La Sala Montcada ofrece una exposici¨®n que cuestiona la ingenier¨ªa gen¨¦tica
"En el siglo XVIII, la bot¨¢nica clasificaba la naturaleza para facilitar su explotaci¨®n por parte de los imperios. En la actualidad los cient¨ªficos ya no trabajan en el inter¨¦s de las naciones, sino que est¨¢n al servicio de las corporaciones multinacionales y amoldan la naturaleza para que responda a sus intereses econ¨®micos", explica Jos¨¦ Roca, jefe de exposiciones del centro cultural Biblioteca Luis ?ngel Arango de Bogot¨¢ (Colombia) y comisario del proyecto Bot¨¢nica Pol¨ªtica. Usos de la ciencia, usos de la historia, que se podr¨¢ visitar en la Sala Montcada de la Fundaci¨®n la Caixa (Montcada, 14. Barcelona) hasta el 9 de mayo.
Los peligros de las tendencias actuales de la ingenier¨ªa gen¨¦tica, el debate sobre los vegetales y otros organismos gen¨¦ticamente modificados, la pol¨ªtica cient¨ªfica y tecnol¨®gica de los principales gobiernos son s¨®lo algunas de las reflexiones impulsadas por las obras de los dos artistas invitados a medirse con esta candente problem¨¢tica: el colombiano Jos¨¦ Alejandro Restrepo (Bogot¨¢, 1959) y el espa?ol Juan Luis Moraza (Vitoria, 1960). Su logro, adem¨¢s de conseguir establecer un admirable di¨¢logo entre sus propuestas, ha sido combinar los aspectos pol¨ªticos y conceptuales con los formales y est¨¦ticos.
De ese modo la cr¨ªtica a las directrices actuales de la investigaci¨®n cient¨ªfica se materializa en obras visualmente impactantes, como el ins¨®lito documental de Moraza, Arqueolog¨ªa del infierno, sobre los cultivos transg¨¦nicos en Am¨¦rica Latina, y el v¨ªdeo Impresionismo psicotr¨®pico, de Restrepo, donde un enfoque borroso sirve al artista para relatar la fumigaci¨®n de las plantaciones de amapola en los Andes. Restrepo presenta tambi¨¦n el material documental de una de sus videoinstalaciones m¨¢s logradas, centrada en el banano, cuyo cultivo ha sido estrechamente relacionado con la violencia y la opresi¨®n en Am¨¦rica Latina.
La exposici¨®n se completa con una instalaci¨®n de Moraza compuesta por un billar sobre el que se encuentra la escultura de una enloquecida cadena de ADN, acompa?ada por unas litograf¨ªas del siglo XIX digitalmente modificadas. "El tapete verde es la met¨¢fora del territorio, uno de los principales campos de batalla del siglo XXI. Adem¨¢s, cuando se juega con los genes, las reacciones son imprevisibles, es una carambola... o m¨¢s bien una ruleta rusa", concluye Jos¨¦ Roca.
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