Baeza honra a Antonio Machado en el 65? aniversario de su muerte

Un centenar de personas recorrieron ayer en Baeza (Ja¨¦n) las calles y lugares que, durante cerca de siete a?os (1912-1919), tuvieron entre sus paseantes al poeta Antonio Machado (1875-1939). Con esta iniciativa se quiso conmemorar el 65? aniversario de la muerte del poeta sevillano, ocurrida durante su exilio en la localidad francesa de Collioure el 22 de febrero de 1939, un mes despu¨¦s de haber dejado atr¨¢s Espa?a acompa?ado de su madre.

La casa donde vivi¨®, situada enfrente del actual Ayuntamiento de Baeza, una de las muestras m¨¢s interesantes del plateresco andaluz; el Instituto Sant¨ªsima Trinidad en el que ense?¨® franc¨¦s y sede de la Universidad durante los siglos XVI, XVII y XVIII; la puerta de la Luna de la Catedral o el paseo de las murallas ¨¢rabes de Baeza fueron algunos de los lugares que sirvieron de escenario para recordar parte de la obra del que fuera autor de Campos de Castilla.

"Tengo el vello de punta", relat¨® emocionado Isidro Ros, tras visitar el aula donde Machado imparti¨® clases de franc¨¦s, y que desde entonces se conserva intacta. Aqu¨ª, entre pupitres de madera, mapas en lat¨ªn y libros de la ¨¦poca, Isidro rindi¨® su particular homenaje al poeta sevillano recitando una poes¨ªa compuesta por ¨¦l mismo y titulada Para que sepas de amor.

Junto a Ros, m¨¢s de medio centenar de los paseantes pertenec¨ªan al aula para personas mayores Rector Savater de la Universidad de Murcia, que cada a?o organiza un viaje hasta Baeza para recordar la obra y figura de Machado. "Es un poeta universal con una poes¨ªa que no ha perdido vigencia y plena de emoci¨®n", destac¨® Mar¨ªa Luisa V¨¢zquez, una de las participantes.

El primer paseo machadiano naci¨® en 1996 dentro de los numerosos actos que una gestora de ciudadanos de Baeza organiz¨® para "casar definitivamente al poeta con el pueblo", cont¨® Salvador Garc¨ªa, director del Instituto Sant¨ªsima Trinidad. Hasta entonces, muchas voces se quejaban de la "imagen negativa" que el poeta, sobre todo en un principio, reflejaba en sus escritos. En uno de ¨¦stos, Antonio Machado relataba su primer encuentro con la ciudad que hoy es, junto a ?beda, Patrimonio de la Humanidad: "Heme aqu¨ª, profesor, en un pueblo h¨²medo y fr¨ªo, destartalado y sombr¨ªo, entre andaluz y manchego".

"La llegada de Machado se produjo despu¨¦s de la muerte de su mujer y coincidi¨® con un invierno lluvioso y triste en el que parec¨ªa que el tiempo no exist¨ªa en Baeza", explic¨® Salvador Garc¨ªa. El poeta, formado en el ambiente liberal de la Instituci¨®n Libre de Ense?anza que dirig¨ªa Gin¨¦s de los R¨ªos, tras la muerte de su querida Leonor, se reencuentra con una Andaluc¨ªa provinciana y aburrida. Sin embargo, es Baeza la que ve nacer a Juan de Mairena, su personaje m¨¢s profundo e intimista "porque es en Baeza donde su poes¨ªa se ahonda y se vuelve m¨¢s filos¨®fica", subraya Garc¨ªa.

No en vano, fue durante su estancia en Baeza donde Antonio Machado termin¨® de estudiar Filosof¨ªa y Letras. El poeta compagin¨® sus clases de franc¨¦s con largos paseos entre calles de piedras y fachadas de siglos que le llevaron a escribir: "De la ciudad moruna / tras las murallas viejas, / yo contemplo la tarde silenciosa, / a solas con mi sombra y con mi pena".