El tenis absuelve a Rusedski
La ATP admite las alegaciones, sin pruebas, del jugador y desvela que en 2004 se ha hallado nandrolona en la orina de otros 16 tenistas
Pocas semanas despu¨¦s de que el atletismo ingl¨¦s haya castigado con dos a?os de sanci¨®n por dopaje -consumo de THG- a su atleta estrella Dwain Chambers, la ATP, el circuito de tenis profesional masculino, ha declarado no culpable al brit¨¢nico Greg Rusedski, positivo por nandrolona en julio de 2003. La ATP ha dado por buena la alegaci¨®n del tenista, quien esgrimi¨®, sin pruebas, que todo proven¨ªa de unas pastillas suministradas por la propia ATP.
La primera reacci¨®n de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), el organismo que vigila el cumplimiento de la normativa, fue de soterrada indignaci¨®n. En su comunicado la AMA recuerda que la ATP ya absolvi¨® el a?o psado a otros siete tenistas positivos por nandrolona. "El hecho de que un nuevo caso haya sido resuelto bas¨¢ndose en las mismas premisas es enormemente perturbador, especialmente si se prueban incorrectas", a?ade la AMA. E incorrectas parecen ser dados los ¨²ltimos datos revelados por la ATP y la propia historia del caso.
Entre agosto de 2002 y mayo de 2003, los laboratorios antidopaje de Montreal, Lausana y Estocolmo detectaron la presencia de variados niveles de nandrolona -un esteroide anabolizante cuyo consumo est¨¢ prohibido por todos los reglamentos antidopaje que salt¨® a la fama con su aparici¨®n en algunos casos famosos: Guardiola, Davids, Gurpegui...- en la orina de 43 tenistas.
En 36 de ellos, los vestigios eran inferiores al umbral m¨ªnimo de 2 nanogramos por mililitro y, por lo tanto, no se consideraron indicio de dopaje. A los siete restantes tenistas, entre ellos el checo Bohdan Ulihrach, se les incoaron los correspondientes expedientes por dopaje. Paralelamente, el circuito de la ATP, mosqueados por tal inusitada epidemia -antes de agosto de 2002 apenas se hab¨ªan reportado casos similares- y sospechando que el origen podr¨ªa estar en unas pastillas rosas de electrolitos que los fisioterapeutas del circuito recomendaban contra los calambres, puso en marcha una investigaci¨®n. Tambi¨¦n prohibi¨® la distribuci¨®n de las pastillas y alert¨® en variadas formas a todos los tenistas de los peligros que corr¨ªan tom¨¢ndolas.
El resultado fue decepcionante. Pese a que los indicios del laboratorio hac¨ªan que la tesis del suplemento contaminado fuera algo m¨¢s que una sospecha, todos los an¨¢lisis de las pastillas rosas devolvieron un resultado negativo. En definitiva, no se pod¨ªa probar que las pastillas anticalambres suministradas por los fisioterapeutas de la ATP fueran la causa de la epidemia de nandrolona.
Pero tampoco, y as¨ª lo subraya el informe de la investigaci¨®n, dirigida por el abogado Richard Young, se pod¨ªa descartar taxativamente que las pastillas fueran las causantes. Este p¨¢rrafo fue decisivo para que un tribunal antidopaje instituido por la ATP revocara la primitiva sanci¨®n de dos a?os impuesta a Ulihrach y absolviera a los otros seis tenistas. A finales de julio, dos meses despu¨¦s de retiradas las pastillas rosas, lleg¨® el positivo de Rusedski en Indianapolis.
Pese a que tal hecho parece subrayar que no fueron los electrolitos rosas los causantes del nuevo caso, la ATP se regocij¨® del fallo que, dijo Mark Miles, su director ejecutivo, "subraya la el problema de la contaminaci¨®n por nandrolona". En tal tesitura, la ATP no pudo sino dar a conocer otro dato: pese a que por el circuito ya no circulan los electrolitos rosas los laboratorios han hallado rastros exiguos -inferiores a 2 nanogramos- de nandrolona en la orina de otros 16 tenistas en lo que va de temporada 2004.
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