JOS? MIGUEL VALDERRAMA L?PEZ / "El ¨²ltimo cigarro, te lo prometo, Elenita"
Jos¨¦ Miguel hizo su ¨²ltima promesa el mi¨¦rcoles. "Elenita, ¨¦ste es mi ¨²ltimo cigarro, te lo prometo". Y apag¨® una colilla en la cervecer¨ªa donde hab¨ªa acudido, como cada d¨ªa despu¨¦s de trabajar, con sus amigos de Cajamadrid en la Plaza del Celenque. "Era muy ca?ero, de dar ca?a y de tomarlas en los bares", dec¨ªa Elena, desolada, en el tanatorio de San Fernando de Henares, donde esperaba que llegara Jos¨¦ Miguel en una caja de caoba. Elena no estaba sola. Valderrama demostr¨® su capacidad de movilizaci¨®n hasta el final. Dos autobuses esperaban a que todo acababase para llevar a m¨¢s de cien de sus compa?eros. Valderrama, economista de 25 a?os, se met¨ªa en todos los charcos. "Era solidario, comprometido, progresista", dec¨ªan los que trabajaban con ¨¦l en el Departamento de Inmuebles de Cajamadrid. Esta fotograf¨ªa se la hizo en sus tiempos de voluntario contra el chapapote. Quit¨® unos cuantos kilos con sus manos. Lo que ganaba para el banco, lo invert¨ªa en solidaridad. Pero tambi¨¦n sab¨ªa disfrutar. "Era un hombre feliz que hac¨ªa felices a los dem¨¢s", dicen sus colegas. Un "ni?o grande" que estaba leyendo el ¨²ltimo Harry Potter como un poseso. Su novia Roc¨ªo y ¨¦l ten¨ªan planes. Ya ten¨ªan un piso y esperaban a que se abriera la estaci¨®n de La Garena, en Alcal¨¢ de Henares, para ir a vivir juntos. El tren era su segunda casa. Cada d¨ªa tomaba el cercan¨ªas de las 7,30 en Coslada, donde vive con su familia, y enfilaba hacia Atocha. El jueves subi¨® a bordo. Le extra?ar¨ªa no encontrar a Laura, su compa?era de despacho y de trayecto, que se sub¨ªa en Torrej¨®n y que le guardaba un sitio. "Me entretuve y perd¨ª ese tren", dec¨ªa ella ayer, debati¨¦ndose entre la felicidad de estar viva y el dolor por su p¨¦rdida. Ir¨ªa de pie, pues. Qu¨¦ m¨¢s da. Estaba contando los d¨ªas. En el bolsillo, Jos¨¦ Miguel llevaba dos billetes a Lanzarote. Economista hasta el final, hab¨ªa apalabrado un viaje 2x1 en un hotel de cinco estrellas. Mayo no llegar¨¢ para ¨¦l.
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