La guerra civil en Sud¨¢n amenaza con un drama humanitario
Sud¨¢n nunca conocer¨¢ la paz. Mientras avanzan las negociaciones entre el norte y el sur del pa¨ªs para poner fin a decenios de guerra civil, un nuevo conflicto ha estallado en el oeste del pa¨ªs, en la regi¨®n de Darfur. Los combates entre rebeldes y milicias apoyadas por el Gobierno de Jartum ya han desplazado a cerca de 600.000 personas, de las cuales m¨¢s de 100.000 se han refugiado en el vecino Chad. Varias organizaciones internacionales lanzan un grito de alarma pidiendo una acci¨®n urgente si se quiere evitar una tragedia humanitaria. "Si no llega la ayuda alimentaria, corremos el riesgo de una hambruna", afirma Thierry Allafort, responsable del departamento de urgencias de la secci¨®n francesa de M¨¦dicos Sin Fronteras (MSF). Las milicias progubernamentales practican una pol¨ªtica de tierra quemada. "En la zona donde trabajamos no hay ni un pueblo en pie, todos fueron incendiados", asegura Allafort.
Los civiles que huyen de los combates se reagrupan, amontonados en campos en zonas medio des¨¦rticas o alrededor de peque?as localidades. En Mornay, un pueblo que ten¨ªa hasta hace unos meses poco m¨¢s de 2.000 habitantes, ya se encuentran cerca de 60.000 personas, cuenta el delegado de MSF. Hasta ahora, la solidaridad ha permitido evitar el desastre, pero las reservas se est¨¢n acabando. Adem¨¢s, los cooperantes temen una epidemia de meningitis, que ya golpe¨® la regi¨®n en 1999.
El Gobierno del presidente Omar al Bachir restringe el acceso a la zona, con lo que muchos desplazados no han sido localizados todav¨ªa, afirma el representante de MSF, una de las pocas organizaciones que han sido autorizadas a trabajar en Darfur.
A merced de las milicias
Del otro lado de la frontera, en Chad, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) calcula que m¨¢s de 100.000 personas est¨¢n dispersas a lo largo de 600 kil¨®metros. "Lo m¨¢s urgente", afirma Giovanni Lepri, jefe del programa del ACNUR en la regi¨®n, "es alejar a esta gente de la frontera". En esa zona los refugiados est¨¢n a merced de las milicias sudanesas que efect¨²an incursiones trasfronterizas y les roban el poco ganado que les queda, explica Lepri. Ah¨ª tambi¨¦n las reservas de alimentos se agotan. Aparecen los primeros casos de desnutrici¨®n.
El problema para los trabajadores de la ONU es encontrar lugares en el interior de Chad con suficiente agua para abastecer a los campos de refugiados. Lo m¨¢s dram¨¢tico es que despu¨¦s de la escasez de agua vendr¨¢, dentro de unos meses, la abundancia, un peligro a¨²n mayor para los desplazados. "La ayuda no s¨®lo tiene que ser generosa; tiene que llegar a tiempo, antes de la temporada de las lluvias [en mayo]. Luego no podremos acceder a la zona y ser¨¢ imposible transferir a los refugiados hacia el interior; se quedar¨¢n atrapados en la frontera", asegura el oficial de ACNUR. La carrera contrarreloj ha empezado.
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