Gritos de "?asesinos!" contra Rato y Piqu¨¦

El vicepresidente primero del Gobierno, Rodrigo Rato, y el presidente del PP catal¨¢n, Josep Piqu¨¦, fueron increpados con gritos de "?asesinos!" al final de la manifestaci¨®n de Barcelona, en la plaza de Catalunya, por un grupo de participantes. Se vivieron entonces momentos de gran tensi¨®n, incluido un amago de avalancha, y ambos dirigentes conservadores, acompa?ados de otros destacados miembros de su partido, incluso tuvieron que ser protegidos por la polic¨ªa y los Mossos d'Esquadra.

Rato permaneci¨® impasible, pero Piqu¨¦ se encar¨® con quienes los increpaban, haciendo un gesto con el ¨ªndice y el pulgar a la altura de la cabeza, como trat¨¢ndolos de locos. Los dirigentes populares se vieron obligados a refugiarse en el aparcamiento subterr¨¢neo de la plaza, custodiados por los agentes. A la salida del estacionamiento, el autom¨®vil en el que viajaban fue golpeado por varios manifestantes que aguardaban el veh¨ªculo en la puerta.

Fuentes de la Generalitat explicaron que la consejera de Interior, Montserrat Tura, trat¨® de ponerse en contacto con Rato y acord¨® un encuentro con la Delegaci¨®n del Gobierno en Catalu?a. Pero cuando lleg¨® al lugar acordado, los dirigentes del PP ya no estaban: daban una conferencia de prensa en la que Rato consider¨® "triste" por los insultos, pero subray¨® que "no ha pasado nada". "Me he sentido muy c¨®modo", a?adi¨®.

A su llegada a la concentraci¨®n, los dirigentes del PP ya hab¨ªan sido recibidos con gritos. Rato y Piqu¨¦ se negaron a ponerse en la cabecera y retrocedieron hasta la cuarta fila al comprobar que en la pancarta se le¨ªa "contra el terrorismo" en lugar de "por la derrota del terrorismo", expresi¨®n exigida por el Gobierno central. La representaci¨®n del PP en la primera fila qued¨® reducida Rafael Luna y Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz.

Rato culp¨® al presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, de las diferencias en el lema. El lema para Catalu?a fue acordado el jueves por todos los partidos pol¨ªticos catalanes, incluido el PP, y era muy similar, aunque no id¨¦ntico, al exigido por el Gobierno central.

Paralelamente a la manifestaci¨®n, unas 300 personas protestaron frente a la sede del PP de Barcelona, protegida por una docena de furgonetas policiales.