La vivienda, una nueva brecha social

La disparatada evoluci¨®n que los precios de las viviendas han experimentado en los ¨²ltimos a?os ha deparado una gran paradoja inmobiliaria: se ponen en el mercado m¨¢s viviendas que nunca, pero cada vez son m¨¢s numerosas las capas de poblaci¨®n necesitada de una casa. En Andaluc¨ªa, la media anual de construcci¨®n de viviendas en el ¨²ltimo cuatrienio supera las 100.000, cuando no se constituyen m¨¢s de 50.000 nuevos hogares en cada ejercicio. Pero la realidad est¨¢ lejos del resultado l¨®gico del cruce de estos datos, y es que hay una escasez de viviendas a precios asequibles.

No es que la ley de la oferta y la demanda haya dejado de regir el mercado -de hecho se vende todo lo que se construye pese a la escalada de los precios-, sino que ahora pujan en ¨¦l compradores que act¨²an por motivaciones muy alejadas a la mera necesidad de disponer de un techo donde vivir. La segunda residencia o la b¨²squeda de una rentabilidad que no ofrecen los mercados financieros han contribuido de forma determinante al encarecimiento de las casas y han expulsado del mercado a quienes acuden a ¨¦l por pura necesidad.

El encarecimiento del mercado expulsa a los que acuden a ¨¦l por pura necesidad

La posesi¨®n de una vivienda digna es un derecho constitucional y un requisito b¨¢sico para el desarrollo personal y familiar de los ciudadanos, pero el estado actual de las cosas la han convertido poco menos que en un nuevo indicador de riqueza, el umbral que abre una nueva brecha social.

Entre 1996 y 2002, el precio medio de las viviendas en Andaluc¨ªa subi¨® un 76%, seis puntos por debajo de la media nacional, pero los salarios s¨®lo crecieron un 14%. Las familias andaluzas dedican ya el 41,6% de su renta a la adquisici¨®n de una vivienda -en el conjunto de Espa?a esa proporci¨®n llega al 50,9%-, y los plazos de amortizaci¨®n de las hipotecas se han ampliado hasta el punto de que en muchos casos comprometen al comprador durante toda su vida laboral.

El presidente de Unicaja, Braulio Medel, sostiene que en conjunto la sociedad es m¨¢s rica que a?os atr¨¢s porque lo importante es el saldo neto. "Puede que una familia tenga m¨¢s deuda por hacer frente a una hipoteca, pero tiene una casa que a lo mejor vale un 30% m¨¢s del precio en el que la compr¨®, as¨ª su riqueza financiera ha aumentado m¨¢s que su deuda", explica.

Pero reconoce Medel que hay colectivos muy desfavorecidos, "con verdaderos problemas", entre los que cita por ejemplo "todos aquellos que no han comprado una vivienda en los ¨²ltimos tres a?os". Y certifica que existe una gran desigualdad: "Ni siquiera la deuda puede aumentar igual para todo el mundo".

El principal instrumento p¨²blico del que tradicionalmente han dispuesto las administraciones para corregir las desigualdades del mercado inmobiliario, la promoci¨®n de viviendas protegidas, se ha mostrado claramente insifuciente en los ¨²ltimos a?os.

Apenas el 7,6% de las viviendas terminadas en Andaluc¨ªa en 2002 eran de protecci¨®n oficial -9.539 sobre un total de 114.530-, con una ca¨ªda en picado respecto al a?o 1998, en el que la proporci¨®n fue del 35,4% -17.907 viviendas protegidas sobre un total de 32.666 casas terminadas-.

La Junta se queja de que el Gobierno central asign¨® a Andaluc¨ªa unos cupos claramente insuficientes en el Plan Nacional de Vivienda (2002-2005), con un "severo" descenso del 61% respecto al anterior. Tambi¨¦n reprocha el fracaso de las medidas liberalizadoras del mercado del suelo decretadas en 1998 y que, entre otras, incluy¨® nuevas valoraciones del suelo en funci¨®n de las expectativas del mercado y no por el de su calificaci¨®n inicial.

El PP reconoce impl¨ªcitamente el fracaso al incluir en su programa electoral para las auton¨®micas la necesidad de "posibilitar la puesta en el mercado de suelo a precio razonable" y destinar el 50% de los patrimonios municipales de suelo a viviendas p¨²blicas.

Con las bases de la nueva Ley de Ordenaci¨®n Urban¨ªstica, que obliga a los ayuntamientos a destinar el 30% de los suelos que califiquen a viviendas p¨²blicas y establece l¨ªmites a la especulaci¨®n, la Junta ha acometido un nuevo plan de viviendas para los pr¨®ximos cuatro a?os que prev¨¦ 250.000 actuaciones -150.000 nuevas viviendas y 100.000 rehabilitaciones- para lo que ya ha sucrito convenios con 350 ayuntamientos, lo que evidencia que la preocupaci¨®n no distingue de colores pol¨ªticos. El plan cuenta con un compromiso de las entidades financieras de aportar 4.000 millones de euros, ampliables a 6.000. Extiende el acceso a viviendas p¨²blicas hasta quienes ganen cuatro veces el salario m¨ªnimo -hasta ahora no se pod¨ªa sobrepasar 2,5- y prev¨¦ planes espec¨ªficos para colectivos especialmente desfavorecidos como j¨®venes, familias monoparentales y parados, as¨ª como ampliar el parque de viviendas en alquiler, que ahora apenas representa el 9% del total de viviendas.