Sobre seguridad ciudadana

La memoria me lleva a aquellos guardias entra?ables del Retiro madrile?o, cuya funci¨®n era simplemente eso, guardar. Con su escopeta de perdigones y su traje de pana marr¨®n impon¨ªan el orden en su territorio de casta?os, setos, praderas y bancos de madera. Conviv¨ªan con los grises, de recuerdo menos grato, y con el verde de la Guardia Civil, y despu¨¦s con otros tonos igualmente sombr¨ªos, hasta la ¨¦poca de la transici¨®n, en la que la creaci¨®n del Cuerpo Superior de Polic¨ªa, la creaci¨®n de las comisar¨ªas en ciudades de m¨¢s de 20.000 habitantes, las nuevas competencias de la Guardia Civil y, sobre todo, una nueva realidad pol¨ªtica y social dieron origen a la situaci¨®n actual. Ahora, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad ya no son percibidos como elementos de represi¨®n, sino de colaboraci¨®n. La Polic¨ªa Municipal tambi¨¦n participa de este nuevo concepto, y aunque lejos del concepto, y aunque lejos del ut¨®pico ideal de ciudad sin polic¨ªas, el ciudadano actual conoce, asume y respeta las competencias de este cuerpo, auxiliar de lo judicial y nacional y garante del cumplimiento de las ordenanzas municipales.

Hay que explicar cu¨¢les ser¨¢n las pol¨ªticas de solidaridad con los que han sufrido los delitos

Los cuerpos de polic¨ªa son eficientes, pero carecen de los medios suficientes

Actualmente, la Polic¨ªa Municipal tiene buenos equipamientos, acceso a una formaci¨®n especializada y trabaja en grupos coordinados por ¨¢reas de inter¨¦s, con la consiguiente eficacia, que redunda en el buen servicio al ciudadano. Si a la historia le ponemos cifras, en Alcobendas, en los primeros a?os de la transici¨®n, ten¨ªamos 31 polic¨ªas municipales, actualmente m¨¢s de 150 y la plantilla en constante crecimiento. La Polic¨ªa Nacional, en cambio, cuando se cre¨® la comisar¨ªa de Alcobendas-San Sebasti¨¢n de los Reyes, hace 25 a?os, ten¨ªa 134 agentes. Ahora tiene 134, es decir, no ha ampliado su plantilla. Y esta situaci¨®n es generalizable a todo el territorio de la Comunidad de Madrid. La poblaci¨®n, sin embargo, se ha triplicado y aumenta a¨²n m¨¢s en raz¨®n de la poblaci¨®n activa. No olvidemos los puestos de trabajo, m¨¢s de 42.000, y tambi¨¦n el mayor nivel de renta de la zona y la existencia de urbanizaciones de lujo en ambos territorios municipales, que aumentan el riesgo real de delincuencia.

? Por qu¨¦, entonces, el Ministerio del Interior no ha aumentado esas plantillas? ?sa es la pregunta clave y la respuesta tambi¨¦n aclarar¨¢ algunas cosas al ciudadano preocupado por su seguridad: los Cuerpos de Seguridad son eficaces, de ello no hay duda, pero carecen de los medios suficientes.

Y aqu¨ª entramos en el debate de la seguridad y en tantos otros. Aqu¨ª entra en juego la pol¨ªtica, la opci¨®n que el ciudadano elige con su voto. ?Bajamos impuestos? Parece una buena oferta, pero, l¨®gicamente, va despu¨¦s acompa?ada de un recorte inevitable en la prestaci¨®n des servicios, poco a poco, pero ineludiblemente. Claro que para aquellos que puedan permit¨ªrselo siempre existe la opci¨®n privada, ¨¦se es un modelo.

Pero ?cu¨¢l es el nuestro? ?Qu¨¦ pide un alcalde a las administraciones central y auton¨®mica para garantizar la seguridad de sus vecinos? La respuesta es un estudio exhaustivo y claro de la situaci¨®n de la delincuencia en la Comunidad de Madrid, consultando a los comisarios y responsables, y una verdadera cumbre en dos planos, t¨¦cnico y pol¨ªtico, donde se debata sobre medios, equipos y personas, reconociendo que estamos ante una situaci¨®n de mayor delincuencia, producto del modelo de sociedad, y que, por tanto, el problema es estructural y no se puede atajar con propuestas poco o nada fundamentadas en la realidad.

?Cu¨¢l es el papel que debe jugar la Comunidad de Madrid en el mantenimiento de la seguridad ciudadana en los pueblos y ciudades de nuestra regi¨®n? El se?or Gallard¨®n, anterior presidente de esta Comunidad, se declaraba "irresponsable" en materia de seguridad, a pesar de que Madrid est¨¢ 24 puntos por encima de la media nacional en cuanto a su tasa de delincuencia. La se?ora Aguirre, sin embargo, trata de abordar los graves problemas de seguridad ciudadana de nuestras ciudades poniendo 5.500 polic¨ªas nuevos, en una propuesta irreflexiva que quiere ser la respuesta al clamor popular ante la situaci¨®n de inseguridad y de desmantelamiento de los servicios p¨²blicos de polic¨ªa. Lamentablemente, la Administraci¨®n que gobierna no tiene capacidad para realizarlo, dado que no posee ni las competencias ni los servicios p¨²blicos para llevarlo a cabo.

Celebro que la Comunidad de Madrid decida implicarse de forma clara y contundente en la materia de seguridad ciudadana, pero las cosas hay que hacerlas bien. Las claves del fiasco de las Bescam [Brigadas Especiales de Seguridad de la Comunidad de Madrid] responden a errores estrat¨¦gicos cometidos por la se?ora presidenta, que son, en su mayor parte, producto de la falta del necesario debate y posterior consenso que requieren los asuntos de seguridad ciudadana.

Adem¨¢s, un proyecto de tanta envergadura debe ser presentado y debatido en la Asamblea de Madrid. Por otra parte, los alcaldes, que ser¨ªan los responsables de la ejecuci¨®n de las pretensiones del proyecto, eran ajenos a los prop¨®sitos de esta iniciativa. Los acuerdos intergubernamentales entre la Comunidad de Madrid y los ayuntamientos s¨®lo se sustentaban en un documento firmado entre las partes, pudiendo ser revocado por cualquier incumplimiento del mismo, con la graves consecuencias que ello implicaba para los propios municipios.

Y por ¨²ltimo, todos los sindicatos, tanto los profesionales de cada uno de los cuerpos policiales como los de clase, expresaron su rechazo a un proyecto que ahondaba en las diferencias y discriminaci¨®n salarial entre los distintos servicios de polic¨ªa.

Un proyecto de este calado y envergadura, y una implicaci¨®n tan clara de la Comunidad de Madrid y sus ayuntamientos en asunto tan importante como es garantizar el bienestar y la seguridad de los ciudadanos, requiere necesariamente de un amplio consenso entre las fuerzas pol¨ªticas y sociales. Se deber¨ªa sustentar en una norma con rango de ley, reflejado, incluso, en el Estatuto de Autonom¨ªa de la Comunidad. Deber¨ªa haber existido un proyecto que se hubiera presentado a los alcaldes y responsables pol¨ªticos de cada una de las corporaciones locales.

La seguridad ciudadana no son s¨®lo los polic¨ªas, aunque tengan un papel importante dentro de un sistema de seguridad. Un plan de mejora de la seguridad ciudadana debe de proponer un cat¨¢logo de pol¨ªticas y programas de car¨¢cter transversal que aborden el fen¨®meno de la delincuencia y la inseguridad desde una ¨®ptica multidisciplinar. Hay que especificar qu¨¦ pol¨ªtica se seguir¨¢ para la prevenci¨®n del fen¨®meno de la delincuencia, qu¨¦ programas que analicen y den respuesta a situaciones de riesgo y de predelincuencia. Hay que atacar los or¨ªgenes de la inseguridad y no sus causas. Tambi¨¦n qu¨¦ participaci¨®n ciudadana se propone, ya que la implicaci¨®n de la ciudadan¨ªa en este asunto, junto a la administraci¨®n competente, es vital para el ¨¦xito del proyecto. Es necesario explicar tambi¨¦n cu¨¢les ser¨¢n las pol¨ªticas de solidaridad con quienes han sufrido los delitos, brindando el apoyo y reconocimiento a las personas que han sido v¨ªctimas de actos delictivos violentos.

Y, por supuesto, abordar la coordinaci¨®n de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que act¨²an en un territorio, en este caso en el municipio, dando un papel m¨¢s relevante al alcalde como coordinador de la acci¨®n policial.

Un planteamiento que contemple estas pol¨ªticas y establezca de forma clara la cofinanciaci¨®n y el apoyo presupuestario a los municipios ser¨¢ el mejor punto de partida para una pol¨ªtica eficaz de seguridad ciudadana que solucione la preocupante situaci¨®n de inseguridad que vivimos en nuestras ciudades, programa que, como alcalde, reclamo para los ciudadanos y que apoyaremos con todos los medios de que disponemos.

Jos¨¦ Caballero Dom¨ªnguez es alcalde de Alcobendas.