Un atasco continuo
Circular por el atascado centro de Madrid en un d¨ªa laborable es una aventura bastante arriesgada, sobre todo si se va con prisa. En el caso de Lavapi¨¦s, la situaci¨®n resulta a¨²n peor: aproximadamente entre las nueve de la ma?ana y las ocho de la noche el atasco es continuo.
Si se gira desde la plaza de Lavapi¨¦s hacia la calle del Sombrerete, aparece la raz¨®n: una furgoneta parada bloquea la calle mientras alguien carga o descarga cajas de una tienda de mayoristas. Entretanto, detr¨¢s, una fila de coches espera pacientemente o haciendo sonar con insistencia la bocina, hasta que termina el trabajo.
La escena se repite durante todo el d¨ªa en decenas de las calles estrechas y angostas del barrio. En Tribulete, en San Carlos, en Amparo... hay m¨¢s de 380 locales de este tipo en la zona.
Los pivotes que protegen las aceras tampoco ayudan mucho. Los veh¨ªculos de transporte son en ocasiones medianos o grandes camiones que encuentran enormes dificultades para girar. Hasta tal punto, que no es extra?o encontrarse alguno atascado en un cruce.
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