La pelea por el voto ¨²til de 2004... y de 2008
?stas no son, desde luego, unas elecciones m¨¢s. Se juega el gobierno de la naci¨®n, pero tambi¨¦n la situaci¨®n interna de los dos grandes partidos pol¨ªticos del pa¨ªs, PP y PSOE, en los pr¨®ximos cuatro a?os.
De que Mariano Rajoy pierda la mayor¨ªa absoluta pueden depender muchas cosas, entre otras su control del Partido Popular y la posibilidad, que irrita sobremanera a Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, de que se abra una investigaci¨®n parlamentaria sobre c¨®mo y por qu¨¦ tom¨® la decisi¨®n de participar en la guerra de Irak, parecida a la que se va a desarrollar en Gran Breta?a y en EE UU, con consecuencias imprevisibles.
La victoria absoluta de Rajoy ser¨ªa la ¨²nica manera de conseguir el espaldarazo que necesita su liderazgo en el partido, todav¨ªa no muy asentado y posiblemente "tocado" por las cr¨ªticas subterr¨¢neas que despiertan algunos aspectos de su campa?a. Todo desaparecer¨ªa, sin embargo, como por ensalmo, ante una victoria clara.
Zapatero se juega el 14-M las elecciones y la posibilidad de ganar dentro de cuatro a?os
Curiosamente, tambi¨¦n est¨¢ en juego el control interno en el PSOE, saber si los "barones" pierden definitivamente toda su fuerza y si Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero se convierte en la ¨²nica referencia de su partido. Si, como dicen las encuestas, aunque no gane, Zapatero logra romper la mayor¨ªa popular y aumentar sensiblemente el voto socialista, el PSOE dar¨¢ un vuelco y pocos se atrever¨¢n ya a discutir el equipo que proponga el secretario general en el inmediato congreso de verano.
La tranquilidad de que hace gala Zapatero puede deberse a ese convencimiento de que, para ¨¦l, esta campa?a no s¨®lo es la de 2004, sino tambi¨¦n la de 2008. Desde luego, su insistencia en que quiere gobernar en solitario, sin coaliciones ni alianzas permanentes, o su anuncio de los posibles miembros de su gabinete, incluido el siempre negociable ministro de Asuntos Exteriores, tendr¨ªa m¨¢s sentido dentro de ese an¨¢lisis a medio plazo que ¨²nicamente cara al pr¨®ximo d¨ªa 14. La idea es no dar la impresi¨®n de que el dirigente socialista tiene prisa o de que pretende presidir un "gobierno tripartito", ni ahora ni nunca.
Ese mismo convencimiento, sin embargo, es el que irrita extraordinariamente a Izquierda Unida. Toda su campa?a se est¨¢ desarrollando en torno a ese punto: los socialistas no van a gobernar porque no quieren hacerlo con otros partidos, luego en esta ocasi¨®n tiene menos sentido que nunca el llamado "voto ¨²til".
A Gaspar Llamazares, como es l¨®gico, no le gusta nada la idea de que vaya "calando" una imagen del Partido Socialista en solitario. A ¨¦l tambi¨¦n le interesa "invertir" en 2008, sobre todo si la campa?a de 2004 le sirve para conectar con los centenares de miles de nuevos votantes que disputa al PSOE. Las dos organizaciones conf¨ªan en atraerse a ese sector de j¨®venes que, seg¨²n las encuestas, se mueven por registros solidarios pero que act¨²a "fuera del sistema", poco convencido del papel de los partidos pol¨ªticos.
Llamazares hace una campa?a dura pero personalmente tranquila porque es uno de los pocos dirigentes "nacionales" que no se juega el liderazgo en estas elecciones. Salvo aut¨¦ntica cat¨¢strofe, nadie pone en duda su continuidad al frente de la organizaci¨®n.
El dirigente de IU se est¨¢ recorriendo casi toda Espa?a, con un mensaje directo y claro en el que la guerra de Irak sigue jugando un papel muy importante. En muchas ocasiones est¨¢ acompa?ado por Rosa Aguilar, la alcaldesa de C¨®rdoba. Lo curioso es que Aguilar, que no quiere mezclarse con los problemas internos de la IU andaluza, no se deja ver en la campa?a auton¨®mica y que, pese a ser muy popular, no acompa?a al candidato de IU a la presidencia de la Junta, Diego Valderas, en casi ning¨²n acto electoral.
La imagen de Llamazares tampoco aparece, casi, en los carteles y vallas, pocos, que IU ha podido pagar en Andaluc¨ªa En Sevilla, la ausencia es clamorosa porque s¨®lo se ven carteles de IU para las elecciones auton¨®micas, mientras que PP y PSOE dividen los esfuerzos con Rajoy, Te¨®fila Mart¨ªnez y Javier Arenas, por un lado, y Zapatero y Manuel Chaves, por otro.
Incluso los lemas son distintos. En las auton¨®micas, el PP proclama "M¨¢s para Andaluc¨ªa, mejor para ti", un lema con un cierto regusto econ¨®mico, mientras que el PSOE mezcla econom¨ªa y toque racial: "Andaluc¨ªa se crece". Diego Valderas, que seg¨²n las encuestas puede perder varios esca?os en el Parlamento regional, pide confianza para "Un cambio de verdad. Palabra".
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