Me purgo
Ya s¨¦ que el t¨ªtulo de pel¨ªcula que mejor caracteriza los acontecimientos pol¨ªticos posteriores a la dolorosa tragedia vivida por Madrid, ser¨¢ el que el presidente Zapatero avanz¨® en alguno de sus m¨ªtines: Lo que el viento se llev¨®. Y, sin embargo, personalmente me identific¨® m¨¢s, desde hace tres d¨ªas, con un infumable t¨ªtulo de la primera transici¨®n espa?ola, un filme que aprovechaba la desaparici¨®n de la censura para adentrarse con mala pata en tem¨¢ticas l¨¦sbicas: Me siento extra?a, con Roc¨ªo D¨²rcal y B¨¢rbara Rey.
S¨ª, me siento extra?a. No lo puedo evitar. Me va a costar acostumbrarme a renunciar a ciertas emociones viles que hab¨ªan aflorado en m¨ª en los ¨²ltimos tiempos, irritando mi car¨¢cter. No s¨¦ qu¨¦ voy a hacer con lo peor de m¨ª, ese monstruo que con tanta habilidad supo despertar el presidente saliente.
Me hab¨ªa habituado a la ira. Estaba hecha a la mala baba. Me alimentaba de ciertas miradas rencorosas, de ciertas palabras despreciativas, de ciertas actitudes rayanas en la chuler¨ªa, de muchas declaraciones prepotentes, de un excesivo desd¨¦n. Del "Y t¨² m¨¢s", del "Y t¨² peor".
?Cielos! Este hombre hab¨ªa dado p¨¢bulo al invento de un nuevo subg¨¦nero period¨ªstico: el pique instant¨¢neo, la respuesta furiosa, la tensa r¨¦plica del muro en el juego del squash, que espera devolver la pelota a las propias narices de quien la arroja. Don Cianuro corro¨ªa los modales de la democracia, tomaba por iron¨ªa su simple resquemor, convert¨ªa el sarcasmo en una raspa de bacalao seco que agitaba a modo de est¨ªmulo. No quiero ni imaginar lo que habr¨ªa supuesto que Bush jr. le mandara de embajador suyo, a convencer a los hispanos de EE UU. La maldici¨®n de Bernarda Alba, Godzilla hablando en tejano.
Reconozco que ca¨ª bajo su influjo. Sac¨® a flote mis miserias m¨¢s goyescas. Mirando atr¨¢s, todo me parece una pesadilla. No bastaba con que se fuera ¨¦l. Han visto las declaraciones de los suyos: cu¨¢nta mezquindad. Hab¨ªa que devolverlos a su realidad de cuento siniestro.
Y ahora, en la nueva ma?ana de esperanza y de inc¨®gnitas, una sustancia verde y gelatinosa va surgiendo de m¨ª. La veo partir, camino de las cloacas. Adi¨®s, rencor. Me limpio, me purgo, y me siento extra?a. En paz. Triste y en paz.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.