Derrotados de antemano
Dos zarpazos de Henry dan la victoria al Arsenal y echan de Europa a un Celta que nunca tuvo fe en la remontada
El Celta lleg¨® a Highbury derrotado de antemano. Y, como no pod¨ªa ser de otra manera, perdi¨®. Radomir Antic parec¨ªa haberse impuesto la v¨ªspera un objetivo de m¨ªnimos: perder con dignidad. Perder, perdi¨®, pero la dignidad apenas le dur¨® un cuarto de hora. Las tres manitas de goles encajadas este a?o en Bala¨ªdos, las lesiones, la escasa fortuna del partido de ida frente al Arsenal, han convertido al Celta en un equipo sin moral de victoria. Y ¨¦sta es la mejor receta para perder el tren de la Liga de Campeones y volver a la triste realidad de una historia que parec¨ªa olvidada: otra vez, como tantas en el pasado, el objetivo es mantener la categor¨ªa.
El Celta no hab¨ªa empezado mal el partido. Aunque prudentes atr¨¢s, los de Radomir Antic se desplegaban con cierta soltura al ataque y Luccin protagoniz¨® el primer tiro a puerta pasados los cuatro minutos de juego. El Arsenal, escarmentado quiz¨¢ por anteriores fracasos en la Liga de Campeones, trataba a los gallegos con cierto respeto. A dos saques de esquina consecutivos de los espa?oles respondieron con otros dos de inmediato los brit¨¢nicos, si se puede considerar brit¨¢nico a un equipo que empez¨® el partido con s¨®lo dos nativos locales en el campo, Sol Campbell y Ashley Cole.
ARSENAL 2 - CELTA 0
Arsenal: Lehmann; Lauren, Tor¨¦, Campbell, Cole; Ljunberg, Vieira, Edu (Gilberto, m. 69), Pires (Reyes, m. 69); Bergkamp (Kanu, m. 76); y Henry.
Celta: Cavallero; Velasco, C¨¢ceres, Sergio, Sylvinho (Contreras, m. 20); Oubi?a, Luccin (Jesuli, m. 28), Jos¨¦ Ignacio, Gustavo L¨®pez (Vagner, m. 70); Mostovoi; y Pinilla.
Goles: 1-0. M. 14. Pase interior de Bergkamp entre tres defensas que deja solo en el ¨¢rea a Henry para que marque de tiro raso.
2-0. M. 34. Henry se aprovecha de un rechace en el ¨¢rea peque?a.
?rbitro: Pier Luigi Collina (Italia). Expuls¨® a Contreras por dos amarillas (m. 73).
Unos 38.000 espectadores en Highbury.
Pero el espejismo del equilibrio dur¨® menos de un cuarto de hora. A los 14 minutos, un precioso bal¨®n en profundidad de Bergkamp a Henry permiti¨® al franc¨¦s, que bordeaba el fuera de juego, abrir el marcador. Era lo peor que le pod¨ªa pasar al Celta. Si ten¨ªa alguna posibilidad de ganar en Highbury era dejando que el Arsenal cayera en ese orgullo y en esa indolencia que a veces transforma a sus jugadores en un equipo de sal¨®n, sin la agresividad asesina que caracteriza a su gran rival en la Premier, el Manchester United. Pero esta temporada las tornas parecen cambiadas y el altanero es el United, expulsado anteanoche de Europa en su templo de Old Trafford por un gol del Oporto en el ¨²ltimo minuto.
Salvo dos remates sin demasiado peligro de Luccin, los celestes apenas inquietaron la porter¨ªa de Lehman, aunque parec¨ªan estar a¨²n en el partido. El Arsenal empez¨® a mostrar el despliegue de sus figuras. Pires, algo alica¨ªdo este a?o, entraba cada vez m¨¢s en juego. Bergkamp demostr¨® que, a sus a?os, sigue siendo uno de los jugadores m¨¢s finos de Europa. El holand¨¦s, que vive una segunda juventud, sigue teniendo ese f¨²tbol generoso que ha marcado el sello de tantos jugadores holandeses. Henry empezaba a transitar por todas partes y casi consigue llegar con el bal¨®n hasta dentro de la porter¨ªa, en una jugada que acabar¨ªa en c¨®rner. Hasta el lateral Cole se permiti¨® llegar hasta las mism¨ªsimas narices partidas de Cavallero, pero su tiro raso sali¨® fuera.
El Celta, en cambio, era la otra cara de la moneda. En menos de media hora hab¨ªa perdido primero Sylvinho, sustituido por Conteras, y luego a Luccin, que a pesar de sus intentos por seguir en el campo se retir¨® para dejar paso a Jesuli. Pasada la media hora de juego, el creciente peligro del Arsenal se transform¨® en un segundo gol de Henry, que caz¨® un bal¨®n colgado en el ¨¢rea para fusilar al vendido Cavallero sin grandes problemas. La primera parte acab¨® con una genialidad del tridente Ljunberg-Pires-Henry, que se fue fuera de milagro.
En la segunda parte, el p¨²blico de Highbury, euf¨®rico por el resultado y la superioridad de su equipo, transform¨® sus c¨¢nticos en castizos ol¨¦s, que a?ad¨ªan dolor al baile que estaban empezando a padecer los visitantes. Resuelta la eliminatoria, perdida la fe del Celta en el milagro desde el minuto 15 de juego, ya s¨®lo quedaba esperar el final. Bergkamp estuvo a punto de marcar en el minuto 60 en una fallida vaselina, pero el holand¨¦s acab¨® con los tacos de Cavallero clavados en el pecho y el argentino con la nariz resentida.
Cuando quedaban 20 minutos para el final, ?rsene Wenger tuvo el gesto de dar entrada en el campo a Jos¨¦ Antonio Reyes, recibido con una gran ovaci¨®n. Le dio tiempo de provocar la expulsi¨®n de Contreras tras una fea entrada, que le vali¨® la segunda tarjeta amarilla. De ah¨ª hasta el final no quedaron m¨¢s que un pu?ado de ocasiones perdidas por todos.
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