"Y ahora, ?d¨®nde vamos a dormir nosotros?", se preguntan los expulsados

A las 15.00, seis horas despu¨¦s de haber sido desalojados de los bajos que ocupaban ilegalmente, ocho familias gitanas se preguntaban: "?Qu¨¦ hacemos ahora? ?Ad¨®nde vamos?".

Diego Fern¨¢ndez P¨¦rez, de unos 40 a?os, hombre respetado en su clan y padre de familia, miraba c¨®mo a sus pies varios familiares extend¨ªan una s¨¢bana y escrib¨ªan: "Zapatero: queremos una vivienda digna". Y es que la esperanza de los 56 vecinos del n¨²mero 31 choca ahora con la situaci¨®n de los desalojados. "Entre mayores, ni?os y mujeres, somos m¨¢s de 60", contaba Diego, que reclamaba ayuda al Gobierno. "S¨®lo pedimos una vivienda digna. Es nuestro derecho. Vamos a acampar aqu¨ª hasta que nos ofrezcan un lugar en el que vivir", insist¨ªa.

El desalojo, sin embargo, tampoco pone fin a la preocupaci¨®n del otro colectivo afectado, el del n¨²mero 31 de la calle de Amposta. Un informe de los bomberos, realizado hace tres a?os, detect¨® que los da?os que sufr¨ªa la estructura del edificio eran "importantes" y que requer¨ªan una actuaci¨®n "urgente, aunque no hay riesgo inmediato de derrumbe".

Tres a?os m¨¢s tarde, los vecinos no est¨¢n tranquilos. "Faltan al menos dos a?os para que est¨¦n construidas nuestras viviendas. No podemos esperar m¨¢s. El Ivima nos debe ofrecer una alternativa provisional hasta entonces", declar¨® Victorio Rubio, uno de los vecinos afectados.