El 'dardo' en el coraz¨®n
Nos acaba de dejar un modelo de bondad, cultura y sabidur¨ªa ling¨¹¨ªstica. Sus libros y colaboraciones period¨ªsticas han contribuido a corregir infinidad de vicios en el uso del idioma que, a veces por ignorancia y otras por la indolencia que arrastra su uso rutinario, pervierten las palabras, confunden su significado y ridiculizan el lenguaje. Sus art¨ªculos, combinaci¨®n qu¨ªmicamente pura de did¨¢ctica y humor, aportaron una nueva forma de ense?ar a hablar y escribir correctamente el castellano, al que contribuy¨® a limpiar, fijar y dar esplendor. He sentido la noticia de su partida como un maldito dardo en el coraz¨®n. Descanse en paz, maestro.
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