Tatuajes, un arte decorativo a flor de piel

Los amantes del tatuaje tienen una cita este fin de semana. La VI Convenci¨®n Internacional del Tatuaje de Madrid tiene sus puertas abiertas al p¨²blico desde ayer en el hotel Convenci¨®n, calle de O'Donnell, 53. Artistas tatuadores de todo el mundo y ciudadanos que quieren decorar su cuerpo se dan cita en este congreso, en el que tambi¨¦n habr¨¢ exhibiciones y concursos para premiar la mejor obra del d¨ªa.

Enrique P¨¦rez, conocido en el mundillo como Mao, fue uno de los primeros que abri¨® en Espa?a un negocio dedicado a los tatuajes. Ya han pasado m¨¢s de dos d¨¦cadas desde que comenzara su andadura en Rota (C¨¢diz), y todav¨ªa sigue con la misma pasi¨®n. "El tatuador es un creador que dibuja en la piel, igual que otro puede hacerlo sobre lienzo", argumenta: "Quien no sabe dibujar no es un profesional, porque se limita a copiar", comenta acerca de la labor de algunos compa?eros de profesi¨®n.

El tatuador es un creador que dibuja en la piel, de la misma forma que otro lo hace sobre un lienzo o papel

Con 52 a?os, Mao lleva media vida dedicada al tatuaje, desde que en 1978 aprendiera la t¨¦cnica en Suiza y Francia de manos de unos amigos. Buena parte de su capital lo ha invertido en decorarse el cuerpo. Por el tatuaje que m¨¢s ha pagado, 6.000 euros, es por el que ocupa su espalda completa, nalgas incluidas. "Mi cuerpo es un ¨²nico tatuaje. La suma de todos da una imagen ¨²nica", asegura.

A esta convenci¨®n, organizada por los estudios de tatuaje Mao& Cathy y Pro-Arts

, s¨®lo acuden creadores de este arte. Repartidos en cuarenta stands, m¨¢s de un centenar de profesionales est¨¢n al servicio del p¨²blico. Lorena Su¨¢rez tiene 22 a?os y se est¨¢ introduciendo en este mundo. Ella fue una de las primeras en pasearse en la jornada inaugural entre agujas, colores y dibujos y mucha gente tatuada. Lorena comenz¨® dibuj¨¢ndose una estrella en el tobillo, y ahora est¨¢ en v¨ªas de decorar su espalda con una enredadera. Ella reconoce que al principio le daba reparo, pero ahora est¨¢ muy contenta: "Cada vez me gusta m¨¢s. Pienso seguir haci¨¦ndome dibujos".

Un tatuaje puede ser de varios tipos: tribales (de color negro, con dise?os silueteados), orientales (inspirados en la simbolog¨ªa del Extremo Oriente), c¨¦lticos (de temas decorativos abstractos a base de nudos y lazos que se encierran en s¨ª mismos) o realistas, entre otros. Estos son los favoritos de Alfonso Moyano, un joven de 21 a?os que tiene tatuados retratos en la mayor parte de su cuerpo, a pesar de que en casa no recibieron su pasi¨®n con alegr¨ªa "No son caras conocidas, sino retratos que me motivan algo y me gustan", cuenta.

En la convenci¨®n hay artistas de todos los puntos del planeta: espa?oles, americanos, polinesios, tahitianos o japoneses. Cada uno tiene su estilo personal. "Los japoneses y los tahitianos suelen estar muy pegados a su cultura: demonios, carpas etc. Los tahitianos hacen sobre todo tribales", explica un encargado de la organizaci¨®n.

Hacerse un tatuaje no es una decisi¨®n sencilla para muchos, ni barata (el m¨¢s peque?o cuesta entre 40 y 50 euros). Temen el dolor que pueden causarte los peque?os pinchazos o, simplemente, arrepentirse. Los profesionales, no le encuentran problemas. "Si no te gusta, te lo puedes quitar con l¨¢ser, pero luego debes ponerte otro porque quedan restos en la piel", explica un artista.

Natasha asegura que no duele nada hacerse un tatuaje. Ella lo sabe bien, su cuerpo es un arcoiris de infinidad de motivos. Esta mujer est¨¢ cubierta de tatuajes multicolores. Desde el cuello, al pecho, pasando por los brazos, manos y piernas. S¨®lo su cara y sus nalgas se han librado de la acci¨®n de la aguja. De todos sus tatuajes, su preferido es el primero, una calavera con motivos tribales. Para ella, tatuarse es una forma de vida. "Cuando me muera, me enterrar¨¢n con toda mi historia escrita en la piel".

Para elegir un dibujo no hay preferencias, si bien en los ¨²ltimos a?os "se han puesto de moda los tribales polinesios", sostiene un virtuoso del tatuaje. El color es s¨®lo una cuesti¨®n de gusto. Los que trabajan en el sector coinciden en se?alar que apenas hay diferencias entre hombres y mujeres a la hora de tatuarse. "Hace unos a?os la gente era m¨¢s discreta y se lo hac¨ªan en los sitios que s¨®lo se vieran si ellos quer¨ªan", recuerda el organizador de la convenci¨®n, que recomienda a los que quieran marcarse de por vida que lo hagan en locales que tengan licencia de apertura: "As¨ª est¨¢n sujetos a las inspecciones de Sanidad".

Edad, color o lugar, todo en una decoraci¨®n a flor de piel.

VI Convenci¨®n Internacional de Tatuajes. Hasta el domingo. Hotel Convenci¨®n ( O'Donnell, 53). 12 euros.