Barcelona a lomos del drag¨®n

Como Nicole Kidman en el filme de Amen¨¢bar, el esp¨ªritu de Antonio Gaud¨ª anid¨® durante d¨¦cadas en el silencio y la penumbra de una de sus obras maestras, la Casa Batll¨®, mientras fuera de ella los otros -turistas y barceloneses- admiraban y retrataban a diario su original fachada. Pero todo cambi¨® cuando la casa empez¨® a descorrer sus cortinas, airear sus estancias y abrir sus puertas para conmemorar en 2003 el A?o Gaud¨ª, el 150? aniversario del nacimiento del arquitecto. Sin embargo, lo que en principio s¨®lo iba a ser una apertura parcial y temporal est¨¢ a punto de convertirse en total e indefinida. Y ello, por obra y gracia de la gran afluencia de visitantes al segundo edificio de viviendas m¨¢s carism¨¢tico de Gaud¨ª despu¨¦s de la Casa Mil¨¤ (la Pedrera).

Ante esa demanda, los actuales propietarios, la familia Bernat, decidieron aprovechar otra efem¨¦ride, el centenario del inicio de las obras de transformaci¨®n de la Casa Batll¨® (un inmueble tradicional de 1877), que comenzaron en 1904 y concluyeron en 1906, para desvelar sus dos ¨²ltimos secretos celosamente guardados. As¨ª, el 25 de marzo est¨¢ prevista la apertura al p¨²blico el desv¨¢n y la azotea.

Una sinuosa escalera

Quienes entonces traspasen el umbral del n¨²mero 43 del paseo de Gracia no s¨®lo podr¨¢n recrearse, como hasta ahora, con la planta noble (el primer piso, que a principios del siglo XX fue hogar del industrial textil catal¨¢n Josep Batll¨® i Casanovas), sino ascender por su sinuosa escalera (o en el ascensor) hasta los nuevos espacios gaudinianos al descubierto.

El desv¨¢n, en forma de arm¨®nico conjunto de b¨®vedas que recuerdan el costillar humano, est¨¢ vac¨ªo y pintado de un blanco fantasmal. Antiguo almac¨¦n y lavadero, se completa con una parte superior, tambi¨¦n abovedada, para los dep¨®sitos de agua.

Pero la zona m¨¢s m¨¢gica es, sin duda, la azotea. En ella destacan los grupos de chimeneas, de min¨²sculas cer¨¢micas multicolores colocadas con paciencia artesanal. Junto a estas chimeneas se puede observar la majestuosa figura del lomo de un drag¨®n (icono t¨ªpico gaudiniano) que adorna la fachada, con sus escamas de cer¨¢mica de gran tama?o. Un estrecho paso escalonado circunda el lomo del drag¨®n hasta la base de una cruz de cer¨¢mica, ofreciendo una vertiginosa panor¨¢mica del paseo de Gracia y sus alrededores.