El campus de Somosaguas vierte aguas residuales a un arroyo de la Casa de Campo

El arroyo Antequina, una de las peque?as corrientes de agua que atraviesan y dan verdor a la Casa de Campo, se ha convertido en una cloaca maloliente. El campus universitario de Somosaguas -donde estudian 17.000 alumnos de la Complutense- vierte sus aguas residuales directamente en este arroyo porque su depuradora lleva estropeada desde hace un a?o y medio por problemas administrativos. El arroyo, la principal l¨¢mina de agua del parque forestal de Somosaguas, que lleva cerrado un a?o para permitir su regeneraci¨®n, desprende un olor nauseabundo.

Las aguas residuales del campus universitario de Somosaguas, ubicado en el t¨¦rmino municipal de Pozuelo de Alarc¨®n, corren sin depurar por el arroyo Antequina debido a que la depuradora de este centro p¨²blico est¨¢ estropeada desde hace, al menos, a?o y medio. Por ello, el cauce atraviesa contaminado la Casa de Campo.

La Universidad Complutense est¨¢ arreglando en este momento las instalaciones y asegura que a principios de mayo funcionar¨¢n correctamente. La Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Tajo (CHT), organismo que debe velar por la limpieza de los cauces, permite al campus, donde estudian diariamente 17.000 alumnos, realizar vertidos al arroyo hasta primeros de mayo.

Parque forestal

Los vertidos de las aguas residuales del recinto universitario se inician en el arroyo Valladares y de ah¨ª pasan al cauce del Antequina. Este arroyo atraviesa una de las zonas verdes m¨¢s importantes de Pozuelo: el Parque Forestal de Somosaguas. Este espacio verde de 150 hect¨¢reas de superficie, reforestado en 1991, permanece todav¨ªa cerrado al p¨²blico para permitir su regeneraci¨®n ambiental. El lugar se ha convertido en un remanso para las an¨¢tidas que cruzan por la Comunidad y necesitan un lugar para descansar.

Desde ah¨ª, las aguas sucias llegan a la Casa de Campo despu¨¦s de atravesar una de las rejas construidas por el arquitecto Sabatini en la valla que rodea el pulm¨®n verde. La belleza del paraje merma debido a la fetidez que desprende el agua del arroyo. En este momento, el Ayuntamiento realiza obras en el entorno para mejorar el cauce del Antequina y sus alrededores.

Un portavoz de la universidad asegura que la aver¨ªa se est¨¢ arreglando. "La tardanza se ha debido a que se ha tenido que convocar un concurso para adjudicar los trabajos. Esto lleva su tiempo", mantiene. Este portavoz indica, adem¨¢s, que el organismo encargado de velar por la limpieza de los cauces, la CHT, les ha concedido un permiso para realizar vertidos controlados. La autorizaci¨®n tiene fecha de marzo de 2003. El organismo p¨²blico permite vertidos de aguas de tipo urbano en el arroyo Valladares. El total es de 386 metros c¨²bicos diarios, 84.900 anuales.

Los datos que obran en poder del Ayuntamiento de Pozuelo, en cuanto al inicio de la contaminaci¨®n del cauce, difieren de los ofrecidos por la Universidad Complutense. "Nuestros t¨¦cnicos informaron de la existencia de problemas con las aguas del arroyo Valladares en 1999. En una visita rutinaria se comprob¨® la existencia de vertidos", informa la concejal de Obras, Yolanda Estrada. En noviembre de ese mismo a?o, el Consistorio envi¨® un decreto a la universidad requiriendo a sus responsables que pararan el vertido.

El PP renov¨® el equipo de gobierno en las ¨²ltimas elecciones municipales. Los nuevos ediles comprobaron que el cauce segu¨ªa contaminado. Por este motivo se reunieron con el vicerrector de Relaciones Institucionales de la Universidad y con el gerente. "Nos dijeron que el problema se encontraba en v¨ªas de soluci¨®n. Pero la realidad es que todav¨ªa persiste y est¨¢ perjudicando de forma grave al medioambiente", puntualiza la edil. El Ayuntamiento advirti¨® del estado del arroyo a la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Tajo.

Pozuelo no ha detectado otros vertidos incontrolados que est¨¦n contribuyendo a la contaminaci¨®n del cauce dentro de su t¨¦rmino municipal. "El Plan General de Ordenaci¨®n Urbana de Pozuelo tiene previsto la construcci¨®n de una nueva depuradora que limpiar¨¢, adem¨¢s de las aguas residuales de las viviendas, las de la universidad.

"Pero esta actuaci¨®n es a largo plazo e independiente de los problemas actuales de este campus", explica Estrada. En la actualidad existe una depuradora en la zona, en el cauce del arroyo de las Cabeceras, a la que no se pueden dirigir los desperdicios de la universidad por estar alejada del recinto estudiantil.