C¨®mo contar la verdad de Patricia
Una madre polaca, ingresada en el Cl¨ªnico, no sabe a¨²n que su beb¨¦ y su marido han muerto
Nadie tiene el valor suficiente para contarle a Yolanda que su beb¨¦, Patricia, de siete meses, y su marido, Wieslaw, de 34, han muerto. La mujer, de 28 a?os y polaca, est¨¢ ingresada en el hospital Cl¨ªnico de San Carlos. Le han operado de una mano y del intestino y evoluciona favorablemente. Su ni?a, el beb¨¦ por el que nadie reclam¨® en los primeros momentos despu¨¦s del estallido, falleci¨® el viernes en el hospital del Ni?o Jes¨²s despu¨¦s de un d¨ªa y medio debati¨¦ndose entre la vida y la muerte. El cad¨¢ver de su marido fue tambi¨¦n identificado el viernes en el Pabell¨®n 6, donde se amontonan los cad¨¢veres de las v¨ªctimas, tras casi dos d¨ªas de b¨²squeda. Ayer estaban los dos en el tanatorio de la M-30.
Pero nadie le dice a Yolanda que la tragedia se ha cebado con ella. Que el tren de cercan¨ªas que cogi¨® el jueves, como cada ma?ana, con su familia en Entrev¨ªas ha truncado su destino para siempre. Yolanda pregunta y los dem¨¢s miran a otro lado.
En un principio le contaron que el beb¨¦ y su marido estaban bien. Pero el mensaje han empezado a modificarlo poco a poco, cuenta el Defensor del Menor, Pedro N¨²?ez Morgades. "Ahora le est¨¢n diciendo que los dos han empeorado", a?ade.
Pero Yolanda no lo quiere o¨ªr. "Ella est¨¢ muy ilusionada con recuperarse y as¨ª poder atender a su hija Patricia", cuenta el padre Mariam, el sacerdote polaco que se ha ocupado de Yolanda y su beb¨¦ todo este tiempo. ?l y el padre Eugenio se han repartido a las v¨ªctimas del atentado de nacionalidad polaca para darles consuelo.
"Hay que ir poco a poco. Dosificar la informaci¨®n. Amortiguar el impacto de las noticias de la tragedia. Nadie est¨¢ preparado para una sobrecarga emocional de este tipo", ha aconsejado Eduardo Paolini, psic¨®logo cl¨ªnico del Ni?o Jes¨²s, a la hermana de Yolanda, Kati. La joven, de 28 a?os, es la ¨²nica familia que tiene en Espa?a.
Ayer lleg¨® otra hermana desde Polonia para repartirse el dolor. El padre de las j¨®venes se ha quedado en Polonia para preparar los funerales de Wieslaw y el beb¨¦. Despu¨¦s vendr¨¢ a echar una mano. "Cuando Yolanda salga del hospital alguien tendr¨¢ que ocuparse de ella las 24 horas. Y alguien tiene que trabajar para ganar dinero...", dice Kati.
"Teme su reacci¨®n"
Pero ahora Kati tiene miedo. "Conociendo como conoce a su hermana y sabiendo que su marido y su hija lo eran todo para Yolanda, teme su reacci¨®n, que no pueda resistirlo", dice el padre Mariam.
A Kati le atormenta imaginar el momento en el que tenga que contar la verdad a su hermana. "No quiero pensar en c¨®mo voy dec¨ªrselo. Pero tengo que pensarlo", asegura con una entereza que asombra. Y ?c¨®mo est¨¢ reaccionando su hermana ahora? "?C¨®mo crees que puede reaccionar una persona que est¨¢ en la cama y a la que le est¨¢n diciendo que su marido no despierta y que su hija tampoco?", contesta Kati.
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