Barcelona, con Madrid

La ciudad hermana de Madrid ha sufrido el atentado terrorista m¨¢s sangriento en la historia de Europa. Barcelona, que ha padecido la tragedia en carne propia, no puede ni quiere callar frente a esta barbarie. Hoy, todos los barceloneses nos sentimos madrile?os.

Ante este crimen brutal, los ciudadanos y las ciudadanas de Barcelona manifestamos nuestra profunda solidaridad, nuestro apoyo m¨¢s firme y nuestra compasi¨®n a las v¨ªctimas, a sus familias, a todas estas vidas truncadas, marcadas por el horror.

La violencia es la negaci¨®n de la esencia de la civilizaci¨®n: la capacidad de convivir pac¨ªficamente. Las ciudades adquieren todo su sentido cuando se constituyen como espacios de convivencia, y nos convertimos en v¨ªctimas colectivas al sufrir la agresi¨®n del terror. Sucedi¨® en Nueva York, sucede ahora Madrid.

Estamos ante una ostentaci¨®n terrible de odio, que nos hiere por su crudeza, por su dimensi¨®n, por sus dram¨¢ticas consecuencias. Pero que nos impele a rebelarnos con la energ¨ªa de nuestros valores y la fuerza de la raz¨®n. Los asesinos saben, deben saber, que es la raz¨®n su principal antagonista.

Estamos ante la perversi¨®n que destruye lo m¨¢s preciado que tenemos, la vida, y lo que nos define como ciudadanos: poder salir de casa, no tener miedo, expresarnos libremente en el marco com¨²n de la relaci¨®n democr¨¢tica que nos hemos otorgado. Por ello, en Barcelona, hoy m¨¢s que nunca, hoy como nunca, nos sentimos madrile?os.

Desde nuestra indignaci¨®n, desde nuestro profundo dolor, reivindicamos el derecho a la normalidad ciudadana. Y, tambi¨¦n, el derecho a la normalidad pol¨ªtica, a culminar sin m¨¢s distorsiones el periodo electoral en que nos encontramos. La democracia es una convicci¨®n s¨®lida en nuestro pa¨ªs y no debemos permitir que se nos arrebate su ejercicio.

Recordemos en silencio a las v¨ªctimas y esforc¨¦monos juntos, todos los dem¨®cratas, todos los pueblos de Espa?a, para que sean las ¨²ltimas.

Hoy no hay lugar para la competencia Madrid-Barcelona. Hoy debemos apelar a los profundos sentimientos de amistad y de respeto que existen entre los madrile?os y los barceloneses. Hoy no ha lugar a la broma ni al chascarrillo sobre rivalidad alguna. Hoy lo que es esencial, lo que forma parte de lo m¨¢s hondo de nuestras convicciones, sale a la luz, como cuando con motivo del atentado de Hipercor recibimos toda la solidaridad de las gentes de Madrid.

Ante monstruosidades como ¨¦stas, en situaciones que provocan v¨ªctimas inocentes como las que vivieron Barcelona y Madrid al sufrir los bombardeos indiscriminados sobre la ciudad durante la guerra civil, en estas horas tristes, barceloneses y madrile?os nos sentimos fraternalmente unidos.

Vuestro dolor es el nuestro. Vuestro anhelo de convivencia en paz es el nuestro. Como lo es, al lado de la justa ira, la voluntad imperturbable de defender nuestra democracia.

Joan Clos, alcalde de Barcelona.