Putin pone a raya a los oligarcas
El presidente ruso ha acabado con el poder de los magnates de la era de Yeltsin
Durante el primer mandato del presidente Vlad¨ªmir Putin, los oligarcas han desaparecido de la arena pol¨ªtica de Rusia. ?ste ha sido el resultado de una estrategia consecuente del l¨ªder del Kremlin, quien se puso como meta terminar con el legado de Bor¨ªs Yeltsin, que amenazaba, en opini¨®n de los nuevos dirigentes, con convertir al pa¨ªs en una gran empresa regida por los magnates. Pero no por ello desaparecieron los supermillonarios. Por el contrario, en los ¨²ltimos cuatro a?os se han multiplicado.
Si en 1991 la revista Forbes no encontr¨® ning¨²n ruso que tuviera m¨¢s de mil millones de d¨®lares, despu¨¦s del primer a?o del Gobierno de Putin hab¨ªa ocho; a los tres a?os eran 17 y el a?o pasado ya fueron 25. Por el n¨²mero de personas con una fortuna superior al mill¨®n de d¨®lares Rusia super¨® a Jap¨®n y ocupa ahora el tercer lugar, despu¨¦s de EE UU y Alemania. Y Mosc¨² tiene el segundo lugar por este ¨ªndice (23 supermillonarios), detr¨¢s de Nueva York (con 31). En la lista dada por Forbes de los supermillonarios rusos, la mayor¨ªa tiene negocios relacionados con el petr¨®leo y el gas (seis son accionistas de Yukos). Por cierto, seg¨²n el semanario ingl¨¦s Mail on Sunday, Rom¨¢n Abram¨®vich, famoso por haber comprado el club de f¨²tbol Chelsea, encabeza la lista de los hombres m¨¢s ricos del Reino Unido.
Los magnates tienen miedo de acabar en una celda como su colega Jodorkovski
Putin declar¨® la guerra a los due?os de imperios medi¨¢ticos que eran cr¨ªticos
Putin comenz¨® su mandato presidencial declarando la guerra a los oligarcas due?os de imperios medi¨¢ticos y que ten¨ªan una actitud cr¨ªtica hacia el nuevo r¨¦gimen. El primero en ser aplastado fue Vlad¨ªmir Gusinski, en 2000, que incluso pas¨® unos d¨ªas en la c¨¢rcel, fue obligado a entregar el canal NTV -el mejor entonces- y a emigrar. Pero el Kremlin no dej¨® tranquilo al magnate en el extranjero, y trat¨® de extraditarlo, infructuosamente, desde Espa?a a Rusia. A Gusinski le sigui¨® Bor¨ªs Berezovski, quien durante la ¨¦poca de Yeltsin ten¨ªa una influencia pol¨ªtica enorme y entraba en el Kremlin como en su casa. Berezovski tambi¨¦n tuvo que huir y Rusia trat¨® asimismo de extraditarlo desde Inglaterra, pero sin ¨¦xito.
Despu¨¦s de la ofensiva contra esos influyentes magnates, se lleg¨® a un acuerdo t¨¢cito con el resto de los oligarcas: el Kremlin no los tocar¨ªa y los dejar¨ªa hacer tranquilamente sus negocios, siempre y cuando no se mezclaran en pol¨ªtica. Y cuando el multimillonario Mija¨ªl Jodorkovski se atrevi¨® a romper el pacto y desafiar al Kremlin, la respuesta de ¨¦ste fue contundente y fulminante. El acoso a Yukos y a su principal due?o comenz¨® a principios de 2003, a?o de elecciones parlamentarias. A Jodorkovski se le atribuy¨® el plan de financiar a candidatos a diputados para que los hombres de negocios pudieran controlar la Duma Estatal que iba a ser elegida en diciembre; el objetivo estrat¨¦gico de esta incursi¨®n en la pol¨ªtica era, se dec¨ªa, presentar en 2008 un candidato a la presidencia que dif¨ªcilmente coincidir¨ªa con la persona que Putin querr¨ªa ver como su sucesor al frente del pa¨ªs, una vez concluido su segundo mandato. Como resultado de la reacci¨®n del Kremlin, Jodorkovski, que seg¨²n Forbes contin¨²a siendo el hombre m¨¢s rico de Rusia con una fortuna estimada en 15.000 millones de d¨®lares, termin¨® en la c¨¢rcel acusado de evasi¨®n de impuestos, estafa y otra serie de delitos. La justicia rusa se ha negado a dejarle en libertad bajo fianza antes del juicio, que todav¨ªa no tiene fecha prevista.
El golpe bajo dado a Jodorkovski, que fue el principal impulsor de la transparencia en las grandes empresas rusas, ha creado una atm¨®sfera de temor entre los otros oligarcas. Aunque ya nadie se atreve a hacer incursiones en la pol¨ªtica contra la voluntad del Kremlin, los magnates tienen miedo de acabar en una celda como su imprudente colega. Y ello porque Putin, despu¨¦s de que Jodorkovski fuera puesto entre rejas, declar¨® que aunque "no habr¨¢ una campa?a" para revisar los resultados de las privatizaciones realizadas en la ¨¦poca de Yeltsin, eso no significa que quienes infringieron la ley puedan dormir tranquilos. "Si cinco o siete personas no cumpl¨ªan con las leyes, eso no quiere decir que todos no lo hac¨ªan", declar¨® Putin en un discurso ante la C¨¢mara de Industria y Comercio.
Esta instituci¨®n hab¨ªa manifestado su preocupaci¨®n sobre lo ocurrido con Jodorkovski y hab¨ªa propuesto que se fijara un a?o a partir del cual se hac¨ªa borr¨®n y cuenta nueva. Los hombres de negocios propon¨ªan que no se pudiera perseguir legalmente por delitos econ¨®micos cometidos hace m¨¢s de tres o cinco a?os, pero Putin se neg¨® a elaborar una ley al respecto. As¨ª, como en la ¨¦poca de las privatizaciones de Yeltsin pr¨¢cticamente todos transgredieron las leyes, ahora los magnates est¨¢n a merced del Kremlin que decide a qui¨¦n perseguir y a qui¨¦n no.
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