BEGO?A MART?N BAEZA / "Nunca la veremos vieja"
Desde ni?a, le encantaban las cajitas. De cualquier material. Si eran de cart¨®n, Bego?a, casada hace nueve meses a los 25 a?os, les hac¨ªa fundas de papel de colores. Despu¨¦s, las forraba y las clasificaba ordenadamente. A Bego?a le gustaba coleccionar de todo, pendientes, figuritas... Con el mismo orden dedic¨® un tiempo estricto a la lectura diaria. Era alegre, se ilusionaba por todo. Hija ¨²nica, su padre, Javier, aseguraba: "Siempre, siempre, la vamos a ver joven, guapa y bonita. Nunca la veremos vieja". Aunque, a decir verdad, la joven tambi¨¦n ten¨ªa mucho genio: no soportaba la injusticia, la intervenci¨®n espa?ola en Irak...; le indignaba que los ni?os pasaran hambre y re?¨ªa a su marido cuando elud¨ªa las reglas de orden hogare?o.
Pero ella se sent¨ªa feliz. Su coraz¨®n y su cabeza barruntaban ya la posibilidad de tener un hijo con David Mart¨ªn, su gran amor. "Estaba profundamente enamorada", comenta su madre, Mar¨ªa Jos¨¦. "Al d¨ªa siguiente de encontrarle, me dijo: 'Mam¨¢, he conocido al hombre de mi vida". Casada, dej¨® el hogar paterno, en San Sebasti¨¢n de los Reyes (Madrid), para irse a vivir a Alovera (Guadalajara), pero sigui¨® regando sus ra¨ªces, ya que ten¨ªa su trabajo como administrativa en el barrio del suburbio madrile?o. Aquello le permit¨ªa, adem¨¢s, comer todos los d¨ªas con su padre. "El mi¨¦rcoles 10 de marzo", recuerda Javier, "le dije: 'Te he guardado las papeletas de las elecciones de IU y PSOE; la del PP la he tirado'. Y ella me contest¨®: 'Pap¨¢, si no vamos a ganar". Despu¨¦s, hablaron de planes para la tarde del jueves: ir de compras, pedir a la madre que le planchara una camisa blanca. La camisa est¨¢ planchada y metida en un caj¨®n de la c¨®moda de la habitaci¨®n de Bego?a. "No s¨¦ si permitir¨¦ que alguien duerma en su cama", dice la madre. De momento, ni sus s¨¢banas ni su pijama ser¨¢n lavados. Sus cenizas ser¨¢n esparcidas el pr¨®ximo s¨¢bado en B¨¦jar (Salamanca), en el monte del Casta?ar. "Era una enamorada de mi pueblo", dice Javier.-
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