El tr¨ªo Dissidenten celebra 20 a?os como pionero de los ritmos ¨¦tnicos con una doble antolog¨ªa
Muchos a?os antes de que la etiqueta world music se extendiera, los alemanes Uve M¨¹llrich, Friedo Josch y Marlon Klein acertaban a combinar ritmos de baile occidentales con ingredientes indios o marroqu¨ªes. La canci¨®n se titulaba Fata Morgana y revolucion¨® las discotecas. El tr¨ªo Dissidenten reivindica ahora su condici¨®n de pioneros con un doble trabajo antol¨®gico, 1983-2003, concebido para el mercado espa?ol, donde conservan un buen n¨²mero de adeptos.
M¨¹llrich, nacido hace 56 a?os en la peque?a isla b¨¢ltica de R¨¹gen, admite sin pudor que Fata Morgana fue una feliz casualidad. "Nosotros no ¨¦ramos conscientes de nada, s¨®lo busc¨¢bamos un poco de diversi¨®n. De hecho, aquella canci¨®n se concibi¨® originalmente para una cara B...". El ide¨®logo de Dissidenten se muestra ahora cr¨ªtico, en cambio, con la denominaci¨®n misma de world music. "Es un t¨¦rmino conservador y paternalista, una visi¨®n occidental del buen salvaje. Nuestro acercamiento a otras culturas presenta un rancio aroma costumbrista. No queremos saber nada de dolor, tercer mundo, sida o hambruna".
Dos d¨¦cadas atr¨¢s, aquellos j¨®venes Dissidenten miraron alrededor y extrajeron la conclusi¨®n de que la m¨²sica europea "era reh¨¦n de la estadounidense" y no aportaba ning¨²n elemento novedoso. "A partir de ah¨ª, se nos ocurri¨® ampliar hasta el norte de ?frica el espectro de nuestro sonido. S¨®lo intent¨¢bamos crear una m¨²sica integradora", rememora M¨¹llrich. Aquel af¨¢n por hallar nuevos modos de expresi¨®n contrasta con el "desolador" panorama actual. "En el momento en que puedes ver a Bill Clinton tocando el saxo para Aretha Franklin es evidente que aquel factor de subversi¨®n ha desaparecido. El mismo concepto estrella del pop es pura mierda. Todo el proceso se ha industrializado, y hasta las drogas que consumen los rockeros son industria".
Pese a su acerado sentido cr¨ªtico, Uve M¨¹llrich -int¨¦rprete de bajo, la¨²d y sitar- confiesa que no ejerce "ninguna disidencia activa" como ciudadano. "Es una responsabilidad que, a mis a?os, no merece la pena", se excusa. "Me conformo con ejercer como cronista sonoro. Odio la m¨²sica decorativa, ese tipo de discos que parecen papel pintado. En Dissidenten buscamos algo m¨¢s". Durante el verano ver¨¢ la luz un nuevo trabajo en estudio del tr¨ªo, Memory of waters, el primero desde el ya lejano Instinctive traveler (1997).
M¨¹llrich revela que devora cuanta informaci¨®n le llega desde Espa?a, una debilidad desde que residiera durante dos a?os en el Madrid de la movida. "Me da mucha grima ver a Aznar abraz¨¢ndose con Berlusconi o Tony Blair, y me deja perplejo que un personaje como Fraga permanezca a¨²n en activo", dispara. Y remacha: "Ese esp¨ªritu del 'Todo por la patria' no me parece propio de una civilizaci¨®n europea avanzada, pero ni PP ni PSOE parecen capacitados para cambiar esa mentalidad".
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