Madrid no es el fin de la senda terrorista
Independientemente de que el atentado terrorista del jueves fuera obra de ETA o de otra organizaci¨®n terrorista, como Al Qaeda -o quiz¨¢ incluso si se trata de una colaboraci¨®n- est¨¢ claro que la matanza en los ferrocarriles de la capital espa?ola sigue el modelo de los actos de Al Qaeda, Ham¨¢s, la Yihad Isl¨¢mica y similares: un atentado terrorista masivo contra civiles inocentes en nombre de una ideolog¨ªa o exigencia pol¨ªtica.
El modus operandi tambi¨¦n ha sido similar: colocar una bomba en un lugar concurrido o, preferiblemente, en varios lugares concurridos al mismo tiempo y, despu¨¦s, intentar golpear a los equipos de rescate.
Los espa?oles dicen que en el pasado el grupo terrorista vasco ETA hab¨ªa evitado lanzar atentados terroristas masivos contra civiles, prefiriendo atacar a cargos p¨²blicos y al personal de seguridad espa?ol. Pero es posible que haya cambiado de estrategia y ahora haya decidido imitar a las organizaciones terroristas isl¨¢micas. Lo mismo ha ocurrido recientemente en Irak: los grupos de la oposici¨®n est¨¢n haciendo todo lo posible por atacar a multitudes de civiles, para aterrorizar y demostrar que el Gobierno no puede defender a sus ciudadanos.
Este m¨¦todo se utiliz¨® ampliamente contra Israel incluso antes de los atentados terroristas del 11-S en Estados Unidos. Desde Israel y EE UU, lleg¨® a los confines de Europa, primero a pa¨ªses africanos como T¨²nez, Marruecos y Kenia; despu¨¦s a Turqu¨ªa, y ayer a Madrid. Y est¨¢ claro que Madrid no es el fin de la senda terrorista. ?Qui¨¦n sabe hacia d¨®nde avanzar¨¢ ma?ana?
El atentado del jueves fue una operaci¨®n organizada que precis¨® varios pasos, lo que recuerda a la t¨¢ctica de Al Qaeda. Los preparativos requieren una extensa recogida de datos para la operaci¨®n, el transporte de los explosivos y la colocaci¨®n de las bombas en varios lugares, algo que seguramente no se hizo hasta poco antes de que huyeran del lugar, para evitar ser descubiertos. Adem¨¢s, todas las bombas estallaron al mismo tiempo, despu¨¦s de que los autores se retiraran a un escondite seguro.
Todo esto denota experiencia y una amplia planificaci¨®n operativa, atributos por los que ETA no se hab¨ªa destacado en el pasado. Por eso surge la sospecha de que el responsable fuera otra organizaci¨®n o bien que ETA cooperase con una organizaci¨®n terrorista extranjera. Pero el mismo hecho de que la operaci¨®n fuera tan extensa aumenta las oportunidades de descubrir a los culpables.
Los israel¨ªes comprenden el horror y la angustia que ayer sufrieron los ciudadanos de Madrid. La iron¨ªa es que los medios de comunicaci¨®n espa?oles se han mostrado en los ¨²ltimos a?os "comprensivos" con los atentados palestinos contra civiles israel¨ªes en lugares p¨²blicos, en autobuses y estaciones de tren e incluso han justificado dichos ataques. Pero ninguna exigencia pol¨ªtica, por leg¨ªtima que pudiera ser, justifica esos actos de asesinato masivo.
Lo que todos los atentados terroristas tienen en com¨²n es la creencia de que una determinada causa pol¨ªtica o ideolog¨ªa justifica ataques deliberados contra multitudes de civiles inocentes s¨®lo porque ¨¦stos forman parte del "otro bando", el enemigo. En otras palabras, que existe el terrorismo justificado. Sin embargo, no hay "terrorismo bueno" ni "terrorismo malo". As¨ª, cuando el presidente sirio, Bashar Assad, por ejemplo, justifica los "actos de sacrificio" (atentados suicidas) palestinos se convierte en un dirigente que respalda el terrorismo. Del mismo modo, cualquiera que se oponga a lo que los terroristas hicieron el jueves en Madrid no puede al mismo tiempo justificar o pasar por alto actos terroristas similares contra otras naciones.
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