Europa entra en letargo
La falta de liderazgo en la UE deja estancados proyectos clave para la construcci¨®n europea
A menos de 50 d¨ªas del 1 de mayo, el d¨ªa D para la hist¨®rica ampliaci¨®n de Europa al Este, la falta de liderazgo en la UE mantiene empantanados proyectos clave para la construcci¨®n europea como la Constituci¨®n, los avances en el espacio de justicia y seguridad, la pol¨ªtica exterior o la reforma del Pacto de Estabilidad. Los dirigentes del n¨²cleo de cabeza (Alemania, Francia y Reino Unido) est¨¢n concentrados en resolver las crisis pol¨ªticas y econ¨®micas surgidas en sus propios pa¨ªses. La Comisi¨®n ha entrado en fase de relevo y s¨®lo aporta iniciativas menores. Y al menos cinco pa¨ªses est¨¢n incursos en procesos electorales propios.
Las distintas fuentes consultadas en Bruselas coinciden en afirmar que la Uni¨®n no reacciona tras los traumas del a?o pasado: la divisi¨®n por la crisis de Irak, el estancamiento econ¨®mico, el ataque mortal al Pacto de Estabilidad y el fracasado intento de pactar el texto de la primera Constituci¨®n para Europa. "Hay un par¨®n", reconocen sin ambages en la Comisi¨®n, cuyo mandato de cinco a?os concluye en noviembre.
"Hay una clara escasez de l¨ªderes pol¨ªticos capaces de articular una estrategia cre¨ªble"
Sus responsables, los 20 comisarios, est¨¢n hoy m¨¢s preocupados por encontrar otro puesto en el futuro que en lanzar iniciativas legales de peso. La griega Anna Diamantopoulou, ex responsable de Empleo, ya ha abandonado el barco hace tres semanas. El presidente, Romano Prodi, se ha lanzado al ruedo de la pol¨ªtica italiana. Un similar ambiente de fin de etapa se registra en el Parlamento Europeo, que ser¨¢ renovado tras las elecciones del pr¨®ximo 13 de junio.
A¨²n resulta "m¨¢s preocupante", admiten en el Consejo de la UE, la falta de empuje desde las principales capitales. El reciente triunvirato establecido por el franc¨¦s Jacques Chirac, el alem¨¢n Gerhard Schr?der y el brit¨¢nico Tony Blair apunta algunos pasos m¨ªnimos, pero los tres est¨¢n volcados en resolver sus crisis nacionales que, sobre todo en el caso del canciller, afectan a sus propios liderazgos internos.
Sobrepasado por el frenazo econ¨®mico alem¨¢n, Schr?der ha cedido el liderazgo de su Partido Socialdem¨®crata (SPD) y acaba de sufrir un varapalo electoral en la ciudad-Estado de Hamburgo en un a?o en el que le esperan elecciones en otros cinco Estados federados, adem¨¢s de ocho convocatorias municipales.
En Londres, Blair no acaba de despejar las dudas sobre las razones para ir a la guerra contra Irak, mientras en las filas de su Partido Laboralista le han discutido las reformas emprendidas en sanidad y educaci¨®n. En Francia, la popularidad del primer ministro, Jean Pierre Raffarin, desciende enteros cada semana mientras est¨¢ cada vez m¨¢s abierta la pugna por la futura sucesi¨®n de Jacques Chirac, el d¨¦ficit p¨²blico (4,1% del PIB el a?o pasado) es superior al previsto y se caldea tambi¨¦n el ambiente electoral ante las regionales de los pr¨®ximos d¨ªas 21 y 28.
En los tres grandes de la UE es donde las encuestas reflejan un menor apoyo a la ampliaci¨®n por el miedo a sus consecuencias. La coyuntural alianza del triunvirato, adem¨¢s, ha despertado m¨¢s que recelos en el resto de la Uni¨®n, empezando por Italia (con el primer ministro Silvio Berlusconi desprestigiado tras su ca¨®tica presidencia europea del pasado semestre) y Espa?a (sumida desde hace meses en ambiente electoral, como Grecia hasta hace una semana o Luxemburgo en breve), porque "han dado la fuerte impresi¨®n de que estaban interesados en presentarse a s¨ª mismos como un club exclusivo", aseguran en un trabajo conjunto Steven Everts y Antonio Missiroli, del Centre for European Reform.
La iniciativa de los tres en oto?o para que Ir¨¢n ponga su industria nuclear bajo supervisi¨®n internacional (no incluyeron en sus gestiones al representante de la pol¨ªtica exterior de la UE, Javier Solana), su propuesta para contar con un supervicepresidente econ¨®mico en la Comisi¨®n (a la vez que ped¨ªan congelar los presupuestos de la Uni¨®n), sus avances para crear una futura defensa europea aut¨®noma de la OTAN y el lanzamiento de una Agencia Europea de Armamento que puede reportarles enormes beneficios en pr¨®ximas d¨¦cadas son algunos pasos en el haber del tr¨ªo.
Por el contrario, han dejado aparcados o minusvalorados otros asuntos de inter¨¦s global claves para Europa: reabrir el debate sobre una Constituci¨®n que debiera ser pactada, seg¨²n la Comisi¨®n y el Parlamento, antes de las elecciones europeas; reformar el Pacto de Estabilidad que los tres dejaron herido de muerte el pasado noviembre; lanzar propuestas con compromisos concretos para que Europa recupere el gran retraso en su objetivo de ser en 2010 la econom¨ªa m¨¢s competitiva del mundo; lograr una verdadera pol¨ªtica com¨²n de asilo e inmigraci¨®n a la que Berl¨ªn se resiste, o construir una aut¨¦ntica pol¨ªtica exterior europea.
"Hay una clara escasez de l¨ªderes pol¨ªticos capaces de articular una estrategia cre¨ªble y capaz de impulsar una mayor integraci¨®n europea", ha alertado el European Policy Centre. "Es muy probable", agrega, "que la UE tenga que atravesar un periodo de estancamiento institucional y pol¨ªtico, quiz¨¢s incluso una crisis pol¨ªtica a gran escala, antes de poder movilizar las energ¨ªas pol¨ªticas para reactivar de nuevo el proceso de integraci¨®n europeo".
Algunos destacados europe¨ªstas no son tan pesimistas. Eneko Landaburu, hoy director general de Relaciones Exteriores y antes de la Ampliaci¨®n, opina que el diagn¨®stico para superar esa t¨®pica definici¨®n de Europa ("un gigante econ¨®mico, pero un enano pol¨ªtico") es claro: "Avanzar en el espacio de seguridad y justicia y conseguir que Europa hable con una voz en el mundo". Para Landaburu, "es l¨®gico que haya un periodo de incertidumbre" porque se han abordado "proyectos de un enorme calado", como es el caso de la Constituci¨®n, "y es normal que se avance con prudencia".
Los l¨ªderes europeos decidir¨¢n en Bruselas los pr¨®ximos d¨ªas 25 y 26 si reabren o no las negociaciones sobre la Constituci¨®n. En caso negativo, dar¨¢n otra prueba de que Europa est¨¢ aletargada.
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