Una de cada tres mujeres deja el trabajo por motivos familiares

Las mujeres han logrado un importante acceso al ¨¢mbito educativo y laboral, pero a falta de ayudas pol¨ªticas y sociales y al soporte de la pareja, a¨²n cargan con todo el peso familiar y dom¨¦stico. El 32% de las ocupadas que decide dejar su puesto de trabajo voluntariamente lo hace por por causas familiares, como tener hijos, cuidar a las personas mayores o casarse, frente al 3% de los hombres. Imma Moraleda, la diputada presidenta de Bienestar Social de la Diputaci¨®n de Barcelona, subray¨® ayer que "es necesario poner entre comillas el adverbio voluntariamente" porque, a su juicio, el abandono de la actividad laboral es una "resignaci¨®n" de las mujeres por falta de apoyo. Y es que la poblaci¨®n femenina, trabaje o no, dedica una media de 23 horas semanales a tareas dom¨¦sticas, frente a las menos de 7 horas que dedican los hombres.

?stas son algunas de las conclusiones del estudio Las condiciones de vida y h¨¢bitos de las mujeres de la provincia de Barcelona, elaborado por el Instituto de Estudios Regionales y Metropolitanos de Barcelona a partir de una encuesta a 6.830 personas (de las que 3.841 son mujeres) de 311 municipios de la provincia y por encargo de la Diputaci¨®n de Barcelona.

Seg¨²n este informe, el primero dedicado ¨ªntegramente a la poblaci¨®n femenina del ¨¢rea metropolitana desde la democracia, los cambios sociales que han tra¨ªdo la incorporaci¨®n laboral femenina no se han traducido en la esfera familiar y dom¨¦stica, lo que se supone una sobrecarga de trabajo que muchas no pueden asumir. Moraleda destac¨® la importancia de tener informaci¨®n de primera mano sobre la situaci¨®n de la poblaci¨®n femenina para que la Administraci¨®n pueda poner en marcha pol¨ªticas de promoci¨®n de la mujer.

Y es que otro de los aspectos que destaca la encuesta es que la situaci¨®n laboral femenina no se traduce, de momento, en condiciones de igualdad respecto a la de los hombres. As¨ª, las mujeres ocupadas tienen sueldos un 32,5% m¨¢s bajos que los hombres; un 6% de las trabajadoras, frente al 1,2% de sus hom¨®nimos masculinos, trabajan sin contrato, y un 38,4% de las j¨®venes tienen contrato temporal. En muchos casos, adem¨¢s, el nivel de formaci¨®n femenina, que ha crecido de forma muy importante entre las m¨¢s j¨®venes, no se corresponde con el perfil laboral que ocupan y se ven obligadas a buscar trabajo por debajo de sus posibilidades acad¨¦micas: el 53% de las mujeres en categor¨ªas laborales medias tienen estudios universitarios, cuando en el caso de los hombres el porcentaje baja hasta el 28%.

Solas y con pocos recursos

El estudio de la Diputaci¨®n tambi¨¦n constata una marcada fractura en la situaci¨®n econ¨®mica y social de las mujeres seg¨²n el tramo de edad. La poblaci¨®n femenina en edades inferiores a los 45 o 50 a?os tiene mayores estudios y un acceso m¨¢s normalizado al mercado de trabajo. Pero muchas de las mayores, especialmente las de m¨¢s de 64 a?os, tienen un nivel de estudios bajo o muy bajo, viven con muy pocos recursos, y en demasiadas ocasiones, absolutamente solas. As¨ª, el 32% de la poblaci¨®n que vive sola es femenina, frente al 2,6% de hombres, de forma que las mujeres se emancipan antes del hogar familiar pero tambi¨¦n sufren m¨¢s la soledad de la viudedad. La encuesta indica adem¨¢s que de cada 10 personas que declaran no recibir ning¨²n tipo de ingresos, 8 son mujeres.

Otro de los datos m¨¢s significativos del an¨¢lisis es que el 80% de las mujeres mayores de 65 a?os no se relacionan con ninguna persona. De ¨¦stas la mitad se mantiene con unos recursos econ¨®micos muy escasos, de unos 360 euros mensuales, y el 70% vive con menos de 600 euros al mes. N¨²ria Carrera, diputada delegada de Pol¨ªticas de Igualdad Social de la Administraci¨®n supramunicipal, subray¨® ayer que "las mujeres mayores son las m¨¢s castigadas" y que se corre el peligro de ahondar en la feminizaci¨®n de la pobreza, por lo que se comprometi¨® a fomentar desde la Diputaci¨®n de Barcelona programas de atenci¨®n a domicilio y de socializaci¨®n para esta poblaci¨®n.

Las diferencias de la situaci¨®n de la mujer tambi¨¦n se dan, adem¨¢s, seg¨²n su lugar de residencia dentro de la provincia: en la capital la poblaci¨®n femenina es de mayor edad y hay m¨¢s hogares unipersonales, un mayor nivel de ingresos y una vida social m¨¢s activa. En la primera corona, en cambio, las mujeres siguen pautas m¨¢s tradicionales: el nivel de estudios es m¨¢s bajo, hay una mayor presencia de amas de casa y las jornadas de trabajo dom¨¦stico son m¨¢s largas.