El PNV se acerca a la situaci¨®n electoral que ten¨ªa antes de la escisi¨®n de EA
El 14-M confirma la estabilidad del mapa pol¨ªtico, pese al adelanto del PSE sobre el PP
Las elecciones del pasado domingo han vuelto a adquirir un perfil singular en el Pa¨ªs Vasco, donde, a diferencia del resto de Espa?a, se disputaban dos partidas en la misma urna. La primera la jugaba casi en solitario el PNV y deb¨ªa determinar si el partido ahora presidido por Josu Jon Imaz afianzaba su posici¨®n hegem¨®nica, como as¨ª ha sido, o no. En la otra, socialistas y populares pugnaban por la segunda plaza y por inclinar a su favor la balanza en el Congreso de los Diputados. El resultado, en este caso, ha ido en sinton¨ªa con el general, aunque con otra peculiaridad: a diferencia de lo ocurrido en el conjunto de Espa?a, la ca¨ªda del PP y su desplazamiento por el PSE en la comunidad aut¨®noma ya hab¨ªa sido anunciada por las encuestas, como la difundida al inicio de la campa?a por el Gobierno vasco.
Josu Jon Imaz ha debutado con un holgado triunfo en su primera prueba electoral
M¨¢s all¨¢ de los reajustes y trasvases de voto que se producen entre las distintas formaciones, los resultados ponen de manifiesto la gran estabilidad de fondo del mapa pol¨ªtico vasco, en el que el PNV, con el hueco territorial de ?lava, se acerca a su estatus previo a la escisi¨®n de 1986.
El PP experiment¨® el domingo una doble derrota. Por un lado, perdi¨® gran parte del terreno conseguido hace cuatro a?os (90.000 sufragios, tres diputados y cuatro senadores) y, por otro, estimul¨® el voto nacionalista con su estrategia de situar la lucha contra ETA y el presunto riesgo de la unidad de Espa?a como eje de su campa?a. Su descalabro no es atribuible en lo sustancial a los atentados terroristas de Madrid, sino a la p¨¦rdida previa de sinton¨ªa con el electorado que le situ¨® en 2002 a apenas 14.000 papeletas del PNV.
Los socialistas obtienen sus mejores resultados tras la mayor¨ªa absoluta de Felipe Gonz¨¢lez en 1982. Desplazan al PP como segunda fuerza y recogen todos los cargos electos que pierden los populares, aunque no la totalidad de sus votos. El partido de Patxi L¨®pez, gracias al efecto Zapatero, logra su aspiraci¨®n de convertirse en la referencia constitucionalista en Euskadi, zaf¨¢ndose del inc¨®modo marcaje a que le somet¨ªa el PP. A poco m¨¢s de un a?o de la fecha prevista para las auton¨®micas de 2005, el doble vuelco registrado en Espa?a y el Pa¨ªs Vasco abre un panorama bastante menos predecible que el que se esperaba con un nuevo triunfo de los populares.
El holgado triunfo del PNV en la primera cita a la que acud¨ªa con Josu Jon Imaz al frente ofrece a los peneuvistas la posibilidad de modular el calendario previsto por el lehendakari Ibarretxe para el despliegue de su plan. Los del domingo son los mejores resultados del PNV en unas generales y los segundos mejores que logra en solitario, tras los cosechados en las auton¨®micas de 1984 por Garaikoetxea. Sin embargo, queda muy lejos del r¨¦cord que alcanz¨® junto con EA en las auton¨®micas de 2001: aun sumando los sufragios obtenidos el domingo por los de Bego?a Errazti, se quedar¨ªa a 106.450 votos de aquel registro.
A EA la apuesta de acudir esta vez en solitario a las urnas le ha salido bien, ya que conserva el acta de diputada de Bego?a Lasagabaster. Pero este ¨¦xito parcial no aten¨²a la tendencia declinante de una formaci¨®n que, pese a haber resistido la amenaza de Aralar, no logra crecer ni por su derecha ni por su izquierda (Batasuna).
El PNV 'reina' en Vizcaya
El PNV se afianza en su feudo vizca¨ªno, quit¨¢ndose de encima la presi¨®n a la que se hab¨ªa visto sometido en 2000 con la victoria del PP en Bilbao, Getxo y Ermua, el 40% del censo electoral de la provincia. Las comarcas del Duranguesado, Lea-Artibai, Gernika, Mungia y el ¨¢rea de Getxo son el motor de la amplia victoria del PNV en Vizcaya, donde sube tres puntos y alcanza el 37,29% del voto emitido. El descalabro de los populares es generalizado en Vizcaya, pero especialmente llamativo en los n¨²cleos principales. En Bilbao pierde la primac¨ªa lograda hace cuatro a?os y pasa a ser la tercera fuerza por detr¨¢s del PSE, posici¨®n en que queda en el conjunto de la provincia.
Los socialista emergen con fuerza en su granero tradicional de votos, la Margen Izquierda, y en toda la provincia, al sumar 35.127 votos m¨¢s que en 2000. En general, el electorado de izquierda acudi¨® masivamente a las urnas. Hay un dato que refleja la diferencia de la IU vasca frente al resto de la federaci¨®n de izquierdas: el gran resultado de los socialistas en Euskadi no ha sido a costa de Ezker Batua, que el domingo logr¨® su segundo mejor resultado en en Euskadi (despu¨¦s del de 1986), pese a no obtener el esca?o que pretend¨ªa en Vizcaya.
Rev¨¦s popular en ?lava
?lava se ha convertido en el fracaso de Jaime Mayor Oreja, que encabezaba la circunscripci¨®n de partida m¨¢s segura para los populares y en la que han perdido trece puntos, 18.000 votos, un diputado y dos senadores. El nacionalismo sigue quedando como tercera y ¨²ltima opci¨®n electoral en esta provincia, pero el peso porcentual del constitucionalismo desciende algo por el desplome del PP. El PNV no ha logrado atraer el voto de EA, estabilizado cerca de los 8.000 sufragios, que habr¨ªa podido ayudarle a desplazar de la segunda plaza al PP.
En la provincia, el PNV ha ganado en Llodio y Amurrio, los otros dos n¨²cleos urbanos de cierta entidad, lo mismo que en Agurain-Salvatierra y Legutiano,mientras el PP retiene su mayor¨ªa en la Rioja Alavesa.
?lava, la ¨²nica provincia vasca donde gobierna el PP la Diputaci¨®n y el Ayuntamiento de la capital, vivi¨® el mismo vuelco que el conjunto de Espa?a. El cambio se ha jugado como siempre en Vitoria, que concentra m¨¢s del 80% del voto del territorio. La candidatura de Mayor Oreja ha perdido 18.000 votos y casi trece puntos (del 39,1% al 26,8% actual) respecto a las ¨²ltimas generales.
Estos resultados ahondan las dificultades de los populares para gobernar la Diputaci¨®n y el Ayuntamiento, que administran en muy precaria minor¨ªa (16 apoderados sobre 51 en las Juntas Generales y 9 concejales de 27 en el consistorio) y alejan la posibilidad de que el PSE-EE les brinde ning¨²n tipo de apoyo. La condici¨®n impuesta por los socialistas en junio de 2003, que los populares les cedan la alcald¨ªa o la presidencia de la Diputaci¨®n, se mantiene inalterable y se ve reforzada tras el 14-M.
Guip¨²zcoa
En Guip¨²zcoa, PNV y PSE se configuran como las dos fuerzas principales, seguidas a distancia por el resto de partidos. Los nacionalistas logran un espectacular despegue y con 114.225 papeletas recuperan el liderazgo de un territorio que hab¨ªa perdido hace a?os. Les siguen de cerca el PSE, que supera su mejor registro al alcanzar los 97.206 votos a costa del hundimiento del PP, que retorna a sus registros anteriores al 2000.
Aunque era una de las inc¨®gnitas, no se produjo un reajuste del campo electoral a la izquierda del PNV. Batasuna consigui¨® retener la mayor parte de sus fieles con el voto nulo. EA sali¨® airosa de su apuesta de competir en solitario y mantuvo su esca?o, mientras IU se qued¨® sin representaci¨®n pese a duplicar sus votos anteriores. Aralar no despeg¨® como se esperaba y ¨²nicamente logr¨® reeditar los resultados obtenidos en las elecciones forales.
Esta informaci¨®n ha sido elaborada con datos de Aitor Guenaga, Isabel C. Mart¨ªnez y Genoveva Gastaminza.
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