci¨®n del saldo de fondos comunitarios; me refiero al aumento de las aportaciones de Espa?a al presupuesto comunitario. Este factor es importante, porque, cuanto m¨¢s aportemos, menor ser¨¢ el saldo neto recibido de la Uni¨®n. Y no hay que esperar a 2006 para ver c¨®mo se reduce el saldo como consecuencia del aumento de nuestras aportaciones. En los ¨²ltimos a?os, y a pesar de que la recepci¨®n de fondos ha seguido aumentando, el saldo neto con la Comunidad ha ca¨ªdo de 8.400 millones de euros en 2002, a 6.400 millones en 2004. Hemos perdido, en s¨®lo dos a?os, 2.000 millones de euros, o sea, unos 300.000 millones de pesetas, porque han aumentado nuestras aportaciones a Bruselas.
Aznar no ha tardado en dar una explicaci¨®n, como siempre, arrogante: "Pagamos m¨¢s porque somos m¨¢s ricos". Pues bien, eso es cierto s¨®lo en una m¨ªnima parte, porque nuestros mayores pagos relativos son, sobre todo, consecuencia de una pol¨ªtica macroecon¨®mica inflacionista. Pagamos cada vez m¨¢s porque tenemos m¨¢s inflaci¨®n que nuestros socios, ya que las aportaciones presupuestarias est¨¢n muy relacionadas con la evoluci¨®n del PIB nominal, que suma el crecimiento real y el de los precios. La inflaci¨®n espa?ola en los tres ¨²ltimos a?os, medida por el deflactor del PIB, se ha movido entre el 4% y el 5% anual frente a, por ejemplo, la inflaci¨®n francesa, que se ha movido s¨®lo por encima del 1%. En ese periodo, Espa?a ha crecido en t¨¦rminos reales algo m¨¢s que Francia -un 7%, frente al 4% de Francia en tres a?os-, pero nuestros precios en esos tres a?os han crecido un 14%, frente a un crecimiento del 5% en Francia. Con todo ello, el aumento del PIB nominal espa?ol, que es el m¨¢s relacionado con las aportaciones presupuestarias, ha aumentado un 21,5%, frente al 9% franc¨¦s. Alg¨²n d¨ªa pagaremos -con un menor crecimiento futuro- las consecuencias de haber aumentado los precios un 14% en tres a?os en vez de un 5%, como lo ha hecho Francia. Comprobaremos que fue un mal negocio aumentar la inflaci¨®n todos los a?os para poder lucir un poquito m¨¢s de crecimiento real. Eso lo pagaremos con menor crecimiento futuro, pero, en lo que se refiere a la factura que esa pol¨ªtica inflacionista nos puede pasar en t¨¦rminos de disminuci¨®n de la transferencia neta de recursos comunitarios a Espa?a, no hay que esperar ni hacer apuestas. Ya hemos empezado a pagarla. Zapatero o Rajoy se van a enterar.
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