La eficacia del terror
Si hubiera sido ETA, habr¨ªa ganado el PP, pero siendo Al Qaeda ten¨ªa que ganar el PSOE. Y no s¨¦ por qu¨¦, quiz¨¢s porque Aznar nos mand¨® sin el suficiente consenso a una guerra, aunque los presuntos autores de la masacre sean de origen marroqu¨ª e indio. Definitivamente me rindo.
Felicitaciones a Rodr¨ªguez Zapatero, cuyo tablero de ajedrez no ten¨ªa m¨¢s que agujeros, y consolaciones para Rajoy cuyo tablero de ajedrez s¨®lo ten¨ªa un remoto agujero realizado por Aznar: Irak. En pol¨ªtica hay que estar ah¨ª por si hay suerte, y Zapatero lo ha estado contra muchos vientos y mareas, y ha ganado, cuando otros hubieran tirado la toalla. Experiencia no le falta, gan¨® la secretar¨ªa general del partido a Bono por cuatro votos.
Independientemente de qui¨¦n hubiera sido el autor, el atentado podr¨ªa alentar la esperanza de que ETA descubriera d¨®nde acaba todo terrorismo, y d¨®nde ella va acabar. Pero el abominable acto criminal se ha demostrado pol¨ªticamente eficaz. No s¨®lo ha puesto en crisis la convivencia entre los partidos, desenterrado una agresividad entre ellos que puede trasladarse a la sociedad. Ha acelerado las contradicciones del sistema, como dicen los terroristas cuando se ponen a teorizar sobre el terror, y de verdad que lo ha hecho. La eficacia de doscientos muertos, mil cuatrocientos heridos y una onda de terror que se extiende desde Madrid a todo el mundo, ha torcido, probablemente, opciones que eran diferentes antes de la monstruosidad.
La violencia perturba profundamente a la sociedad que se ve atravesada por ella; mucho m¨¢s la violencia inesperada. Produce enfermedades sicol¨®gicas ante las que caben tratamientos personalizados, pero tambi¨¦n otras sociales que, impulsadas por la emoci¨®n del miedo, van desde la agresividad incontenida a la supeditaci¨®n y al desistimiento. Todas ellas inconscientes y en la creencia de que son opciones libres.
Posiblemente, si no hubiera habido tropas espa?olas en Irak y Afganist¨¢n, no habr¨ªa pasado esto. Pero tampoco se han visto excluidos del terrorismo fundamentalista Alemania o Turqu¨ªa, que no s¨®lo no participaron sino que estuvieron en contra de la guerra. Tambi¨¦n se pronunci¨® contra ella Francia y ahora se ve amenazada por la prohibici¨®n del velo en las escuelas. Pero ah¨ª mismo tenemos Ceuta y Melilla, y Perejil, incluso est¨¢ la ut¨®pica y rom¨¢ntica reivindicaci¨®n de Al-Andalus como posibles excusas. Y si seguimos por este camino, lo acabaremos justificando, porque le encontraremos una causa al terror, descubriremos alguna culpa en la v¨ªctima y razones para llevar a cabo cualquier masacre, cuando no tiene raz¨®n alguna. Por este camino acabar¨ªamos justificando la existencia de ETA, como lo hacen muchos.
Ahora probablemente ETA est¨¦ celosa ante el protagonismo de Al Qaeda y tienda a imitarla. No le van a servir las im¨¢genes de los muertos, de los heridos y el dolor de los familiares para reflexionar sobre la maldad intr¨ªnseca del terrorismo, porque el ¨¦xito pol¨ªtico de la acci¨®n ha sido colosal y lo que cuenta son los fines, no quienes quedan en el cementerio para conseguirlo. Las reacciones pol¨ªticas posteriores han acabado avalando la eficacia del terror. Es el principio del final de la naci¨®n y del desistimiento social, Espa?a es el eslab¨®n m¨¢s d¨¦bil, como dicen los sanguinarios ejecutores, y ante eso ETA no puede desistir.
Por consiguiente, no ser¨ªa una demencia considerar la necesidad del consenso nacional ante la amenaza engrandecida del terrorismo, una vez que ha entrado en escena el fundamentalismo isl¨¢mico. Consenso tambi¨¦n sobre las l¨ªneas b¨¢sicas de la pol¨ªtica exterior, teniendo como tenemos al mundo ¨¢rabe a nuestras puestas. Y consenso sobre la organizaci¨®n territorial, ante una pujante minor¨ªa de nacionalismos en nuestra C¨¢mara con posibilidades de paralizar cualquier f¨®rmula de gobierno que no sea la improbable de los dos grandes partidos. Porque a los nacionalismos perif¨¦ricos, utilizados como excusa por el terrorismo de origen interior que padecemos, se les observa demasiado euf¨®ricos frente a un PSOE sin mayor¨ªa absoluta.
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