Los suplentes sacan su orgullo

Ah¨ª estaba S¨¢nchez, sufriendo. Con sus 32 a?os a cuestas, que empiezan a pesar, un contrato que se le termina en junio y un mermado f¨ªsico tras una campa?a casi en blanco. Ah¨ª estaba ¨¦l, luchando contra un pelot¨®n de defensas turcos. Sin apenas opciones. Persiguiendo fantasmas. As¨ª pasaba la noche S¨¢nchez en Estambul, tal vez asumiendo sus ¨²ltimos coletazos en Primera. As¨ª hasta que, de repente, todo cambi¨® para ¨¦l. Justo cuando el Besiktas, cansado de atacar sin premio, despobl¨® un instante su defensa, resurgi¨® el viejo S¨¢nchez, el diablillo del ¨¢rea que siempre ha vivido de su instinto goleador. Como ayer. Se desmarc¨®, le ense?¨® a Xisco d¨®nde quer¨ªa el bal¨®n y el extremo zurdo le envi¨® un precioso centro enroscado que S¨¢nchez cabece¨® picado a gol. Fue el broche so?ado por S¨¢nchez y el gran n¨²mero de suplentes que lo acompa?aron a la batalla de Estambul.

La ganaron. Primero por orgullo, pero tambi¨¦n por la superioridad que les separa del conjunto turco, tremendamente inocente ante Palop. Si Ben¨ªtez quiso decir con su alineaci¨®n que la UEFA es secundaria para ¨¦l, los meritorios de su equipo le llevaron la contraria. Les sobra amor propio a los Palop, Xisco, Angulo y compa?¨ªa. Quieren seguir en una competici¨®n que el curso pasado coron¨® al Oporto. Bastaba verlos, tras acabar el partido, abrazados y emocionados sobre el campo: hab¨ªan salvado el honor de los desheredados.

Doce hombres del Valencia calentaron antes del encuentro sobre la hierba del estadio In?n¨¹. Sobraba uno respecto a la alineaci¨®n oficial: David Navarro, que cubr¨ªa las espaldas a una posible baja de Pellegrino, que entr¨® inesperadamente en el equipo inicial. Una sorpresa may¨²scula puesto que el m¨¦dico del club, Jorge Candel, le hab¨ªa diagnosticado el d¨ªa anterior una gripe intestinal. As¨ª que, o la gripe se le cur¨® de un d¨ªa para otro, o es que aquello fue un subterfugio para esconder que se trataba de un simple mareo del que se asust¨® el jugador tras el desvanecimiento de hace un mes en La Rosaleda. Sea como fuera, Pellegrino se concentr¨® en el juego y actu¨® como de costumbre: sobrio.

El Valencia mostr¨® un arranque audaz. Sobre todo Angulo, que ven¨ªa de un mes de penumbra. Pero ayer sac¨® su vena contundente para encarrilar el partido. Pill¨® un despeje largo de Marchena, salv¨® al defensa en el control y encar¨® a C¨®rdoba con una determinaci¨®n que acongoj¨® al portero colombiano. Era gol o gol. Marc¨® con un golpeo seco. Buen comienzo que no le sirvi¨® al Valencia para trazar un f¨²tbol pausado y de calidad. Al contrario. Jug¨® presa de los nervios y si el Besiktas no le puso contra las cuerdas fue por la p¨¦sima punter¨ªa de sus delanteros rumanos, Pancu e Ilie, tan certeros la semana pasada en Mestalla como desafortunados ayer.

El Besiktas le gan¨® la espalda a la zaga valencianista con asiduidad. Bastaba un pase elevado para superar a Ayala y Pellegrino. A eso se un¨ªa que el cuadro valenciano perd¨ªa la pelota antes de contar tres. Sin Baraja ni Aimar en el campo, Ben¨ªtez brincaba de rabia en la banda ante la escasa posesi¨®n de bal¨®n de su equipo. As¨ª sigui¨® un tramo del segundo periodo, hasta que por fin caz¨® el Valencia un contraataque elaborado. Abri¨® Sissoko a su izquierda, templ¨® Xisco y S¨¢nchez salv¨® el honor de los reservas. Triunfo capital para la autoestima del Valencia, que lleg¨® cabizbajo a Estambul y se march¨® lleno de orgullo para recibir el s¨¢bado en Mestalla al Depor.